Tierra-92800

La Tierra-92800 es una realidad divergente de la Tierra-616, las dos tienen un pasado en común hasta que un suceso en concreto provoca que el destino sea diferente. En ambas Tierras, una joven llamada Ororo se encontraba en el Cairo con sus padres siendo víctima de un bombardeo en el que sus progenitores murieron y ella quedó atrapada bajo los escombros hasta que tras varias horas logró escapar, el trauma le provocó una acusada claustrofobia que le seguiría durante años. Obligada a valerse por si misma, Ororo hubo de dedicarse a practicar pequeños hurtos entre los muchos turistas que visitaban el Cairo, pero en la Tierra-92800 una de sus víctimas fue Herman Hassel, reconocido y habilidoso ladrón que de inmediato se dio cuenta de las intenciones de la joven y tras pillarla in fraganti, Herman, que ya comenzaba a acusar la edad y viéndose reflejado en los ojos de la joven, decidió enseñarla todo lo que sabía, sus habilidades como ladrón así como la honorabilidad del ladrón, al poco, Herman le dijo que tenía que regresar a los USA y le ofreció a Ororo que le acompañara.

En Nueva York Ororo siguió ejerciendo como ladrona pero bajo los códigos de honorabilidad de Herman, pero ni estos códigos impidieron que fuera sorprendida por una de sus víctimas que se disponía a apalizar a la joven (o algo peor), pero antes que pudiera llevar a cabo su agresión, el bruto fue golpeado por la espalda con una botella empuñada por Marie, una prostituta que lo había presenciado todo. Antes que Ororo o Marie pudieran escapar fueron sorprendidas por la policía que las detuvo a ambas llevándolas a comisaria donde las encerraron en el calabozo. Allí, Ororo sufrió un ataque claustrofóbico que provocó que sus poderes se manifestaran, con un huracán arrancó las puertas del calabozo y acabó huyendo con Herman, que había ido a visitarla y con Marie.

Poco a poco y bajo la tutela de Herman, Ororo adquirió pleno control de sus poderes los cuales usaba de manera eficaz en sus robos. Durante uno de estos robos, Ororo se hizo con una gema roja la cual se llevó como botín, sin embargo, esta gema suponía un peligro para la humanidad por causas desconocidas y Charles Xavier envió a su Patrulla-X para recuperar la gema. El destino quiso que la visita de la Patrulla-X coincidiera con la ausencia de Tormenta que estaba fuera con Marie, Herman por su parte logró esconderse mientras los Hombres X recuperaban la gema. Cuando Ororo volvió encontró a Herman aterrado en su escondite, furiosa porque la Patrulla-X hubiera asustado a su amigo, la joven marchó hasta la Mansión-X dispuesta a vengarse de los mutantes. Allí se enfrentó a la Patrulla-X demostrando que sus poderes eran rival para todos sus enemigos, tras vapulear a los hombres X, Ororo fue sorprendida por una orden mental de alguien que estaba a su espalda, inconscientemente Ororo lanzó un rayo hacia su nuevo enemigo solo para descubrir que su nuevo rival era un hombre en silla de ruedas, en el último momento logró desviar el rayo deteniendo la batalla. Más calmados, Xavier le explicó a Ororo que la gema era una amenaza para la humanidad y por eso la habían recuperado, también le explicó la misión de la Patrulla-X de defender a humanos y mutantes y le ofreció un lugar entre sus estudiantes, pero Ororo declinó la oferta ya que no se sentía identificada con la Patrulla-X, los cuales pensaba que solamente defendían a las clases altas.

Ororo abandonó la Mansión X regresando junto a Herman y Marie, a los que dijo que necesitaba dejar Nueva York, una ciudad que consideraba fea y agobiante con edificios tan altos y tanta aglomeración. Dejando atrás a sus amigos Ororo marchó a Africa donde encontró la felicidad y la paz que necesitaba.