Caballero Negro VI

El Primer Caballero Negro fue Sir Percy de Scandia, miembro de los Caballeros de la Tabla Redonda del Rey Arturo, en la Inglaterra del Siglo VI DC. El Mago Merlín lo nombró protector del reino para combatir la continua amenaza de Mordred, el traicionero hijo del rey. Para que le ayudara en su misión, Merlín le hizo entrega de una armadura y una espada de Ébano mágicas, construida con el metal de un meteorito y que usaría asumiendo una nueva identidad, la del Caballero Negro.

Muchos años después, cuando iba a tener lugar el enfrentamiento final entre Modred y Arturo, Merlín usó su forma astral para convocar al Caballero Negro, y hacer que este se reuniera con Arturo, sin embargo, Percy no llegó a tiempo, y cuando llegó, la batalla, que se luchó cerca del castillo Garrett, había terminado, y ambos, Arturo y Mordred, se habían herido mutuamente de muerte. Mordred ordenó a sus hombres que le llevaran al Castillo Garrett para poder acabar también con su otro gran enemigo, el Caballero Negro. Una vez allí, Mordred atacó al Caballero con una daga forjada con el mismo meteoro que su espada, tras lo cual murió. Merlin se apareció entonces ante el moribundo Caballero Negro, y le lanzó un hechizo que permitía a su espíritu volver a la Tierra cada vez que lo hiciera Modred. Finalmente, el cuerpo del Caballero Negro fue enterrado bajo el Castillo, junto con su espada.

Parece ser que ninguno de sus descendientes siguió su ejemplo como Caballero Negro hasta el Siglo XII, cuando Eobar de Garrington asumió su nombre y aspecto para luchar en las Cruzadas a las órdenes del Rey Ricardo Corazón de León. Tras él, algunos de sus descendientes adoptaron el manto del Caballero Negro, como Sir Raston, que fue elegido como el mejor guerrero de su época por el viajero del tiempo Kang, y seleccionado para sus Anacronautas.

A mediados del siglo XX, el científico británico Nathan Garrett descubrió la tumba de su antepasado Sir Percy. El espíritu de este se le apareció, ofreciéndole la oportunidad de luchar contra el mal como un nuevo Caballero Negro, pero Nathan demostró ser indigno de ese honor, al no poder desenvainar de su funda su espada de Ébano. No obstante, este suceso inspiró a Garrett, que dio inicio a su carrera delictiva como el Caballero Negro utilizando sus conocimientos de genética para dotar de alas a un caballo, y construir un sofisticado armamento que incorporó a una lanza y un traje de armadura similar al de su antepasado.

Con esa identidad se enfrentó a diversos superhéroes y durante uno de esos enfrentamientos, luchando contra Iron Man, Garrett cayó desde su caballo alado, desde una gran altura. En el lecho de muerte, Garrett le contó su vida a su sobrino, Dane Whitman, diciéndole que lamentaba todo el mal que había hecho. Deseó a Whitman que diera un buen uso a sus inventos y tras esto murió.

Su sobrino decidió corregir el mal que había cometido su tío y asumir su papel, convirtiéndose en el siguiente Caballero Negro. Como el caballo utilizado por Garrett había huido, Whitman usó las notas de su tío para crear otro caballo alado al que bautizó con el nombre de Aragorn. Su primer acto como Caballero Negro fue avisar a los Vengadores de que Magneto había capturado a dos de sus miembros. Aunque los Vengadores lo confundieron en un principio con su criminal tío, enfrentándose a él, pronto se hizo valer ante el grupo de héroes.

Los Amos del Mal, grupo de villanos al que había pertenecido su tío, también se dejaron engañar por el atuendo de Whitman, y confundiéndole con su difunto tío, le ofrecieron un puesto en su grupo para atacar a los Vengadores. El Caballero Negro fingió aceptar, solo para averiguar más sobre sus planes para traicionarles y avisar a los Vengadores. Sin embargo, Ultrón y sus secuaces intuyeron los planes de Dane, y lo sorprendieron camino de la Mansión, dejándolo sin sentido. Tras esto, y valiéndose de un hipnotizado Edwin Jarvis, Ultrón y sus hombres entraron en la mansión y capturaron a los Vengadores. Después de recuperarse, el Caballero Negro corrió hacia la mansión, solo para encontrarse con un desconsolado Jarvis, que entre sollozos le habló del ataque de los villanos, y como se habían llevado al grupo. Whitman rastreó la ciudad hasta encontrar el escondite de los villanos, y se aprestó a liberar a los Vengadores, y juntos derrotaron a los villanos. Los Vengadores ofrecieron a Dane unirse a ellos, aunque Whitman rechazó el ofrecimiento.

