Enciclopedia del Universo Marvel

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datos

Nombre Original:

Olympians

Nombre Real:

Dioses Olímpicos

Otros Nombres:

Dioses griegos, dioses romanos, dioses grecorromanos

Componentes Conocidos:

Afrodita, Apolo, Ares, Artemisa, Atenea, Cerbero, Cupido, Démeter, Dionisios, Discordia, Fobos, Forcis, Gea, Hebe, Hefestos, Hera, Hércules, Hermes, Momos, Neptuno, Perséfone, Plutón, Prometeo, Rea, Tifón, Vesta, Zeus

Lugar de Origen:

Olimpo, en una dimensión adyacente a la Tierra

Primera Aparición: T@ 1

historia

Los Dioses Olímpicos son una raza de seres inteligentes, de aspecto humano, pero con increíbles poderes sobrehumanos, que fueron adorados por los griegos y los romanos en la antigüedad, entre el 2500 antes de Cristo y el 200 después de Cristo. Los Dioses Olímpicos moran en el Olimpo, una pequeña dimensión de bolsillo adyacente a la Tierra, que tiene un único nexo de unión entre ambas, el Monte Olimpo, en Grecia.

Cuando el culto a los Dioses Olímpicos pasó de los griegos a los romanos, estos cambiaron algunos nombres, y así, Zeus, monarca de los Dioses Olímpicos, pasó a llamarse Júpiter para los romanos.

Los Dioses Olímpicos, a excepción de Neptuno, que es adorado como patrón por algunas de las razas de las profundidades de los Océanos, carecen de adoradores en la Tierra en la actualidad. Sin embargo, algunos de estos Dioses como Venus o Hércules, todavía siguen moviéndose entre los humanos.

El origen preciso de los dioses Olímpicos, al igual que el del resto de los panteones de dioses terrestres, se mezcla con la leyenda. Si hacemos caso a las antiguas historias, todos los Dioses Olímpicos provienen de Gaea, una entidad primigenia que existe desde el principio de la humanidad, pero se ignora si fueron concebidos en la Tierra, en el Olimpo o en algún otro lugar. De acuerdo con los mitos, Gaea creó al dios del Cielo, conocido como Uranos. Tras esto, engendró a los hijos de Uranos, los primeros de la raza de los Olímpicos, los llamados Titanes, y entre los que se encontraban, entre otros, Cronos y Rhea. Cronos se alzó contra su padre Uranos, y tras derrotarlo se erigió en gobernante de los Olímpicos. El moribundo Uranos profetizó que al igual que él había muerto a manos de su hijo, ese sería el mismo destino que seguiría Cronos. Asustado por el vaticinio de su padre, Cronos decidió que cada hijo que engendrara su pareja, Rhea, sería encerrado en el Tártaro, una inhóspita y agreste porción del Olimpo, situado en el Hades.

Apenada por el destino de sus hijos, Rhea decidió mantener en secreto el nacimiento del sexto de sus hijos, Zeus, al que dio a luz en la Tierra, en la región conocida actualmente como Grecia. Zeus creció y se hizo adulto en la isla conocida como Creta. Zeus consiguió liberar a sus hermanos, Neptuno, Plutón, Hera, Demeter y Vesta, del Tártaro, y junto a ellos emprendió una guerra contra Cronos y sus hermanos Titanes, guerra que duró diez años y que acabó con la victoria del bando de Zeus, que tras encerrar a los Titanes en el Tártaro, se trasladó junto a sus hermanos al Olimpo, y se convirtió en el supremo gobernante de los Olímpicos.

Zeus se casó con su hermana Hera, con quien tuvo descendencia, pero tuvo numerosos escarceos con mujeres mortales, algunas de las cuales también le dieron hijos. Zeus y cuatro de sus hermanos (Plutón prefirió erigirse en gobernante único del subsuelo conocido como Hades), junto a los hijos de Zeus Apolo, Ares, Artemisa, Atenea, Hefestos, Hermes y Venus, formaban la cúpula gobernante del Olimpo, y cuando la hermana de Zeus, Vesta, renunció a su puesto, este le fue ofrecido a otro de los hijos de Zeus, Dionisios.

Después de la era Hyboria, los Dioses Olímpicos encontraron adoradores en la Tierra, así, Neptuno se convirtió en el dios protector de los respiradores de agua conocidos como los atlantes, mientras que el resto de Dioses Olímpicos encontraron adoradores entre los habitantes de la tierra moradores de la región conocida como Grecia.

