Corona Serpiente

La Corona Serpiente era uno de las más antiguos y poderosos objetos místicos en la historia de la humanidad. La Corona fue creada por los seguidores de Set, de esta forma el demonio cumplió su propósito de asegurarse un medio que le permitiera en un futuro regresar a ésta o a otras Tierras del multiverso en un proceso similar al seguido por otro demonio, Ch'thon, cuando creó el libro Darkhold como medio para regresar a la Tierra.

Hace miles de años, los Hombres Serpiente que trabajaban para Set forjaron una amplia alianza con los alquimistas del Imperio de Lemuria. Trabajando unidos, los Lemurianos y los Hombres Serpiente crearon la Corona Serpiente, que Set imbuyó con su esencia, y la hizo receptáculo de su poder. En la época en que la Corona fue creada, Lemuria estaba dirigida por una rama evolucionada de la humanidad, los Desviantes, que habían hecho de Lemuria el centro de su imperio, se especula que la creación de la Corona fue parte de un esfuerzo conjunto entre los Hombres Serpiente y los Desviantes para convertir a estos últimos en los dirigentes del mundo entero.

La primera persona en portar la Corona Serpiente y utilizar su poder, fue Atra, el más importante de los alquimistas lemurianos. Sin embargo, el emperador lemuriano Phraug conoció la existencia de la Corona y trató arrebátarsela. Mientras combatían, los Desviantes decidieron atacar a los Celestiales, quienes, en represalia, provocaron el Gran Cataclismo: una catástrofe a nivel mundial que provocó el hundimiento de Atlantis y de Lemuria. La mayoría de los hombres Serpiente murieron y la Corona Serpiente se perdió durante siglos.

Mucho tiempo después una tribu de humanoides respiradores de agua, la raza conocida como los Homo Mermanus, emigraron al Océano Pacífico, donde se asentaron en las ruinas del hundido continente de Lemuria. Estos respiradores de agua y sus descendientes, que fueron posteriormente conocidos como Lemurianos, mientras que sus "primos" que vivían en el Océano Atlántico eran conocidos como los Atlantes. Los Lemurianos encontraron la Corona Serpiente entre las ruinas de la ciudad hundida por el cataclismo, pero decidieron no acercarse al considerarla maligna. Un tiempo después, Naga, el Emperador lemuriano, comenzó a adorar a Set. Naga encontró y se colocó la Corona, y desarrolló un fuerte lazo con ella. El Emperador pronto empezó a transformarse físicamente y su cabeza comenzó a parecerse a la de una serpiente y su piel empezó a endurecerse como la de un reptil. Naga se convirtió en un seguidor de Set y adoptó la imagen de la serpiente de siete cabezas como el símbolo de su imperio. Los planes de Naga no se limitaban al poder que le otorgaba la Corona, sino que también buscaba alcanzar la inmortalidad.

Sus alquimistas le hablaron de unos animales marinos que eran virtualmente inmortales. Naga ordenó que capturaran a una de estas criaturas, y tras lograrlo, sus alquimistas sumergieron la Corona en los fluidos corporales de esta criatura. Como consecuencia de esto, la Corona le dio a Naga la inmortalidad y la juventud eterna siempre que la portara o esta estuviera cerca de él. Utilizando el poder de la Corona Serpiente, Naga gobernó tiránicamente Lemuria durante siglos. Durante este tiempo la Corona alteró mutagénicamente a los habitantes de Lemuria hasta darles unos rasgos y una piel reptilesca.

Finalmente, siglos más tarde, un rebelde llamado Piscatos robó la Corona Serpiente mientras Naga estaba dormido. Piscatos y sus seguidores, que recurrieron a la autohipnosis para evitar caer bajo el control mental de Set, huyeron de Lemuria portando consigo la Corona y se trasladaron a la Antártida. Allí, Piscatos y sus camaradas construyeron una nueva civilización a partir de restos tecnológicos de la antigua Lemuria, que perduró durante un tiempo indefinido. Los miembros de esta civilización, que fueron conocidos por los habitantes de la superficie como los Ancianos, desarrollaron habilidades telepáticas, quizás por su cercanía a la Corona. Sin embargo, los seguidores de Piscatos sometieron a la Corona a una substancia desconocida, para reducir el poder místico de la Corona, y evitar así ser sometidos bajo su control.

