Ahorcador

Harlan Krueger era un fanático del cine que idolatraba a los antiguos actores de la pantalla como John Wayne, Humprey Bogart o Alan Ladd, identificándose con los papeles que estos solían interpretar. Viendo sus películas, Krueger desarrolló una visión simplista de la vida, pensando que la diferencia entre el bien y el mal era absoluta y que todos los que cometían maldades acababan recibiendo su justo castigo. Se alistó en el ejército y fue enviado a la guerra, donde acabaron formándole consejo de guerra por torturar prisioneros, a consecuencia de lo cual pasó seis años en una prisión militar. Cuando salió, intentó ingresar en la policía sin lograrlo.

Krueger llegó a la conclusión de que los estamentos públicos se habían vuelto blandos y corruptos, que a la policía no le preocupaba realmente limpiar las calles de delincuentes y que los tribunales los devolvían a las calles para que continuaran atacando a la sociedad. Krueger decidió tomar cartas en el asunto, como hacían algunos de los héroes cinematográficos de su infancia, y hacer justicia por su cuenta. Acechó durante varios años las calles de Los Angeles haciéndose llamar Ahorcador y llevando a cabo su pequeña cruzada personal contra el crimen. Sólo atacaba a hombres, considerando que las mujeres no tienen suficiente capacidad mental para ser responsables de sus crímenes y que cuando cometen algunos son empujadas y manipuladas por el hombre.

A lo largo de todos aquellos años se enfrentó varias veces con Jack Russell, en su forma de Hombre Lobo, y con Jessica Drew, la Spiderwoman original, el Ahorcador fue uno de los villanos secuestrados por el Cerrojo, y posteriormente liberado por Spiderwoman y el Hombre Lobo. El Ahorcador siguió su carrera criminal, hasta que fue capturado finalmente por la Policía e ingresando en una institución mental.

En el manicomio Krueger se replanteó sus métodos y decidió echarle la culpa de la corrupción del mundo a las películas actuales, a las que consideraba fuentes de corrupción, y difusoras de valores morales indignos. El Ahorcador escapó de la institución mental y volvió a las andadas. Su asesinato metódico de los participantes de una película lo descubrió ante un crítico de cine, Matthew O'Brien, que le siguió la pista y aprovechó un descuido suyo, cuando se lamentaba por haber matado inadvertidamente a una mujer, para clavarle su propia guadaña en la espalda matándolo. Tras su muerte fue sustituido por un segundo Ahorcador, Jason Roland.