Nikki

Nikki es la última mercuriana. A los once años los Badoon asesinaron a sus padre y ella se vio obligada a huir en la nave familiar hacia el espacio. Así, se convirtió en una pirata espacial, abordando naves abandonadas en busca de comida y educándose a través de la biblioteca de la nave.

Nikki conoció a los Guardianes de la Galaxia cuando abordó la Nave Capitán América en busca de comida. En cuanto se enteró de que los Guardianes luchaban contra los Badoon solicitó su admisión en el grupo y fue admitida. Tras el paso por el planeta Manicomio Nikki y los Guardianes lucharon contra Karanada. Nikki entabló una relación sentimental con Charlie-27. Más tarde cuando los Guardianes hubieron de combatir al Hombre Topográfico Nikki debió separar su espíritu de su cuerpo en el Convento del Fuego Viviente para encontrarse cara a cara con el Hombre y destruirle. Nikki también luchó junto a los Guardianes contra los Cosechadores de Arcturus.

Más tarde Nikki y el resto de los Guardianes lucharon contra el criminal cyborg Korvac y sus secuaces con la ayuda de Thor. Cuando Korvac huyó hacia el siglo XX los Guardianes de la Galaxia le siguieron. Una vez en el pasado, los Guardianes se encontraron con los Vengadores y, juntos, lucharon contra Korvac, ahora convertido en el omnipotente Enemigo. Nikki y el resto de sus compañeros murieron en el combate, pero fueron revividos por Korvac antes de morir él.

Tras la lucha contra Korvac, los Guardianes de la Galaxia permanecieron un tiempo en el siglo XX alojados en la Mansion de los Vengadores. Ello les llevó a obtener una autorización oficial del gobierno para permanecer allí, lo que les doto de pertenencia honorífica a los Vengadores. Mientras estaban allí, Vance Astro cambió la historia al hablar con su yo pasado, haciendo que el presente divergiera del futuro del que ellos procedían (aunque otras pruebas sugieren que el presente ya había divergido anteriormente). Los Guardianes volverían al siglo XX no mucho después, mientras perseguían por el tiempo el poder que antiguamente tenia Korvac. Por entonces, Nikki y Charlie decidieron terminar su relación.

Tras esto, Yondu encontró en uno de sus libros sagrados una imagen del legendario escudo del Capitán América, y los Guardianes se embarcaron en la búsqueda del escudo siguiendo lo que decía el texto. Durante la búsqueda, se ganaron la enemistad de la raza conquistadora de los Stark. Finalmente, encontraron el escudo en un mundo controlado por un Ordenador Principal, que obligo a los Guardianes a enfrentarse a un grupo rival, Fuerza, por el control del escudo. Nikki perdió el combate, cuando estuvo a punto de matar a su combatiente, el snark Sensor, debido a su odio irracional por los reptiles. Finalmente, los Guardianes demostraron ser mas dignos, y consiguieron el escudo. Poco después, los Guardianes salvaron el planeta Asilo de su tirana, Rencor, y adoptaron un nuevo miembro, una joven multiforme llamada Replica.

Nikki se enamoró del Guardián de la Galaxia honorario y Protector del Universo, Señor del Fuego, junto al que combatieron contra los Stark y Destrucción, hasta que tras la guerra contra la Iglesia de la Instrumentalidad, se dio cuenta de que era un romance imposible. Eso, y la superación de su racismo cuando descubrió que su compañera Guardiana, Replica, era una reptil, una skrull, hizo madurar mucho a Nikki.

De vuelta a la Tierra, durante las peleas callejeras contra los Castigadores y sus jefes, los Badoon, los Guardianes conocieron a un joven inhumano felino y aprendiz de hechicero, llamado Garra, que acabo uniéndose a los Guardianes, y estableció una fuerte amistad con Nikki. Tras un nuevo combate con Rencor, y la llegada de Galactus, Nikki enseñó a Garra la historia de los Guardianes de la Galaxia.