Con el tiempo, Piscatos envejeció, y finalmente sucumbió a la tentación y se puso la Corona Serpiente. La Corona pronto comenzó a corromper a los Antiguos. Cuando el hermano de Piscatos volvió después de muchos años, Piscatos lo mató. Consciente del monstruo en el que se había convertido, se quitó la Corona e hizo explotar una dinamo, destruyendo la ciudad, y sepultándola bajo toneladas de nieve.

Tras el robo de la Corona, Naga ordenó partir por los océanos a multitud de partidas de búsqueda que localizaran y recuperaran la Corona, eran los llamados Buscadores. Sin la Corona cerca, Naga ya no era inmortal, aunque todavía quedaban restos de la influencia de la Corona Serpiente para alargar la vida del dictador lemuriano.

Durante la segunda década del siglo XX, la Corona fue encontrada por Paul Destine, un telépata que había oído hablar de los Ancianos. Tras realizar una expedición al polo antártico obtuvo la Corona, que él llamaba el Casco de Poder, y se quedó allí hibernando para incrementar sus poderes. Décadas después despertó de su letargo y, haciéndose llamar Destino, probó sus poderes causando terremotos sobre el asentamiento atlante en el que vivía Namor. Más tarde, Destine utilizó sus poderes para dejar a Namor amnésico en Nueva York. Tras otro periodo de hibernación Destine decidió gobernar los Estados Unidos de América donde se presentó como candidato a las elecciones presidenciales. Esto llevó a un enfrentamiento contra Namor, en el que Destino murió al creer que era igualmente poderoso sin la Corona y saltar desde un edificio.

Las autoridades legales encargaron la Corona Serpiente a la Cosa para que se hiciera cargo de ella y la llevara a un lugar donde pudiera ser estudiada. Sin embargo Namor se la llevó a Atlantis, sabedor del peligro que conllevaba. En Atlantis, la Corona destruyó el revestimento que los Antiguos le habían dotado. Lady Dorma, una noble de Atlantis, se puso la Corona y cayó bajo el control mental de Set. Poco a poco Dorma comenzó a poner a la población de Atlantis bajo su influencia y la de Set. Finalmente Namor le quitó la Corona y se la puso el mismo en un intento de comprender sus secretos. Sólo gracias a su gran fuerza de voluntad superó los intentos de Set para dominarle y pudo quitársela antes de caer bajo su control.

La Corona Serpiente no tardó en ser robada por Karthon, el líder de los Buscadores, un lemuriano que servía a Naga. Karthon capturó a Namor y llevó a ambos, la Corona y a Namor, hasta la sumergida Lemuria a la presencia de Naga. El Emperador lemuriano, aunque había envejecido y estaba parcialmente senil, era todavía un ser todavía altamente peligroso. El ponerse la Corona no restauró la juventud de Naga, pero le devolvió los increíbles poderes. Intentando quebrar el espíritu de Namor, Naga usó el poder de la Corona para crear ilusiones para hacer creer al atlante que la hermana de Karthon, Liyna, era Dorma, y entonces Naga la asesinó.

El loco de Naga, que ahora estaba aconsejado por su alta sacerdotisa, la lemuriana conocida como Llyra, en vez de matar a Namor directamente, decidió hacerle sufrir, y lo enfrentó a enormes monstruos. Después de que Namor derrotara a uno de sus monstruos, Naga le dio la oportunidad de elegir a que monstruo quería enfrentarse ahora, y Namor dijo que quería enfrentarse al monstruo de Naga. Naga se lanzó a pelear contra Namor, y usó la Corona Serpiente para atacarle, sin embargo, el deseo de vengar la muerte de Dorma era demasiado fuerte, y Namor se negaba a caer. Entonces Naga le mostró a Namor que la muerta no era Dorma, sino Liyna, y tras esto creó una enorme grieta en el fondo marino, por la que pretendía arrojar a Namor. Sin embargo, cuando Karthon vio que Naga había asesinado a su hermana se enfureció, y mientras Naga estaba apunto de matar a Namor, Karthon se acercó por la espalda a Naga y le asesinó con una espada. Namor logró salvarse de la grieta, y la Corona cayó por la grieta en el fondo marino que el propio Naga había creado para arrojar a Namor por ella.

