Ketch, Barbara

La pequeña Barbara Ketch vivía con su hermano Dan, un par de años menor que ella, junto a sus padres hasta que cierto día se produjo un incendio en su casa en el que sus padres, atrapados por las llamas, murieron. Barb y Dan fueron a un hogar de acogida y la pequeña comenzó a notar como su hermano hablaba solo y empezaba a actuar de forma extraña, llegando a mostrarse violento en una ocasión que sorprendió a Barb espiándole.

Tras varias familias de acogida, finalmente Barbara y su hermano alcanzaron la adolescencia en casa de una familia en que la madre bebía tanto que apenas se ocupaba de ellos, pero los jóvenes eran ya adolescentes y podían ocuparse de sus asuntos. Desgraciadamente, los asuntos de Dan eran oscuros, ya que desde que era niño había caído bajo la influencia de Mefisto que le obligaba a hace el mal, su primer acto había sido el asesinato de sus padres provocando el incendio que acabó con sus vidas y desde entonces había perpetrado una serie de asesinatos de los que nadie, ni siquiera Barb, sospechaba. Cierto día, mientras Barbara repasaba unos papeles referentes a su pasado, descubrió que aquellos quienes pensaba que eran sus padres no eran sino que otra familia adoptiva, y no solo eso, sino que también descubrió que tenían un hermano del que nada sabían. Barbara escribió a Arizona donde vivía su hermano secreto con la intención de ponerse en contacto con él pero nunca tuvo la oportunidad, ya que con ocasión del aniversario de la muerte de sus padres, Barb fue al cementerio con su hermano, allí la joven le habló a su hermano sobre su descubrimiento pero este, influido por Mefisto, le habló primero sobre los asesinatos que había cometido y después la asesinó.

La última vez que se vio a Barbara Ketch fue cuando su espíritu se apareció ante Johnny Blaze, su hermano perdido, para prevenirle de la llegada de Dan para intentar asesinarlo.