Tras saber que había heredado el Castillo Garrett, propiedad de su tío, viajó hasta Inglaterra con la intención de examinar la propiedad y luego venderla. Mientras exploraba el lugar, tropezó con la tumba de Sir Percy, y su espíritu se le manifestó para contarle la historia de la espada, e invitarle a desenvainarla. Tras tener éxito en la empresa, y vencer al demoniaco guardián de la espada, Whitman abandonó el castillo con la misma, que pasó a convertirse en su principal arma. Cada vez que necesitaba el consejo de su antepasado, Whitman lo convocaba encendiendo el llamado Brasero de la Verdad, oculto en una sala secreta del Castillo Garrett.

Poco después, y mediante una vecina llamada Victoria Bentley, conoció al Doctor Extraño, Hechicero Supremo de las artes mágicas y le ayudó en la lucha que este mantenía con el ser extradimensional Tiboro, y contra los dioses asgardianos Surtur e Ymir, batalla esta última en la que también intervinieron los Vengadores.

Whitman permaneció en Inglaterra, aunque tuvo breves contactos con los Vengadores, como cuando intervino en la pelea entre Goliat y el Zumbador, que formaba parte del enfrentamiento cósmico entre los equipos de Kang y el Gran Maestro. Al intervenir en la contienda, el Caballero Negro anuló el combate, y provocó que los Vengadores fueran de nuevo capturados. Valiéndose de su nexo mental con la espada, que había quedado en manos de Goliat al ser capturado, permitió a Dane viajar hasta el lugar donde Kang retenía a los Vengadores y liberarlos. Mientras, Kang había obtenido del Gran Maestro, poder suficiente para matar a los Vengadores, sin embargo, como Whitman no era vengador, el ataque no le afectó, y logró derrotar a Kang. Acabada la batalla, Dane Whitman fue nombrado miembro de los Vengadores, aunque prefirió permanecer en la reserva para cuando lo necesitaran, por lo que permaneció en Inglaterra.

Whitman actuó como héroe en Inglaterra, haciendo cumplir la ley. Sin embargo, en una ocasión que peleaba contra unos ladrones de joyas, Whitman sintió como la espada ansiaba la sangre de los ladrones, y durante la batalla, casi mata a los ladrones. Dane usó el Brasero de la Verdad, para pedir consejo a su antepasado, que le aconsejó arrojar la espada al Pozo del Centro del Tiempo, situado en Stonehedge. Whitman, montado en su caballo, marchó a Stonehedge dispuesto a arrojar la espada al Pozo, sin embargo, fue trasladado a Polemacus, hogar del guerrero Arkón, el cual se había aliado con la villana Encantadora, que le convenció de que Whitman era un espía.

Hechizado por la Encantadora para que les obedeciera, el Caballero Negro peleó junto a Arkón y la Encantadora contra los Vengadores, hasta que finalmente, ya libre del hechizo, se enfrentó a Arkon. El choque de la espada contra los rayos de Arkon, provocó que la espada cayera al pozo, la batalla acabara, y Whitman quedara libre de la maldición. Sin embargo, la espada fue a parar a manos de Ares, el Dios Olímpico de la Guerra. Ares, aliado con la Encantadora, logró acabar con los Dioses Olímpicos convirtiéndolos en cristal, y logró capturar a Hércules (que por su estado de semidiós no se había afectado por el hechizo) y tras borrarle la memoria, lo arrojó a la Tierra, al tiempo que continuaba su plan de atacar Asgard, la patria de la Encantadora, a través de la Tierra.

Un Hércules desmemoriado, viajó sin rumbo hasta que casualmente se encontró con el vengador Ojo de Halcón, que le reconoció y llevó junto a los Vengadores. Ya por aquel entonces comenzaban a notarse los efectos de los planes de Ares, que habían alertado a los Vengadores, la presencia de Hércules no hizo mas que acrecentar sus sospechas, pero antes de que lograran devolverle la memoria al olímpico, Ares mandó a sus hombres para capturarlo, ya que lo consideraba peligroso aún en su estado desmemoriado. Tras la captura de Hércules, todos los que habían sido Vengadores en alguna ocasión, fueron convocados al Castillo Garrett por el Caballero Negro. Whitman les informó de lo que su ancestro le había comunicado a través del Brasero, los planes de Ares y su inminente ataque a la Tierra. Los Vengadores se aprestaron a defender la Tierra y atacar el Olimpo. Así, el Caballero Negro y un reducido grupo de Vengadores viajaron al Olimpo para luchar contra Ares y sus hombres. En el Olimpo, el Caballero Negro combatió a Ares, entreniéndole lo suficiente para que Thor lo derrotara, y recuperando su espada, tras lo cual la batalla terminó.

