St. George

Amir reprocha a Kerim el que haya secuestrado a un muchacho americano, ya que teme que ahora los estén buscando, no solo los turcos, si no también los americanos. Kerim le quita importancia al asunto y empieza a mirar toda la mercancía que tiene Amir almacenada. Su socio le dice que se esté quieto, especialmente cuando abre un armario en apariencia vacío. Mientras tanto, Devlin ha encontrado el lugar y ataca al guardia que está custodiando a Tony. Vestido con su armadura su fuerza se ha incrementado notablemente y destroza fácilmente la puerta. Tras saltar desde el segundo piso hasta un camión, Devlin y Tony suben a su interior mientras escapan de allí. En la fuga, Kerim resulta herido y abre sin querer el armario vacío. De su interior surge entonces Shreck. El extraño ser anuncia que sus empleados se disgustan cuando la cadena de provisionamiento subre entrebancos. Decidido a ver que a ocurrido, Shreck arranca un ojo a Arim y se lo coloca. Con él, ve al Caballero de Sant Jorge y lo identifica como perteneciente a la Orden.

Tal como preveía Shreck, sus víctimas intentaban abandonar el país en avión. Se ha anticipado y ha arrancado las manos del piloto del vuelo 4266. Con los conocimientos recién adquiridos dirige el avión contra la aeronave que tenía que tomar Devlin y la hace estallar. Barbabbas advierte del peligro que corren y sugiere coger el tren hasta París.

Mientras suben al tren, un hombre intenta evitar que Devlin se marche alegando que su empleador tiene negocios que discutir con él, pero Devlin no le hace caso. Poco antes de que el tren se ponga en marcha, Shreck ya ha llegado a la estación y ha matado al hombre con el que había hablado Devlin. Cuando el revisor pasa, Barnabbas le hace creer que unas servilletas son sus pasaportes belgas. Pocas horas después vuelven a llamar a la puerta, cuando Devlin la abre aparece en esta ocasión Shreck con el cuerpo de revisor. Aunque cierran la puerta, Shreck logra derrumbarla, así que Devlin huye con Tony hacia el techo del vagón con la armadura ya puestas. Shreck los persigue, así que saltan hasta el vagón siguiente, pero Devlin cae. Shreck lo da por muerto, pero en realidad se ha ocultado debajo del vagón y logra encadenar a Shreck en uno de los vagones. Usando su barra rompe la sugeción entre los vagones y Shreck se parte en dos de cintura para abajo. Pese a todo no se muere y sigue arrastrándose hacia ellos. Finalmente, Devlin logra arrojarlo fuera del tren disparándole con su barra.