Conan el Bárbaro
CTB 50
Conan se enfrenta al monstruoso Pthassiass y aunque corta una de sus dos lenguas, el gusano lo arroja por los aires y lo lanza contra las plantas carnívoras. Los tentáculos de las plantas intentan alimentarse de él, pero Conan logra cortarlas con su furia y liberarse de ellas, pero no es lo suficiente rápido para evitar la muerte de la muchacha que es devorada por el gusano gigante. Enfurecido Conan ataca a la bestia hiriéndola en el estómago. Pthassiass se aparta herido y cae sobre las plantas carnívoras que no tardan en devorar a su enemigo. Cansado de luchar contra ellas, Conan decide marcharse para regresar en otro momento y coger el tesoro del Árbol de las Ofrendas. Al entrar al patio de armas y ver a Lupalina, la mujer cree reconocer en Stefanya a Chrysala, pero al examinarla de cerca se da cuenta de su error. Pese a todo descubre que Stefanya tiene una marca de nacimiento justo en el lugar donde ella espera que la tenga. Ha reconocido en ella a su madre y le cuenta su historia. Se ponen de acuerdo que tienen que devolver el amuleto a Themas Herklar y Lupalina les dice que mejor será investigar a las fuerzas a las que tendrán que hacer frente.
Lupanina conduce a Conan y Stefanya hasta su cabaña. Allí usa una bola mística para espiar lo que está ocurriendo en palacio invocando a Raama, el Subyugador de Demonios. Pronto empieza a vislumbrarse la imagen de un hombre siniestro y diabólico.
Elviriom anuncia que el general de Phalkar solicita audiencia y Thalkalides le dice que puede entrar. Elviriom está furioso porque Jarkan Val ha invadido al reino vecino de Alkarion, pero el general les asegura que seguía las órdenes de Themas Herklar, su señor. Pero los dos magos le comunican que Themas Herklar ha sido declarado traidor, Jarkan Val les pregunta como puede un regente ser traidor, así que Elviriom advierte al general que no es buena idea meterse con el actual regente. Para demostrarlo hacen entrar a un prisionero acusado de matar, el hombre intenta suplicar perdón alegando que lo hizo por conseguir algo de pan, pero Unos no dice nada y lo calcina con su mirada.
Al ver el poder de Unos, Lupalina decide cambiar de objetivo y no espiarlos más por miedo a ser detectados, así que pide a la bola observar las mazmorras del palacio donde no tardan en ver al antiguo regente destronado con harapos de prisionero en una sucia y oscura mazmorra. Usando el poder del amuleto, Lupalina le dice a Conan que podrá alcanzar el palacio.
Conan atraviesa volando la distancia que los separa hasta la capital de Phalkar atravesando como un fantasma la pared del palacio entra en las mazmorras, donde obliga a un carcelero a rebelarle donde se encuentra Themas Herklar, pero éste solo sabe que está hacia abajo. Al escuchar un grito, Conan noquea al carcelero y sale corriendo entrando en una celda con una losa del suelo movida. Al entrar por ella descubre una caverna y en ella está el anciano al que han torturado. Conan le ofrece el medallón, pero Themas Herklar le advierte que es demasiado tarde para él y que Unos ha sido creado por los dos magos con ayuda de demonios y que el amuleto le será de mejor uso a él. Exhalando el último suspiro muere. De pronto unas criaturas se arrastran de debajo de la tierra y saltan sobre el bárbaro. Conan lucha contra ellas, pero lo superan en número. Entonces la voz de Lupalina le ordena que grite, que no luche en silencio. Conan le hace caso y desaparece en un haz de luz azul.
Conan regresa y le cuesta un rato recuperar el aliento tras la lucha contra los seres de las profundidades. Ahora está decidido a destruir Unos y derrotar a los dos magos, aunque ello le cueste la vida.
