Jonas Hilt

El doctor Jonas Hilt compartió universidad durante su juventud con el doctor Stephen Extraño, con el que trabajaría más tarde en el hospital. A pesar de la arrogancia de Extraño, que le impelía a ignorar a los enfermos que no consideraba lo suficientemente importantes como para ser operados, y de la desconsideración que mostró hacia los que trataron de ayudarle tras su accidente (que inutilizó en gran parte las manos de Extraño), Jonas continuó siendo un amigo fiel.

Años después del accidente, cuando Extraño ya había cambiado su profesión médica por la de experto en las artes místicas, el doctor Hilt continuó manteniendo el contacto, charlando ambos de sus respectivos campos (desde el médico, que compartía con Extraño, como la magia).

Así, cuando algún enfermo resultaba incomprensible para los conocimientos médicos de Hilt, o incluso sobrepasaba lo lógico, contactaba con Extraño, como cuando una paciente con una fiebre altísima demostró ser un demonio apozecat camuflado bajo forma humana.

Recientemente, cuando Extraño logró conseguir el elixir de Otkid, un jugo místico destinado a curar el cáncer de su amigo y sirviente Wong, le envió una muestra al doctor Hilt a fin de que estudiase su composición en busca de posibles complicaciones con su uso.

Lamentablemente, otro antiguo colaborador médico, el doctor Nicodemus West, envió por orden de la empresa farmacéutica Timely al ladrón Bandolero, para hacerse con la muestra del elixir. Aunque en ningún momento se había especificado en las órdenes, Bandolero acabó con la vida de Hilt al tiempo que robaba la muestra.