Strange Tales vol 1

Llega la noche y el tercer turno se marcha a casa despidiéndose del vigilante, quien se queda solo en un gran almacén con los maniquíes de cera. Al darse la vuelta todos se mueven y empiezan a bajar de sus pedestales, uno de ellos tropieza con un jarrón que cae al suelo y se rompe. Fuera una empleada se da cuenta que se ha olvidado el bolso, así que ella y su acompañante deciden ir a la policía para que les abra las puertas del almacén. El policía usa la llave maestra y cuando entran saludan al vigilante sin inmutarse de que los maniquíes estén animados y hablando con éste. El policía se asegura que el bolso pertenece a la chica y todos se van dejando a los maniquíes con el vigilante, quien los amolesta por haber todo el jarrón. Y es que en el planeta Xaccus todos los habitantes son de cera y maniquí es una profesión como cualquier otra.