Sin embargo, el Caballero Negro se había ganado la enemistad de la Encantadora por haber frustrado dos de sus planes, y esta planeó vengarse, lanzando un hechizo que convirtió a Dane en una estatua de piedra, mientras que su espíritu se remontaba varios siglos en el tiempo, poseyendo el cuerpo de su antepasado, Eobar Garrington, durante los cinco últimos años de su vida, años que pasó combatiendo en las cruzadas.

En el presente, el Doctor Extraño hacia inútiles intentos de liberar a su amigo. Sin embargo, el Doctor Extraño tuvo conocimiento de la existencia del Ojo Mágico, un objeto de gran poder místico originario del mágico reino de Avalon, y por fin vio una posibilidad de liberar a su amigo. El Doctor Extraño reunió a los Defensores, amigos y aliados del Caballero Negro, para intentar hacerse con el Ojo Mágico. Sin que lo supiera Extraño, su gran enemigo, Dormammu, también planeaba hacerse con el Ojo, y usó sus poderes mágicos para engañar a los Vengadores, haciéndoles creer que los Defensores eran malignos. Esto provocó un enfrentamiento entre Vengadores y Defensores, por la vida del Caballero Negro. Finalmente ambos grupos superaron sus diferencias, y se unieron contra Dormammu, al que derrotaron, permitiendo a Extraño hacerse con el Ojo. Usando los poderes mágicos del Ojo, los Defensores viajaron al Siglo XII, donde encontraron a Dane en el cuerpo de Eobar. Los Defensores ayudaron a Dane a derrotar a Modred, que poseía el cuerpo de un descendiente suyo, y que se había aliado con el ambicioso hermano de Ricardo, Juan sin Tierra. Tras la batalla, los Defensores regresaron al presente, dejando a Whitman en el pasado a petición suya, mientras su cuerpo convertido todavía en piedra, seguía en el siglo XX.

En los años siguientes, Dane continuó habitando en el cuerpo de Eobar, luchando en las cruzadas contra los infieles, y contra Modred. Finalmente, una serie de acontecimientos le hicieron ponerse en contra de Ricardo Corazón de León, marchar de la cruzada y conocer a Amergin, druida de Avalón, que le pidió ayuda para salvar a la isla mística Avalón. Avalón corría el riesgo de ser invadido por los Fomor, enemigos ancestrales de los dioses célticos, tan grande era el peligro, que Dane hizo que Amergin contactara con un descendiente suyo del siglo XX, el Doctor Druida, para que este pidiera ayuda a los Vengadores. Los Vengadores aceptaron luchar contra los Fomor para ayudar a su camarada, la presencia de los Vengadores desniveló la balanza en favor de Avalón, y obligó a los Fomor a convocar a su mas peligroso guerrero, Balor. Esto había sido previsto por el Caballero Negro y Amergin, que usaron entonces el Ojo Mágico (llevado al pasado por los Defensores en su anterior visita), cargado por los poderes de Balor para poner fin a la batalla. Whitman usó el Ojo para cerrar el portal dimensional que unía el plano de la existencia de Avalón con el de la tierra. El Caballero Negro vio como su espíritu retornaba al Siglo XX, de vuelta a su cuerpo original reconvertido de nuevo en carne. El cuerpo de su antepasado Eobar, se desintegró en el proceso.

Sin embargo, el Caballero Negro no volvió con sus compañeros inmediatamente, ya que tras cinco años en el siglo XII necesitaba adaptarse a su vuelta al Siglo XX. Mientras, el Caballero Negro ayudó a un amnésico Capitán Britania a recuperar la memoria, y vivió varias aventuras junto a él y dos seres que decían ser el Rey Arturo y Merlin. Se instaló en el Castillo Garret, ahora propiedad de su vecina Victoria Bentley. Esta lo había comprado cuando el gobierno inglés lo expropió y subastó por impago de los impuestos.