El único nexo de unión entre la Tierra y el Olimpo se encontraba en el Monte Olimpo, en Grecia, muy cerca de la ciudad de Olimpia, donde moraba la raza conocida como los Eternos. Se produjo entonces una reunión entre los líderes de ambos pueblos, reunión mantenida por Zeus, y su hija Atenea, y el dirigente de los Eternos, Zuras, y su hija Azura. Atenea, viendo el increíble parecido entre su padre y Zuras, y entre ella misma y Azura, propuso que ambos pueblos se aliaran, y que los Eternos podrían actuar como la representación de los Dioses Olímpicos en la Tierra. Los otros tres se mostraron de acuerdo con la idea de Atenea, y como muestra de buena voluntad, Azura cambió su nombre por el de Thena, parecido al de Atenea. Con el paso del tiempo, muchos humanos empezaron a creer que los verdaderos dioses eran los Eternos en vez de los Olímpicos, lo que llevó a un resentimiento entre los Olímpicos y los Eternos, resentimiento que acabó en guerra entre ambos pueblos, incluyendo a ambos líderes, pero finalmente todo se solucionó, y ambos pueblos están en paz.

Los Dioses Olímpicos fueron también adorados por el Imperio Romano, que les adoraron durante siglos, pero la llegada del Cristianismo relegó a los adoradores de los Olímpicos a un segundo plano, amenazando con hacer desaparecer el culto a los dioses. Zeus decidió que era momento de que los Olímpicos rompieran todos sus lazos con los humanos y no intentó luchar contra el cristianismo. Solo Neptuno continuó en teniendo adoradores en la Tierra, en la figura de los Atlantes. A pesar de no tener ya adoradores en la Tierra, Zeus se sigue preocupando de los habitantes de la Tierra, y algunos de sus hijos, como Hércules o Afrodita, han permanecido durante largos periodos de tiempo en la Tierra.

Los dioses Olímpicos han tenido contactos con otros panteones de otros dioses, por ejemplo con los Asgardianos dirigidos por Odín. Estos contactos no siempre han sido pacíficos, como cuando se produjo la guerra entre el Olimpo y Asgard, que enfrentó a los dos retoños de ambos panteones, Thor y Hércules, ante la atenta mirada de ambos patriarcas. Sin embargo, una vez solventado este conflicto, ambos panteones han forjado grandes lazos de amistad.

Cuando los Celestiales llegaron a la Tierra, para juzgar si esta era digna de vivir, los Panteones celestiales se reunieron, para intentar salvar a la Tierra, y los Olímpicos se unieron a dioses del panteón asgardiano, egipcio, indio y otros para salvar la Tierra. Así, mientras las matriarcas de los Panteones reunían a varios de los bebes mas perfectos para mostrárselos a los Celestiales, los patriarcas creaban a la criatura conocida como el Destructor, que contenía la esencia vital de todos los Asgardianos, excepto de Thor. A pesar de que el Destructor fue finalmente derrotado, las matriarcas, que viajaron de un lugar a otro de la Tierra buscando a los niños, pudieron crear a los Jóvenes Dioses, que tras ser examinados por los Celestiales, sirvieron para que estos permitieran a la Tierra vivir. Poco después, el patriarca de los Olímpicos, Zeus le daba a Thor el poder suficiente para resucitar a Odín, y este a su vez resucitaba a los demás Asgardianos.

Además de a conflictos externos, los Dioses Olímpicos se han visto obligados a defenderse de las conspiraciones de algunos de su miembros, como es el caso de Plutón, que ha llevado a cabo varios intentos de conquistar el Olimpo, o Ares, el Dios de la Guerra, que aliado con la Encantadora convirtió en cristal a todos los Olímpicos, o los planes de Tifón, que envió al Limbo a Zeus y los demás Olímpicos, antes de ser derrotado finalmente por Hércules y los Vengadores. Sin embargo, a pesar de que los Vengadores han ayudado en varias ocasiones a los Dioses Olímpicos, esto no impidió que Zeus lanzara a sus hijos contra los héroes terrestres. Esto sucedió después de que los Señores del Mal invadieron la Mansión de los Vengadores, y dejaron a Hércules malherido en un hospital, Zeus ordenó a Hermes que viajara a la Tierra y trajera al Olimpo a su hijo, Hermes así lo hizo, y Hércules, en el Olimpo y en medio de delirios, acusó erróneamente a los Vengadores de ser los causantes de su desgracia. Enfurecido, Zeus mandó a sus hijos contra los Vengadores. Los Olímpicos viajaron a la Tierra dispuestos a obedecer las órdenes de su padre, así, Dionisios, disfrazado de vendedor de helados, le dio uno a una de los Vengadores, Hulka que la drogó, volviéndola contra sus compañeros, sin embargo el Dios del vino fue descubierto, y fue momentáneamente derribado por la Capitana Marvel, haciéndole perder el control mental sobre la vengadora. Entonces entraron en acción el resto de los hijos de Zeus para atacar a los Vengadores, al tiempo que Hefestos y Ares luchaban con Thor en el Olimpo, y lo derrotaban a traición. Dionisios que engañó al Doctor Druida fingiéndose inconsciente antes de vencerlo, y después engañó a Hulka, usando otra de sus drogas para dejarla sin sentido. Hermes por su parte usaba su cegadora velocidad para vencer al Capitán América y al Caballero Negro, pero la Capitana Marvel demostró ser demasiado rápida para él, y necesitó de la ayuda de Artemisa para derrotarla. Neptuno por su parte, capturaba a Namor en las profundidades, y Artemisa viajaba al Caribe para capturar a la Avispa durante sus vacaciones.

