Conan el Bárbaro
CTB 42
Conan está bebiendo y observa al rostro de una mujer que habla con otra persona en el interior de una casa. En sus ojos puede leer el miedo. La chica se llama Arlinna y el Barón Takkim la amenaza con denunciarla ya que sabe que huyó Zamora temiendo una ley ante la cual hay que demostrar la inocencia si no se es culpable automáticamente al haber presenciado el asesinato de un embajador de Khitai a manos de su propio sirviente. El Barón Takkim quiere que robe para él la Cabeza de Dragón de Koblar-Zann que está en posesión de un mercader también de Khitai. Para ello le entrega un sello que la acredita como Lady Asqueth una famosa noble de Aquilonia con debilidad por las antigüedades. Sin más remedio que aceptar la misión la chica sale a la calle sumida en sus propios pensamientos cuando se topa frente al enano Armand y sus hermanos Womar y Brutus, quienes quieren robarle el amuleto. Conan sale en su ayuda y la libra de los tres bribones. Los dos siguen juntos y presencian una feria, donde Conan tiene la oportunidad de demostrar su fuerza aceptando y ganando el duelo contra Krono y ganando así una bolsa de oro. Con ella compran bebida y juegan, pero al llegar a la habitación, Arlinna golpea a Conan en la cabeza con una botella de licor y huye para encontrarse con el antiguario. Lun-Farr la recibe en su tienda pero la atrapa intentando robarle la reliquia. Como castigo le pega una paliza y la arroja a la calle con la ropa hecha harapos, ya que quiere seguirla y encontrar a quien la envió. Conan encuentra a la chica cuando está a punto de suicidarse arrojándose de un tejado y la convence para ir a encontrarse con el barón. Así lo hacen pero cuando el barón la está interrogando una enorme gárgola atraviesa los barrotes de la casa y mata al hombre. Sus gritos atraen a Conan quien llega y hace frente a la bestia. Curiosamente su enorme fuerza de voluntad causa que la fuerza de voluntad de Lun-Farr sobre la gárgola flaquee y el ser se libera de su control. Ignorando a Conan vuela hasta el anticuario y lo mata. Esa noche Arlinna sí que acepta a Conan en su alcoba.