La readaptación de Dane al presente no iba bien, y la actitud huraña y violenta del Caballero Negro preocupó a Victoria, que pidió ayuda al Doctor Extraño. Este descubrió que al forjar la espada, Merlín había creado un lazo entre el arma y su portador. Aunque Sir Percy fue uno de los hombres más nobles de su época, había cometido actos maléficos (seguramente al tomar la vida de otros en combate). Esta maldad condenaba a la espada de Ébano y a su poseedor a cometer mas y mas derramamientos de sangre una vez la espada probaba la sangre. Había sido esta maldición la que había impelido a Whitman a quedarse en el pasado combatiendo en las cruzadas, en lugar de volver al presente junto a los Defensores. Tras convencer a Dane de la maldad de la espada, Extraño le dijo que introdujera la espada en el Brasero de la Verdad. Al hacerlo, el Brasero se rompió liberando el espíritu de Sir Percy, liberando a Dane de la maldad. Sin embargo, la maldición continuaba en la espada.

Libre de la maldición, el Caballero Negro se encontraba ya en condiciones de volver con sus camaradas Vengadores. Sin embargo, su vuelta a la Mansión no fue como Dane esperaba, ya que su llegada coincidió con el periodo de locura del vengador androide Visión, que atrapó al Caballero Negro convirtiéndolo en su prisionero. La llegada de los otros Vengadores permitió a Dane liberarse, y junto a ellos logró liberar a la Visión de su locura, acabando con la batalla. Tras el abandono de la Visión y la Bruja Escarlata de los Vengadores, el Caballero Negro fue invitado a unirse a los Vengadores.

Junto a ellos, combatió amenazas como la de Terminus, al que derrotaron en la Tierra Salvaje, luchó contra Nebula y sus mercenarios aliados con los Skrulls, contra el Todopoderoso, contra Kang y otras muchas amenazas. Entablaría una gran amistad con algunos de sus compañeros, como Starfox, Hércules o el Capitán América, al tiempo que desarrollaba un profundo afecto hacia otra de sus compañeras, Janet Van Dyne alias la Avispa, afecto que no sería correspondido.

Uno de los periodos mas negros del Caballero Negro como Vengador fue cuando la Mansión de los Vengadores fue atacada por los nuevos Amos del Mal, liderados por el Barón Zemo, que reunió a más de una docena de poderosos villanos para combatir a los Vengadores. Los Amos del Mal tomaron la Mansión, cogiendo prisionero a Jarvis, y sorprendiendo a los Vengadores uno a uno a medida que regresaban. Así, Whitman fue presa fácil de uno de los Amos del Mal, Mr. Hyde, que tras propinarle una brutal paliza, lo cogió prisionero. No tuvieron mejor suerte la Capitana Marvel, que fue exiliada a otra dimensión, ni el Capitán América, capturado por el Arreglador, ni mucho menos Hércules, que superado ampliamente en número, fue apaleado hasta casi la muerte. Solo la Avispa logró escapar, y reunir a un grupo de héroes para intentar liberar a sus compañeros. En el interior de la Mansión, el Caballero Negro y el Capitán América lograban escapar, y se unieron al grupo de la Avispa, y entre todos lograron derrotar a los Amos del Mal.

Dane pasó un breve periodo hospitalizado para recuperarse de las heridas sufridas contra los Amos del Mal, pero pronto regresó al servicio activo, para enfrentarse a enemigos como Tyrak, e incluso murió como parte de un loco plan del Gran Maestro para robarle los poderes a la Muerte. De vuelta a la vida, el Caballero Negro hubo de ver como su amigo Hércules era secuestrado del hospital donde había permanecido en coma desde el combate contra Zemo y sus hombres. Junto al resto del grupo, Dane fue capturado por los Dioses Olímpicos, por orden de Zeus que les consideraba culpables de las heridas de su hijo. Los derrotados Vengadores fueron condenados a muerte por tormento en el Hades, de donde fueron liberados por Namor. Whitman y el resto de Vengadores lucharon contra los Olímpicos, y tras derrotarlos, lucharon contra el propio Zeus, que demostró ser demasiado para ellos, y solo la recuperación de Hércules les salvó.

La marcha del Capi del grupo, coincidió con una etapa crucial en la vida del Caballero Negro. La esposa del vengador Namor, Marrina, un miembro de la raza Plodex, metamorfoseada en una gigantesca serpiente. Incapaces de detener a Marrina, y como esta era una amenaza para cualquiera que surcara los mares, Namor tomó la decisión de acabar con la vida de la joven. Armado con la espada de Ébano de Dane, Namor mató a su esposa.