Tiempo después, la Corona fue recuperada por el exiliado señor de la guerra atlante Krang, el cual se la dio a la criminal Víbora, que lideraba el segundo Escuadrón Serpiente. Víbora y sus cómplices secuestraron a Hugh Jones, que por aquel entonces era el presidente de la poderosa corporación conocida como la Roxxon Oil, entonces Víbora le colocó la Corona para someterle a la influencia mental de Set. Krang y Víbora tenían el plan de reflotar el continente lemuriano, pero la llegada del Capitán América, por aquel entonces conocido como Nómada, y las tropas de SHIELD lo impidieron. Víbora huyó del lugar llevándose la Corona Serpiente, sin embargo Rogers la persiguió hasta su escondrijo y se desató una lucha entre Víbora y sus secuaces y el vengador abanderado, en el transcurso de la cual la Corona se perdió al caer por una alcantarilla.

La Corona Serpiente se puso en contacto con Jones, quien se encontraba bajo el control de Corona de la Serpiente de la Tierra-S. Jones ordenó a uno de sus empleados que la recuperara de la alcantarilla donde había caído. Tras recuperarla, Jones formó un nuevo Escuadrón Serpiente y los envió a recuperar la Corona Serpiente que estaba en aguas del Pacífico. Cuando tuvo las dos en su poder, éstas se unieron místicamente hasta formar una sola, que poseía el poder combinado de ambas Coronas.

Cuando tuvo las dos en su poder, éstas se unieron místicamente hasta formar una sola, que poseía el poder combinado de ambas Coronas. Portando esta Corona más poderosa que ninguna de las anteriores, Jones tomó el control de las mentes de la población de Washington, incluyendo a todos los miembros del Congreso. Jones también creó manifestaciones de todos aquellos que habían portado alguna vez alguna Corona de la Serpiente. Frente a Jones se alzaron la vengadora mutante la Bruja Escarlata, el miembro de los 4 Fantásticos la Cosa, y un héroe que había colaborado con Grimm contra el Escuadrón Serpiente, Mantarraya. La Bruja Escarlata entabló un combate en el plano místico contra Set, permitiendo que la Cosa le arrebatara de la cabeza a Jones la Corona. La Corona entonces intentó tomar el control de la mente de la Cosa, pero Jones, al sentir que había perdido su poder, luchó a través del nexo que le unía a la Corona para que no se produjera la unión con la Cosa. Esto, unido a la poderosa fuerza de voluntad de Grimm, le permitió liberarse del influjo de Set y quitarse la Corona de la cabeza, cubrirla toda con un revestimiento de madera para que no pudiera intentar controlar a nadie, y llevarla al Proyecto Pegaso, donde creía que estaría segura.

Sin embargo, al poco tiempo de estar en el Proyecto Pegaso, la Corona logró controlar la mente de un técnico que trabajaba allí, y le obligó a ponerse la Corona. Pronto, todo el personal del Proyecto Pegaso, incluido el director Myron Wilburn, y el jefe de seguridad Wendell Vaughn, alias Quasar, cayeron bajo el control de Set, sin embargo, este último logró lanzar una señal de socorro al antiguo jefe de seguridad del Proyecto, la Cosa. Usando los equipos de teleportación interdimensional con que contaban allí, con la energía que les proporcionaba el Cubo Cósmico, el personal del Proyecto trajo a esta dimensión las Coronas Serpiente de otras dimensiones. Reunieron tantas que pronto todos los miembros del Proyecto Pegaso llevaban una Corona, estando así más todavía bajo el control de Set, además, la influencia de la Corona comenzó a transformar la piel del personal del proyecto dándole rasgos reptilescos. Al final, los hombres de Set habían logrado reunir setecientas setenta y siete Coronas de diferentes dimensiones, y las reunieron hasta formar una sola Corona, gigantesca y más poderosa que nunca, y cuyas cabezas tomaron vida.