Poco después, el Capitán Charlie-27, decidió emprender una misión sin el consentimiento de su superior, el Mayor "Victoria" Astro. Dirigió al resto de Guardianes de la Galaxia a finales del siglo XX, a realizar un ataque preventivo contra los Badoon, para impedir que se repitieran las masacres de su futuro alternativo. Antes de ir al mundo-trono Badoon, se encontraron con los Inhumanos, y se vieron implicados en la Guerra del Infinito, luchando contra la 6º encarnación de los Señores del Mal, y contra sus propios dobles malignos, en la Mansión de los Vengadores. Durante esta aventura, Rita DeMara, la segunda Chaqueta Amarilla se unió al grupo. Finalmente, los Guardianes llegaron al Mundo-Trono Badoon, donde el Hermano Real de los Badoon les reto a jugarse el futuro de sus razas en un combate individual. Charlie-27 tuvo que enfrentarse físicamente a sus compañeros para aceptar, pero logró derrotarlos y acepto. Así, se enfrento al campeón Badoon, que para su desgracia habia logrado recibir uno de los mayores dones del Universo, el Uni-Poder, que le transformó en el casi omnipotente Capitán Universo. El Capitán Universo Badoon estuvo a punto de matar a Charlie, pero el Mayor Victoria habia seguido al grupo pese a desobedecer sus ordenes, y había pedido ayuda al Doctor Extraño, que logró rescatar a Charlie, y separar al badoon del Unipoder. Los Guardianes de la Galaxia volvieron a su tiempo, y Charlie-27 se acabó recuperando. Pese a haber tenido que pelearse, Nikki perdono a Charlie-27, y volvieron a ser amigos.

En los siguientes meses, los Guardianes combatieron contra amenazas como Dormammu, Rencor y los ejércitos Retox del Dr. Muerte, los Inhumanos y Loki, Malevolencia y Mefisto y el Protegido, en un combate en las más altas esferas cósmicas.

Tras combatir de nuevo a Rencor y sus tenientes, los Guardianes de la Galaxia tuvieron que rescatar a Charlie-27 de una prisión cósmica, al haber sido implicado en un crimen que no cometió. Los Guardianes persiguieron al verdadero autor de los crímenes, Ripjak, hasta Marte, donde descubrieron que era el último "marciano" superviviente de la invasión que casi destruyó la Tierra en el siglo XX. Los Guardianes se enfrentaron a Ripjak, pero fueron derrotados, y este destruyo otro planeta. Tras un segundo encuentro con él, descubrieron que su verdadero objetivo era detener la plaga imparable de Bubonicus, y lo que hacia era destruir los planetas ya infectados. Los Guardianes no sabían si creerle, cuando apareció el Alto Evolucionador, y les ofreció su ayuda para detener a Bubonicus. Astro decidió fiarse de ambos, y los tres acabaron deteniendo la plaga en el planeta Santuario. Pero cuando Astro volvió a la Icarus, descubrió que Charlie-27 y la mayoría de Guardianes se habían marchado tras la pelea, decidiendo tomarse un descanso y perseguir sus fines individuales.

Nikki viajó junto a Charlie-27, y acabaron retomando su relación. Además, durante el viaje, oyeron el rumor de que aún quedaban jovianos vivos, vendidos como esclavos en el mercado negro. Aunque fuera cierto, no encontraron a esos jovianos, y volvieron con los Guardianes de la Galaxia en su última misión registrada, en la que viajaban a finales del siglo XX de su realidad, para impedir la Guerra de los Mundos que casi arrasó la Tierra. Pero un sabotaje en su nave provocó que los Guardianes acabaran en un tiempo y espacio desconocido. Su última aparición fue, junto al resto de Guardianes de la Galaxia, en el siglo XX de la realidad principal, enfrentándose a los Nuevos Guerreros para detener las manipulaciones temporales de Advenimiento, pero dicha actuación fue borrada en el caos cronal siguiente. El paradero actual de Nikki, es, por tanto, desconocido.