Emma Frost

El profesor está repartiendo las notas del final del curso. Matilda Brant, la chica guay del grupo, recibe notas excelentes. En cambio, Emma Frost tiene las "B"s en todas las materias, lo cual le frustra, porque su padre, seguramente, no esperaba que estudiase tan mal. Después de la clase, las chicas salen al pasillo, donde le hacen bulling a Emma, criticando la riqueza de sus padres y el hecho que es la única metida en el colegio gracias al estatus de su familia. Una vez Frost se queda sola, le vienen dolores fuertes de la cabeza. En este momento, sin que lo note, le observa pensativamente su profesor joven, Ian Kendall.

Emma regresa a la mansión, pensando que las burlas de Matilda es lo de menos. Lo importante ahora es cómo va a explicar los resultados de su curso durante la cena familiar con sus padres y sus tres hermanos. En la mesa, Mr. Frost regaña a su hijo Chrsitian por haber hecho un paso poco precautivo en su empresa. La hermosa Adrienne, por lo contrario, se pinta bien en los ojos de sus padres, prometiendo a trabajar para la companía de los Frost en el futuro, negando la propuesta de una agencia de modelos. La tímida Emma está comiendo tranquilamente, inclinando la cabeza hacia abajo. Llega su turno a responder a la pregunta típica de cómo ha ido el día. Responde mentiendo, que ha hecho amigos en el grupo y le gustaría ir a la fiesta del baile. Su padre no está en contra, lo único que tiene que hacer, es demostrar que ha estudiado bien. Pero al ver el papel de las notas, Winston le prohibe salir. La chica huye de la mesa, atacada por el dolor de cabeza otra vez. La tercera hermana, Cordelia, se fastidia porque a nadie se le ocurrió interesarse por como ha ido su día. Esta muchacha rebelde obviamente no es la más amada en la familia...

Emma está hablando con Christian y le cuenta, que últimamente no se siente bien, tiene dolores de cabeza a menudo. El hermano le aconseja decírselo a los padres, pero ella les tiene miedo y rechaza esta idea, aunque promete a Christian que va a visitar el doctor en el colegio.

Es la clase de escriba y Mr. Grizette selecciona a Matilda y Emma para que compiten. Emma ya sabe que va a perder, ya que Matilda es una esgrimista de mucha experiencia, y sus miedos se convierten en realidad: matilda le pincha con su espada y aquella cae en el suelo. Más tarde, en el despacho del médico, Dr. Davenport le pregunta si ha tenido episodios parecidos antes. Emma confiesa, que tiene hemorragia nasal frequente desde hace muchos años. La docotra comenta, que pueden ser unas simples migrañas y le da una caja de analgéticos.

El día siguiente en el colegio Snow Valley todas las chicas están hablando sobre la fiesta del baile. Todas, excepto a Emma, que siempre va sola. Al salir de la aula, le llama Mr. Kendall y lamenta su situación con las notas. Le ofrece su ayuda, quiere ser su tutor personal para ayudarle. La chica parece caer enamorada del joven profesor y decide ir al baile, apesar de todo, porque allí estará él.

De todos los miembros de la familia, Emma Frost parece tener más amistad con Christian, y en la víspera de la fiesta le ayuda con las preparaciones. Es el único, quien sabe que la chica va a escapar a pesar de la voluntad de su padre, y le echa la mano en huir por la otra salida y subirse al coche.

Emma, luciendo en su vestido de gala blanco, aparece en la sala festiva del colegio. Toda la gente le está mirando, pero ella anda hacia Mr. Kendal, que está al lado de una mesa, acompañado de una tal Ms. Morrissey. Al notar a su estudiante, se la presenta como una de las hijas del señor Winston Frost. Enseguida, les acerca un chico rubio y se presenta como Josh, Emma le saluda también, pero siente como que la está interrumpiendo. El chico empieza a ligar y le invita al baile, pero detrás aparece Matilda y ataca a Emma, sintiéndose celosa. Las dos empiezan a pelearse y Emma grita a su rival que la empresa de su familia va a hacerse banca rota pronto. Matilda no puede creer que alguien como ella lo puede saber. Al final, Emma se queda en el suelo, con un vestido despedazado hasta el punto, que se le ve la ropa interior, y esto causa risa en otros alumnos. Otra vez ayuda Christian, lleva a casa a su hermana, que está hecha polvo.

Emma regresa a su casa y en las puertas ve a Winston, furioso. Le hace una bronca, durante la cual la chica se da cuenta, que no era Cordelia, quien se lo ha contado, sino Mr. Kendall. Emma no lo esperaba así.

Emma está sentada en el despacho de Mr. Kendall, que pide que le explique, lo que ha pasado el viernes. La chica se siente enfadada, y a la vez, triste, le responde que ya debería saberlo todo. Está decepcionada, porque creía que tenían confianza. El profesor le dice que no sabía que ha escapado de casa. Hundida en la frustación, la alumna dice que quiere morir, a esto el profesor le responde de manera reconfortante, que tiene una gran potencial y que no tiene porque sentirse así. Llega la limusina de los Frost y Emma tiene que bajarse, pero antes pregunta a Kendall si puede llamarle solo por su nombre. Éste responde afirmativamente. Cuando sale al pasillo, siente un malestar, su nariz empieza a sangrar y escucha las frases random que le llenan la cabeza.