El plan de Set era manifestarse en la Tierra, y usar los artefactos que habían en el Proyecto Pegaso para crear en la Tierra un clima similar al de la Era Mesozoica, tras esto, Set podría transformar a todos los seres vivos que se sometieran a su gobierno en Hombres Serpiente, y acabar con aquellos que se le resistieran. El Doctor Extraño y Spiderman unieron sus fuerzas a las de la Cosa y la Bruja Escarlata para combatir a las fuerzas de Set que se encontraban en el Proyecto. Así, momentos antes de que Set se materializara en la Tierra, los cuatro héroes se enfrentaron a las fuerzas de Set, así, mientras la Bruja Escarlata, la Cosa y el Doctor Extraño luchaban contra la enorme Corona con sus siete cabezas gigantes, Spiderman intentaba hacerse con el Cubo Cósmico, el único objeto que tenía mas poder que la propia Corona, y que convertía los deseos en realidad. Mientras, la Bruja y la Cosa fueron devorados por las enormes cabezas, mientras que Spiderman, a pesar de conseguir el Cubo Cósmico, seguía el mismo destino. El Doctor Extraño continuó peleando, pero siete cabezas eran demasiado hasta para el Hechicero Supremo de la Tierra, y no hubiera podido impedir la llegada de Set sino fuera porque en el interior de la Corona, los tres héroes unieron sus fuerzas y su fuerza de voluntad, para hacer que el Cubo Cósmico destruyera a la enorme Corona. Tras esto, el Doctor Extraño lanzó un hechizo de exorcismo que exorcizó cualquier rastro de Set de la Tierra, y tras acabarlo, todos aquellos que habían permanecido bajo la influencia de Set se vieron libres de esta.

Sin embargo, el hechizo del Doctor Extraño no fue del todo eficaz, ya que cuando el Doctor perdió sus talismanes y su poder se vio disminuido, por lo que el hechizo no pudo mantener a Set alejado de la Tierra para siempre.

Más tarde, el alto sacerdote Desviante Ghaur, y la sacerdotisa lemuriana Llyra, que ya había presenciado el poder de la Corona mientras actuaba como consejera de Naga, formaron una impía alianza para traer a Set de vuelta a la Tierra. Los alquimistas lemurianos lograron recrear la Corona Serpiente, mientras que Ghaur y Llyra maquinaban para obtener el apoyo de Atlantes y Lemurianos para combatir al mundo de la superficie, en una guerra que debía ser lo suficientemente sangrienta como para ofrecer un sacrificio de sangre. Al mismo tiempo secuestraba a siete hembras de la superficie, todas ellas dotadas de superpoderes, las llamadas "Novias de Set". Todo ello con un único plan, aquel para el que fue concebida la Corona de la Serpiente, traer a Set de vuelta a la Tierra. Sin embargo, los planes de Ghaur se vieron obstaculizados por multitud de héroes, como los Vengadores, los 4 Fantásticos, la Patrulla X o Spiderman, que detuvieron la guerra con Atlantis, e invocaron de nuevo al Demogorgo cuando Set logró entrar en la dimensión de la Tierra, volviendo a herirle y exiliarle. Mientras Ghaur realizaba el ritual para invocar al demonio por segunda vez, los héroes atacaron Lemuria para rescatar a las novias de Set. Cuando el ritual estaba a punto de finalizar, y Ghaur estuvo a punto de obtener el poder de la Corona, se la apareció el espíritu de Naga, que después de siglos de posesión de la Corona, ya era uno con ella. Ambos lucharon por la posesión de la Corona, mientras rescataban a las Novias y destruían el templo, destruyendo la Corona, aparentemente para siempre.

Una nueva Corona Serpiente de orígenes desconocidos apareció recientemente. Nagala, hija de Naga, llevaba la nueva corona cuando ayudó a Attuma a defender su dominio de Atlantis frente a su legítimo heredero, Namor y sus aliados, los Defensores.