Tierra Salvaje

La Tierra Salvaje es una región, creada artificialmente, de la Antártida. Se encuentra rodeada por montañas volcánicas y está poblada por bosques tropicales. Hace años, la raza alienígena de los nuwali crearon la Tierra Salvaje como una especie de reserva natural, donde pretendían preservar todas las formas de vida existentes en la Tierra, para poder estudiarlas bajo unas condiciones relativamente controladas.

Los nuwali habían recibido el encargo, por parte de la raza conocida como los todopoderosos, que construyeran esta reserva natural en la Tierra, al igual que habían en otros muchos planetas. Los nuwali utilizaron máquinas de alta tecnología, que ocultaron en cavernas en el interior de la Tierra Salvaje: el objetivo de estas máquinas era ayudar a crear el clima tropical de la región. El verdadero motor para crear unas condiciones tropicales, era el anillo de volcanes que rodeaba la región, mientras que las máquinas sólo ayudaban a mantener el clima estable. Se desconoce si la existencia de este anillo de volcanes fue la razón por la cual los nuwali eligieron esta ubicación o si fueron otras razones, por ejemplo, que era una zona completamente aislada del resto del mundo.

En el interior de la Tierra Salvaje, los nuwali preservaron muchas especies de vida terrestre, incluidas muchas especies que habían sido extinguidas en el exterior. Así, muchos animales y plantas que existieron desde el triásico (el comienzo de "la Era de los Dinosaurios") hasta el pleistoceno (la Edad de Hielo) que se habían extinguido, continuaban viviendo en la Tierra Salvaje.

En la Tierra Salvaje, los nuwali también colocaron a los hombres gorila, una rama evolucionada a partir del homo sapiens, y otros ejemplos evolucionados a partir del hombre. Finalmente, los enviados de los nuwali perdieron interés en la Tierra Salvaje, al igual que habían hecho en los otros planetas, y por ello, abandonaron sus estudios. Todas las reservas creadas por los nuwali se colapsaron y fueron destruidas, a excepción de la Tierra Salvaje.

Hace siglos, antes del desastre mundial conocida como el Gran Cataclismo, en el cual el continente de la Atlantida se hundió. Atlantis creó un imperio mundial. Muchos de sus logros científicos y tecnológicos todavía permanecen intactos en muchas zonas de la Tierra. Algunas tribus nómadas de los atlantes viajaron hasta la zona que ocupa actualmente la Antártida y se instalaron en algunas de las cavernas que rodeaban las regiones heladas que bordeaban la Tierra Salvaje. En un momento dado, estos atlantes descubrieron una enorme caverna, donde se encontraban las máquinas que los nuwali habían dejado atrás. Los científicos atlantes estudiaron las máquinas y las utilizaron para extender el clima cálido a algunas zonas aisladas del exterior de la Tierra Salvaje. Los científicos usaron otro tipo de tecnología dejada atrás por los nuwali para crear una enorme zona de recreo para su gente, y pronto bautizaron su colonia antártica como Pangea.

La fama de Pangea se extendió por todo el imperio de Atlantis llegando a otras naciones de la época como por ejemplo Valusia. Pronto Pangea se convirtió en el principal centro de recreo de la época. La Tierra Salvaje sirvió como hogar para muchos ejemplos de vida salvaje, que fueron llevados a Pangea. Los científicos de Atlantis en Pangea volvieron su atención hacia la ingeniería genética, experimentando con la maquinaria nuwali sobre los Hombres Gorila que habían encontrado en la Tierra Salvaje. Así, los científicos atlantes alteraron genéticamente los cuerpos de los salvajes, creando nuevas razas como los Aéreos, semejantes a los pájaros, el pueblo de los Arboles, a partir de los monos, los Tubanti, a partir de los peces… y otras razas a partir de la vida salvaje. Los científicos atlantes utilizaron a estas nuevas criaturas como trabajadores en Pangea.