A pesar de que era Namor quien empuñaba la espada, el Caballero Negro se vio afectado por la maldición, que hizo que su cuerpo se volviera del mismo metal que la espada, y causando que enloqueciera. En ese estado, fue presa fácil del control mental de la tentadora Terminatrix, que controló a los Vengadores para sus propios fines, causando su disolución temporal. Entonces el Caballero Negro se unió a otro de los Vengadores, Thor para liberar su patria de Asgard, invadida por las fuerzas del dios egipcio Seth. Fue durante esta batalla, cuando el cuerpo de Dane quedó completamente inmóvil, convertido en una versión humana de su espada. El inmóvil cuerpo del Caballero sirvió al asgardiano Hogun para derrotar a Seth. Acabada la batalla, Thor llevó a Dane a la Tierra.

Una vez en la Tierra, Sir Percy poseyó el cuerpo de su descendiente para abortar los planes de un renacido Mordred y su tía, Morgana Le Fey, que intentaban conquistar el mundo mediante magia negra. Una vez derrotados, Sir Percy entró en la espada de ébano, liberando a Dane de la maldición, y devolviéndole a la normalidad.

El Caballero Negro volvió a los Vengadores, primero como miembro de reserva, y más tarde como miembro regular en cuanto tuvo la oportunidad. Cuando estalló la guerra entre las razas alienígenas Kree y Shi'ar, todos los Vengadores en activo o en la reserva fueron requeridos para salvar la Tierra, entre ellos Dane Whitman, que ahora portaba una espada láser. El Caballero Negro formó parte del contingente de Vengadores que viajó al Imperio Kree para intentar acabar con la guerra. Ardua tarea que acabó con la captura de Dane y sus compañeros. Liberados por Iron Man, fueron testigos del genocidio cometido por la Inteligencia Suprema hacia su propio pueblo. Se produjo un cisma en el seno de los Vengadores, entre los partidarios de usar fuerza letal para derrotar a la Inteligencia Suprema, y los detractores de matar. El Caballero Negro, aún influenciado por las secuelas de la maldición y sin pensar con claridad, se puso de parte de los que pedían sangre. De hecho, fue el Caballero Negro el que usó su espada láser al máximo poder, para matar (o así creían) a la Inteligencia Suprema, lo que le valió el odio de todo el Imperio Kree.

De vuelta a la Tierra, combatió junto a los Vengadores contra Ares, el Segador o los Saqueadores Estelares. Precisamente contra los Saqueadores Estelares, Dane fue herido gravemente por uno de sus miembros, Raza, comprado por los Kree para que matara a Whitman, al que creían asesino de su líder. Poco después, Dane tuvo que combatir a su escudero, Sean Dolan, que sucumbió a la maldición de la espada de ébano, y pasó a convertirse en la entidad malévola Espectro de Sangre.

Durante este periodo en el grupo, Dane Whitman comenzó una relación con una de sus compañeras, Sersi, perteneciente a la inmortal raza de los Eternos. Sin embargo, Dane se sentía atraído por otra de sus compañeras, la Inhumana Cristal, aunque dada su condición de mujer casada, Dane intentó alejarla de su mente.

Se hizo patente entonces la amenaza de los Recolectores, grupo formado por Vengadores de varias líneas temporales que tenían un nexo en común, todas ellas habían sido destruidas por una Sersi enferma de la senilidad, una enfermedad que vuelve locos a los Eternos, y que estaban liderados por Proctor, una versión de otra dimensión del Caballero Negro. En esta época, Dane y sus camaradas lucharon contra amenazas como Arkon, al que ayudaron a salvar su planeta Polemacus, Lord Ghaur o los quintacolumnistas Kree que planeaban destruir la Tierra, además de varios combates contra los Recolectores, uno de los cuales acabó con la captura del Espadachín, que les informó de las intenciones del grupo.

Además, los Eternos establecieron un nexo mental entre Sersi y Dane, para evitar que Sersi sucumbiera a la senilidad, que afectaba la mente y comportamiento del Caballero Negro, aunque esto no impidió que finalmente Dane y Cristal iniciaran una relación. Así, cuando Sersi enloqueció finalmente, el nexo que unía al vengador y a la Eterna amenazaba con volver loco a Dane también, pero gracias a la atracción que sentía por Cristal, logró romper el lazo mental.

