Kalmari

Kalmari era un poderoso hechicero de Oriente Medio que vivió allá por el siglo XII. Líder de un poderoso culto, Kalmari acababa con la vida de aquellos que entraban en su territorio, tanto si eran las infieles huestes cristianas que llegaban a Tierra Santa durante las cruzadas, como si eran musulmanes que cometían el error de entrar en sus tierras.

Cuando el Caballero Negro se enfrentó a sus siervos en una laguna, Kalmari vio como el Caballero derrotaba a sus guerreros y llegaba hasta él. Intentando crear la duda en el corazón del guerrero, Kalmari le dijo que solo podría detenerlo matándolo, si embargo, su plan no surgió efectó, y el Caballero Negro empaló al hechicero con su espada, el cuerpo de Kalmari desapareció, y tras él solo quedó su amuleto.

El amuleto de Kalmari se perdió durante siglos, y solo fue encontrado en tiempos recientes, cuando apareció en manos de una mujer, a la que solo se conocía por Annie.

La joven se hizo con el amuleto de Kalmari, y este se le apareció ofreciéndole la ayuda para sus problemas. Annie pidió su ayuda para ayudarle frente a su ex marido, que pretendía arrebatarle a su hijo Jason, Kalmari creó a un grupo de guerreros que atacaron al ex marido de Annie, sin embargo, estos guerreros fueron detenidos por el Caballero Negro, que logró derrotarlos, sin embargo, una vez derrotados, los cuerpos se disolvieron.

Reconociendo en sus enemigos a los siervos de Kalmari, el Caballero investigó hasta dar con Annie, viendo que la joven madre tenía en su poder el amuleto de Kalmari, intentó hacerle ver que estaba siendo engañada, sin embargo Annie pidió una vez mas ayuda a Kalmari. Esta desesperada petición era todo lo que necesitaba el hechicero, que tomó posesión del cuerpo de Annie, transformándolo en un gigantesco dragón que atacó al Vengador.

Sin embargo, en vez de combatir, el Caballero Negro logró convencer al dragón que no quería pelear con ella, y que le ayudaría a recuperar a su hijo, ante esto, las dudas de Annie se disiparon, y el poder de Kalmari sobre ella se perdió, recuperando su aspecto humano, mientras que el espíritu del hechicero regresaba al amuleto.

Sin embargo esta vez el Caballero Negro no estaba dispuesto a dejar escapar a Kalmari, y destruyó el amuleto, acabando con el hechicero de una vez por todas.