Parquer, Enrique

Enrique Parquer era un controvertido pintor cuya obra de arte algunos calificaban de pornográfica. Como sobre gustos no hay nada escrito, esto no debería haber provocado ningún problema, pero no fue el caso ya que la organización terrorista defensora de la moral conocida como los Perros Guardianes, puso sus ojos sobre Parquer y la exposición que de su arte realizaba en una galería en el Soho.

Los bandidos pretendía secuestrar a Parquer, y el grupo que debía llevar a cabo el secuestro estaba compuesto, entre otros, por Mike Farrell y Stuart Bartlett, que ya habían llevado a cabo otros actos vandálicos como la quema de una tienda de libros. Precisamente durante esta acción, Farrell mostró sus dudas sobre sus actos y esto provocó que los Perros Guardianes decidieran vigilar sus movimientos, las sospechas resultaron ser fundadas puesto que Farrell se dirigió al Soho a visitar a Parquer para prevenirle sobre el ataque que iba a sufrir, sin embargo Enrique en lugar de prestar atención a aquel que pretendía salvarle, pensó que estaba tratando de amedrentarle y lo hechó de la galería de malas maneras.

Posteriormente el Capitán América, que estaba investigando los a los Perros Guardianes, descubrió que un grupo estaba operando en Nueva York, y relacionó la exposición de Parquer como un posible objetivo. El Capi visitó al artista y le previno del peligro, sugiriendo que debía ocultarse mientras alguien ocupaba su lugar pero el artista, que no se consdieraba en peligro, afirmó que tenia demasiadas cosas que hacer antes de la inaguración para correr a ocultarse. El Capi le dio el número de teléfono de la Mansión de los Vengadores por si se sentía amenazado y Parquer, todavía inconsciente al peligro que corría, sugirió que el grupo de aventureros podrían comprar alguna de sus obras.

Las sospechas del Capitán América resultaron ser fundadas ya que un grupo de terroristas secuestró a Enrique y lo llevaron a su base en Vermont, donde junto a otros prisioneros iba a ser sometido a un proceso de “orientación” similar al que utilizaban algunas sectas, para cambiar su comportamiento.

Por fortuna, el Capitán América había decidido vigilar al artista y siguió a los Perros Guardianes hasta su escondite donde con la ayuda del USAgente, derrotó a los terroristas liberando a los prisioneros, entre ellos Enrique Parquer del cual no han vuelto a tenerse noticias.