Morbius

Morbius huele a una mujer con un perfume barato que pasea sola por la calle en mitad de la noche. El vampiro viviente se lanza sobre ella y la mata chupando su sangre. Al terminar se da cuenta de lo que acaba de hacer y lanza un lastimoso grito al cielo.

Una antigua catedral ha sido convertido en un pub de música metal, en ella Lilith, Peregrino y Apagón encuentran a dos nuevos reclutas: Nakota y Colmillo. Lilith los llama y ellos se postran a sus pies.

El Motorista y John Blaze llaman a la puerta de la habitación de Martine. El Motorista lleva la cabeza tapada con un casco para no asustarla. Quieren información sobre Morbius, pero Martine quiere saber quienes son ellos y el Motorista se quita el casco. Entonces les explica como Michael se transformó en el Vampiro Viviente y que ha encontrado un doctor que ha desarrollado una cura para su amado. La mujer lo llama y el Doctor David Langford le dice que todo está dispuesto. En realidad David trabaja para el Doctor Paine y planea matar a Morbius usando una fórmula que no pueda ser detectada como un veneno en la autopsia, si no un intento sincero de curarlo. Tras colgar a Martine, Langford se pone en contacto con Paine para informarle que todo está preparado.

Lilith quiere que Nakota localice a Morbius, quiere matarlo para impedir la profecía. A través de sus visiones cree que Morbius va a tomar una pócima de un alquimista para curar la enfermedad que lo transforma en una criatura de la noche, así que le encarga a Colmillo ocuparse de este asunto.

Con la llegada del amanecer Morbius regresa a su guarida, pero esta vez lo están esperando John Blaze y el Motorista Fantasma, que lo han localizado gracias a la ayuda de Martine, con ellos también se encuentra el Doctor Lanford. Tras una pequeña refriega capturan a Morbius. Mientras tanto, Colmillo ha entrado clandestinamente en el laboratorio de Langford y la contaminado la fórmula creada por el doctor usado su sangre, supuestamente venenosa. El grupo no tarda el llegar con Morbius, a quien Langford cura sus heridas pensando en lo irónico de la situación. Antes de inyectarle el suero pide a los presentes que salgan un momento de la sala. Entonces le inyecta el líquido observando que su color ha cambiado. Pero en lugar de matarlo, se produce una inesperada mutación celular y Morbius rompe las ligaduras que lo retienen y salta por la ventana. Langford dice que ha hecho todo lo que debía y que se suponía que no debía ocurrir nada así. El Motorista quiere capturar de nuevo a Morbius antes de que cause daño a alguien. Cuando los dos héroes se marchan, con Martine todavía aquí, Langford llama por teléfono para comunicar que han surgido complicaciones.

Desesperado al salir de nuevo el sol, Morbius necesita con urgencia un lugar en el que ocultarse. De pronto recuerda a un viejo amigo, Jacob Weisenthal, y se dirige ha su apartamento entrando bruscamente a través de la ventana. Jacob lo ayuda a reponerse temporalmente de su transformación, pero la reversión no es duradera. Pese a todo le ofrece su ayuda y está dispuesto a hacer pruebas para examinarlo. Morbius se lo agradece y se marcha para comprarse un traje nuevo acorde con su nuevo aspecto. Al caer de nuevo la noche se enfunda el traje y sale en busca de una presa.

Martine regresa al laboratorio del doctor Langford cuando escucha hablando con unos hombres sobre como debería haber matado al Morbius. Enfurecida saca una pistola y se enfrenta a ellos, pero Langford logra desarmarla y dispara contra la mujer y la deja morir desangrada. No mucho después Morbius atraviesa la ventana y ve a Martine muriendo en el suelo, la abraza entre sus brazos y le dice que la quiere. Ella también usa su último aliento para decirle que lo ama, pero Morbius no puede contener su sed y se alimenta de ella. En ese momento entra Stanford y los hombres y Morbius se lanza sobre ellos hecho una furia y los mata a todos. Pero la pelea a causado fuego en el laboratorio que se extiende con rapidez. Morbius encuentra el frasco con el suero, que necesita para intentar encontrar una cura a su condición, pero el fuego alcanza una bombonas de oxígeno y se produce una tremenda explosión. El frasco sale volando, pero antes de estrellarse contra el suelo, el Motorista Fantasma lo agarra. Tras usar su mirada en él se convence de que no es responsable de sus actos. Morbius le promete alimentarse únicamente de los culpables y el Motorista Fantasma acepta su palabra y se marcha asegurándole que sus caminos volverán a encontrarse.

Lilith observa a través de los ojos de Nakota como Morbius se ha escapado de su castigo. Está furiosa, pero hay otros objetivos más débiles a su alcance y le pide que le muestre el paradero de Victoria Montesi.