Sersi fue capturada por Proctor, que aceleró su enfermedad hasta hacerla incurable. Mientras, Dane y sus compañeros perseguían a los Recolectores, y en una última batalla los derrotaban. Sin embargo, el estado de Sersi era irreversible, y se veía obligada a marchar a un universo paralelo para no convertirse en una amenaza para la Tierra. Viendo que él mismo podía haberse convertido en un ser como Proctor, Dane la acompañó a ese universo de bolsillo.

El pórtico, sin embargo, acabó curando a Sersi y les envió a la época de las cruzadas, donde la mente de Dane se introdujo en el cuerpo de uno de sus antepasados. Allí Dane hubo de enfrentarse con otro cruzado, Paris Du Bennett, que acabó transformado en el enloquecido mutante Éxodo, y tuvo que ser enterrado para ser detenido. Dane y Sersi lograron regresar a su época, pero, durante el viaje temporal, los enemigos ancestrales de los Eternos, los Desviantes, liderados por Ghaur, atrajeron a Sersi hacia Lemuria, como parte de un plan de dominación cósmica.

Por su parte, Dane regresó bien pero descubrió que los Vengadores parecían haber muerto tras la batalla contra Onslaught, por lo que decidió aceptar una oferta de Jim Hammond, presidente de Oracle Inc. para trabajar como científico y héroe junto a los Héroes de Alquiler. Entonces Dane fue convocado por la Dama del Lago, la patrona mística de Camelot. La Dama llevó a Dane hasta Avalón, la mítica isla donde dicen que el Rey Arturo estaba enterrado. (No confundir con la Avalón de los Fomor) La Dama convirtió al Caballero Negro en el sucesor del Rey Arturo, o "el nuevo Pendragón". La Dama, además le otorgó una nueva armadura y nuevas armas, la Espada Luminosa y el Escudo Nocturno.

Con este nuevo equipamiento Dane trabajó con los Héroes de Alquiler. En una de sus misiones tuvo que impedir que Ghaur y los Desviantes crearan una Antimente para asesinar a los Celestiales, para lo que habían secuestrado a Sersi cuando ella y Dane volvían de las cruzadas. Poco después Dane ayudó a los Vengadores cuando regresaron de su aparente muerte y fueron atacados por Morgana Le Fey. Los Vengadores reclutaron a la totalidad de sus antiguos miembros, por lo que Dane se reencontró con todos sus ex compañeros, a los que no veía desde que viajó con Sersi al pasado. Entonces aclaró por fin las cosas con Cristal.

Paralelamente Dane ejercía sus misiones como nuevo Pendragón, descubriendo a un dragón que se ocultaba como un importante financiero. El dragón, sin embargo, acabó aliándose con él para acabar con Malekith, el elfo oscuro, que también estaba en la tierra camuflado como hombre de negocios para intentar destruir Avalón. Tras la batalla de los Héroes de Alquiler contra el Hombre Bestia y el reaparecido Éxodo en la montaña de Wundagore, el Alto Evolucionador, señor de a montaña, le ofreció a Dane quedarse con él y liderar su ejército de animales humanoides llamado Caballeros de Wundagore, sucediendo a Mercurio, el marido de Cristal. Dane se quedó para investigar las propiedades mágicas de Wundagore y los milagros científicos que el Alto Evolucionador produce allí, además de entrenar a los Caballeros.

Más tarde el Caballero Negro dejó Wundagore y volvió a Nueva York para reencontrarse con los Vengadores, a los que ayudó en una misión en Polemachus, donde tuvieron que ayudar a Arkón a derrotar a la Brigada de Demolición. Poco después ayudó a su viejo amigo el Capitán Britania a liberar Otro Mundo de una amenaza provocada por Kang. Mientras tanto, Sean Dolan acudió a las ruinas de Eslorenia, el país arrasado por el androide Ultrón. Las almas en pena de todos los muertos activaron la maldición de la espada de Ébano, haciendo que Dolan perdiera el control sobre el Espectro de Sangre, que aumentó en poder y tamaño. Los Vengadores consiguieron dejarle atrapado en Eslorenia y Dane se ofreció a quedarse allí junto a Ave de Fuego para vigilarle y tratar de hacer rehabitable el país, en condición de Vengadores en misión especial. Después de la crisis mundial que supuso al ataque de Kang el Conquistador, durante la cual Dane volvió a actuar como miembro en activo, el Caballero Negro sigue como miembro de reserva en Eslorenia vigilando al Espectro de Sangre y acudiendo si los Vengadores le llaman.