Estas nuevas gentes se reprodujeron escapando al control de los atlantes, aprendieron a utilizar las máquinas, y se independizaron de los atlantes, los cuales los aislaron en un sector de Pangea lo más alejado posible de la zona de recreo. Finalmente los atlantes vieron como sus creaciones se revelaban contra ellos. Tras semanas de lucha, los Atlantes de Pangea fueron derrotados. Los vencedores reclamaron los mismos derechos que tenían los demás seres vivos. Exigieron que los Atlantes ampliaran la zona de clima controlado para que afectara a las inmensas zonas heladas que les rodeaban, para convertirlas en una zona tropical. Tras lograr que sus demandas fueran atendidas, establecieron asentamientos en las hasta ahora deshabitadas zonas de Pangea.

Cuando llegó el Gran Cataclismo que hundió Atlantis y su imperio, Pangea y la Tierra Salvaje sufrieron temblores y convulsiones que les hicieron hundirse hasta el nivel del mar, pero gracias a las altas montañas que les rodeaban, no se hundieron bajo las aguas como sucedió con Atlantis o Lemuria. Los mecanismos de control climático no se vieron afectados por los terremotos y los desprendimientos, y siguieron completamente operacionales. Pese a todo, tres cuartas partes de la población de la Tierra Salvaje y de Pangea, murieron durante los terremotos. Los restantes habitantes de la zona, se sumieron en la barbarie y pronto, como resultado de las continuas luchas por la supervivencia, solamente una décima parte de los supervivientes lograron sobrevivir a esta época de convulsiones.

La paz volvió finalmente a la zona, y los supervivientes volvieron a formar tribus y a establecer una civilización.

Años más tarde, ya en este siglo, el inglés Lord Kevin Plunder y la estadounidense Shanna O'Hara, más conocidos como Ka Zar y Shanna la Diablesa, se establecieron en la Tierra Salvaje, y tras explorar tanto Pangea como la Tierra Salvaje, conocieron a muchas de las razas que allí habitaban.

La Tierra Salvaje vivió un segundo desastre climático en tiempos recientes, con la llegada de Jorro, un desviante que se hacía pasar por el alienígena conocido como Terminus, el cual, atraído por la tecnología dejada atrás por los nuwali, marchó a la Tierra Salvaje. Allí, Terminus causó un gran número de víctimas, que murieron abrasadas por enorme cantidad de energía que desprendía el alienígena, y finalmente, cuando Terminus se apoderó de las máquinas que regulaban el clima, los volcanes entraron en erupción sin control, y cuando estos se extinguieron, el Ártico reclamó las tierras de Pangea y la Tierra Salvaje, cubriendo de hielo lo que antaño fue una selva tropical.

Ka Zar, Shana, su tigre Zabú, y algunos nativos que pudieron salvar, lograron sobrevivir a la destrucción causada por Terminus, antes de que los Vengadores lo detuvieran, pero se supone que más nativos lograron sobrevivir a la hecatombe.

El brillante genetista conocido como el Alto Evolucionador usó su tecnología para devolver a la Tierra Salvaje su clima tropical, y recrearla como fue antes de la llegada de Terminus, los motivos por los cuales el Alto Evolucionador hizo esto son desconocidos, aunque el inglés instaló una de sus bases en la Tierra Salvaje.

En la Tierra Salvaje viven actualmente un número desconocido de habitantes, y existen un número indeterminado de razas, algunas de ellas son los Pterones, los Lemuranos, el Pueblo de los árboles, los Aéreos, el Pueblo del Sol, el Pueblo de la Cascada y los Hombres Gorila. Todos estas razas viven de forma independiente, aunque algunas de estas tribus están enfrentadas. Así, los Lemuranos y los Aéreos están en guerra contra los Pterons, y el Pueblo del Sol ha intentando gobernar sobre los demás tribus en al menos dos ocasiones. Ka Zar y Shanna se han relacionado sobre todo con el Pueblo de la Cascada, aunque han tenido relaciones o choques con la mayoría de las razas que habitan la Tierra Salvaje.