Excaliber

"Slapper" Struthers no fue precisamente una persona ejemplar. A la edad de seis años tuvo su primera borrachera, a los doce robó su primera tienda de comestibles y a los dieciocho acuchilló a su primera víctima {S-W 2-FB-BTS}.

Un día decidió colarse en el Museo Británico de Historia de Londres, pero al entrar en la sala dedicada al medievo se encontró con Spiderwoman. Como la mujer no lo vio, Struthers permaneció oculto. La policía sorprendió a Spiderwoman, así que la mujer salió corriendo. Struthers creyó que era su oportunidad para robar algo de valor, así que agarró con las dos manos la espada Excalibur que estaba expuesta en el museo. Su maldad permitió que Morgana le Fey pudiera entrar en contacto con él y le otorgara poderes místicos transformándolo en Excaliber. El ruido de su transformación atrajo a los policías que habían dejado escapar a Spiderwoman y Excaliber los tumbó de un rayo. A su vez Spiderwoman escuchó la pelea y regresó, pero también ella fue derrotada. Inmediatamente, Excaliber abandonó el lugar. Al día siguiente cuando estaba a punto de coger el metro, algo lo empujó y al caer a las vías se transformó de nuevo empezando a alucinar. Excaliber creyó que el metro era un dragón y lo hizo descarrilar. Guiado por Morgana le Fey, Excaliber fue tras Magnus, un viejo enemigo de la hechicera que se encontraba en Londres. Spiderwoman lo vio en las calles y volvió a enfrentarse a él, esta vez logrando separarlo de su espada. Al perder el contacto con el arma mágica, Excaliber recuperó su apariencia normal y Spiderwoman pudo dejarlo inconsciente. La mujer lo ató y dejó que las autoridades lo encontraran. En efecto el agente de Scotland Yard Jerry Hunt dio con él y ordenó encarcelarlo {S-W 2}.