Los Vengadores fueron confinados al Hades, de donde escaparon gracias a la ayuda de Namor, los Vengadores viajaron al Olimpo con la intención de convencer a Zeus de su inocencia, para ello contaron con el apoyo de algunos olímpicos que creyeron en su inocencia. Entre estos Dioses habían algunos miembros importantes del Panteón, como Atenea, Apolo, Hefestos o Afrodita. Zeus supo de los planes de los Vengadores y la traición de algunos de sus hijos, y tras derrotar a sus díscolos parientes, ordenó a sus hijos mas leales que los volvieran a capturar. Los Vengadores lograron derrotar esta vez a los Olímpicos, a excepción del propio Zeus, que se enfrentó a todo el grupo y logró derrotarlo. Finalmente, gracias a la intervención de Prometeo, Hércules se recuperó del coma, y evitó que su padre matara a los Vengadores contándole la verdad. Arrepentido de sus actos, Zeus ordenó que ningún Olímpico volviera a pisar la Tierra, por los Olímpicos han permanecido en el Olimpo desde entonces.

Con ocasión de la guerra entre los Dioses Oscuros y los asgardianos, los Dioses Oscuros tomaron la apariencia de los asgardianos y atacaron el Olimpo y a los Dioses Olímpicos para enemistar a ambos panteones. Durante días, los Olímpicos combatieron contra los Dioses Oscuros, hasta que estos se retiraron, dejando importantes bajas tras de si, como por ejemplo la de Dionisios, y el Olimpo prácticamente destruido. Se ignora si una vez acabada la guerra entre Asgardianos y Dioses Oscuros los lazos de amistad entre Olímpicos y Asgardianos han vuelto a su cauce. Dada su condición de Dios, no se descarta que Dionisios no muriera realmente, o que Zeus utilice su poder para devolverle a la vida una vez acabada la guerra contra los Dioses Oscuros. Desde entonces, no se ha vuelto a ver a ningún Olímpico en la Tierra, a excepción de Hércules.

descripción

null:

Humanoide

null:

Cinco en manos, con un pulgar abatible, y cinco en pies

Organización:

Monárquica, existe un panteón principal de una docena de miembros, del cual Zeus es el rey.

Ojos:

Dos

Pelo:

Variable

Piel:

Blanca

Rasgos Distintivos:

Todos los Dioses Olímpicios poseen ciertos poderes físicos sobrehumanos. Todos ellos son inmortales, que dejan de envejecer una vez han alcanzado la madurez, y no pueden morir ni privárseles de la vida por medios convencionales.

Los Olímpicos son inmunes a todas las enfermedades terrestres, y son extremadamente resistentes a cualquier daño físico o herida. Si se les produce una herida, su cuerpo se recupera a una velocidad muy superior a la de un humano normal. Si se le produjera una herida de tal magnitud, que se incinerara su cuerpo o se dispersara la mayor parte de las moléculas de su cuerpo, solamente en ese caso, podría ocurrir que un Olímpico muriera. Aún en ese caso extremo, podría volver a la vida si alguien de un poder igual o superior al suyo, o varios dioses actuando juntos, le dieran al fallecido parte de su energía vital para restaurarle antes de que las moléculas del cuerpo del herido se hubieran dispersado de manera definitiva, y aún así, podrían ser resucitados por Zeus.

Todos los Olímpicos poseen una piel tres veces más densa que los humanos, y además poseen una resistencia y una fuerza muy superior a la de un hombre normal. La fuerza media de un Olímpico va desde la capacidad para levantar hasta 100 toneladas, como Hércules, a las 70 toneladas de Neptuno, o las 30 toneladas que puede levantar una diosa.

Ficha:

853

versión:

5.01

creada:

14-11-02

redactor:

Víctor

revisor:

Doctor Comic