Zuras

Zuras y su hermano Alars fueron los hijos mayores de Kronos, el líder de la primera generación de Eternos que existió en la Tierra. Cronos trabajaba en un experimento para hallar el secreto de la inmortalidad, y mientras estaba trabajando en su laboratorio en la ciudad de Titanos, se produjo una explosión que desencadenó un estallido de energía cósmica. La explosión demolió la ciudad de Titanos, y los átomos de Cronos se expandieron por todo el Universo, aunque su forma astral, que ahora poseía ahora una inteligencia y unas percepciones divinas, sobrevivió en este plano de la existencia. La energía cósmica desencadenada tras la explosión, produjo una mutación en los Eternos que sobrevivieron a la destrucción de Titanos. Desde entonces tanto ellos como sus descendientes serían prácticamente inmortales, no envejecerían en términos humanos y no podrían morir a menos que se dispersasen la mayor parte de sus átomos.

Tras la muerte de su padre, Zuras y Alars iniciaron juntos la primera creación de la Uni Mente, en la que se decidió que Zuras ocupara el puesto de su padre Kronos (WI? 25). Alars, que tenía ideas muy diferentes acerca del destino de los Eternos, decidió autoexiliarse de la Tierra para no desunir a los Eternos, Alars acabaría llegando a una de las lunas de Saturno, Titán, donde con el nombre de Mentor crearía la raza conocida como los Eternos de Titán. Zuras dirigió la construcción de la nueva ciudad principal de los Eternos, Olimpia, en una recóndita región montañosa de Grecia. Otros Eternos construían otras ciudades a lo largo del planeta, pero Zuras continuó siendo el líder de los Eternos de la Tierra.

En algún momento, Zuras contrajo matrimonio con otra de los Eternos, Cybele, con la que tuvo una hija, Azura, quien más tarde sería conocida como Thena. Cuando la civilización griega comenzó a crecer, el Dios Olímpico Zeus decidió dar a conocer a los griegos su presencia y la de los dioses Olímpicos para que estos les adoraran. El principal nexo de unión entre el Olimpo, donde vivían Zeus y los otros dioses, y la Tierra, era el monte Olimpo en Grecia, cerca de la ciudad de los Eternos de Olimpia. Entonces, Zeus y su hija Atenea se reunieron con Zuras y su hija Azura, que se había convertido en la principal consejera de su padre. Notando el parecido existente entre Zeus y Zuras, y entre Azura y Atenea, la diosa de la inteligencia sugirió que los Eternos y los Olímpicos podían formar una alianza mediante la cual, los Eternos podían ser la representación física de los Olímpicos en la Tierra. Los tres miembros restantes de la reunión se mostraron de acuerdo, y Azura asumió el nombre de Thena como muestra.

Durante los años siguientes, Zuras dirigió los destinos de los Eternos, y los encabezó en su lucha contra los Desviantes, que intentaban evitar la llegada de los Celestiales {E 5}. Sin embargo, con el paso de los años, los humanos empezaron a confundir a los Eternos no con los Dioses Olímpicos, sino con Dioses independientes. Esta confusión dio paso a un creciente resentimiento de los Olímpicos hacia los Eternos, que finalmente desembocó en una guerra entre ambos pueblos, y a un enfrentamiento entre el propio Zuras y Zeus {T 291}. Finalmente la guerra acabó el mismo día en que empezó, y desde entonces Olímpicos y Eternos han permanecido en paz.

Cuando Zuras supo de la inminente llegada de la Cuarta Hueste de los Celestiales, reunió a los Eternos, y formó la primera Uni Mente de la era moderna para intentar comunicarse con el Celestial Arishem {E 11}. Más tarde, Zuras volvió a reunir a los Eternos en una segunda Uni Mente para sondear la nave en la que venían los Celestiales, fue entonces cuando supo que la Cuarta Hueste venía a juzgar si la humanidad era digna de sobrevivir, de acuerdo con los estándares que ellos mismos habían establecido {T 291}. Para prevenir una posible aniquilación Zuras se puso en contacto con el Dios Asgardiano Odín, para ponerse de acuerdo para expulsar a los Celestiales de la Tierra. Así pues, Zuras volvió a reunir a los Eternos en una tercera Uni Mente, y se dirigieron a Perú, donde se encontraba la base de los Celestiales en la Tierra, allí se unieron al cuerpo creado por Odín, el Destructor, dispuestos a enfrentarse a los Celestiales {T 300}. Sin embargo, los Celestiales Agamenon y Jemiah bombardearon al Destructor con poderosos rayos de energía, hasta que disolvieron la Uni Mente, haciendo que esta se deshiciera, y que todos los Eternos cayeran inconscientes. Sin embargo Zuras, cuya consciencia era el centro de la Uni Mente, murió inmediatamente como consecuencia de los rayos debido a una muerte cerebral, mientras que su cuerpo caía intacto junto al de sus compañeros. Finalmente, los Celestiales abandonaron la Tierra al juzgarla digna de sobrevivir.

Después de que se conociera la muerte de Zuras {T 301}, los Eternos escogieron a su hija Thena como su nueva líder. Sin embargo, aunque el cuerpo de Zuras había muerto, su consciencia todavía permanecía en su cuerpo. Así, cuando los Eternos acababan de regresar a Olimpia, fueron atacados por un ejército de Desviantes que los sorprendieron y derrotaron, y después les colocaron unas "minas mentales", con las que sumieron a los Eternos en un estado catatónico. Fue necesaria la intervención de Iron Man para liberar a los Eternos. Iron Man, tras un primer enfrentamiento contra los Desviantes, logró apoderarse del cuerpo de Thena, a la cual llevó junto al cuerpo de Zuras, en un intento de liberarla de las minas. Zuras y Thena entraron en contacto mental, y Thena logró romper el control de los Desviantes, y se dispuso a liberar a sus compañeros, mientras que los Desviantes usaban una de sus armas para dispersar los átomos de Zuras, por lo que cabe suponer que no había muerto del todo tras su enfrentamiento con los Celestiales. Finalmente, Iron Man y los Eternos derrotaron a los Desviantes y los aprisionaron en el interior de una roca inerte, y el espíritu de Zuras pudo abandonar su cuerpo {IM@ 6}.

Al parecer Zuras puede manifestarse en el plano terrestre en su forma astral, como hizo cuando Ikaris y su hija Thena se enfrentaron para dirimir quien lideraría los Eternos.