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El espía alemán Eric von Himmer tiene a un grupo de quintacolumnistas trabajando para él. Su equipo consigue sabotear con éxito la Fábrica Wenton y su siguiente objetivo es una fábrica de aviones, pero sin que se hayan dado cuenta una misteriosa figura ha escuchado sus planes y advierte al Joven Vengador informándole donde va a ser el ataque. El chico se levanta en mitad de la noche y frustra el sabotaje de la fábrica de explosivos. Cogiendo a uno de los traidores le obliga a delatar a su líder, así que el Joven Vengador encuentra el la fortaleza donde se oculta von Himmer y la asalta. Aunque es capturado tras dejarlo inconsciente con una bomba de gas, al recuperar la conciencia recobra sus fuerzas y rompe las cadenas que lo sujetaban. Von Himmer decide huir y logra escapar a bordo de un avión que tenía preparado. La fortaleza estalla debido a las cargas demoledoras que el nazi tenía colocadas y el Joven Vengador queda atrapado entre los escombros y solo gracias a su gran fuerza logra abrirse paso entre las ruinas y salir con vida. Sin posibilidades de poder perseguir a von Himmer regresa a su casa justo a tiempo antes de que amanezca. Su madre entra para despertarlo y se sorprende de la energía de su hijo así que cree que ha tenido un buen sueño.

El marine Don Stevens y el joven Rusty acompañan a Sally en el ferry hacia Staten Island. En medio de la travesía ven caer a un hombre de una vieja goleta. Sin pensárselo dos veces Don y Rusty saltan al agua para rescatarlo, pero cuando lo alcanzan descubren que es un hombre japonés muerto. Nadando alcanzan el barco del que ha caído. Mientras trepan un marinero intenta dispararles, pero lo alcanzan antes de que pueda apretar el gatillo y lo tumban de un puñetazo. Ya en la cubierta se enfrentan a la tripulación, hasta que aparece Dame Kackle quien pone fin a la trifulca. Don la acusa de haber arrojado al hombre del barco, pero todos lo niegan y no tiene más remedio que abandonar la goleta. De regreso al ferry, Sally les comenta que alguien está entrando cientos de japoneses ilegalmente en el país y la periodista les pregunta si tendrá algo que ver, pero Rusty le dice que se tratará seguramente de una coincidencia.

Don y Rusty se ponen los disfraces y van a investigar a los muelles. No tardan en escuchar el ruido de una lucha entre un matón y uno de los japoneses a los que han traído hasta Estados Unidos por doscientos dólares. El Defensor y Rusty se enfrentan a los matones, pero la aparición de Dame Kackle y más hombres los obliga a rendirse. Dame Kackle proyecta hacer explotar un barril de TNT en el almacén, pero el Defensor y Rusty logran liberarse de los hombres que los iban a atar. Pero la mecha ya está prendida y el barril estalla. Defensor y su compañero sobreviven y escapan del almacén en llamas. De Dame Kackle, sus hombres y los japoneses no ha quedado ni rastro ya que han escapado por una trampilla del suelo.

A la mañana siguiente los periódicos se hacen eco de la explosión en los muelles, pero en ningún sitio la relacionan con Dame Kackle, pero Don ya no tiene dudas que es ella quien está introduciendo ilegalmente japoneses en el país. En esas llega su mando que les ordena acompañar a la señorita Kean a hacer piragüismo.

Sally quiere descubrir el misterio de los japoneses para demostrar que es mejor detective que el Defensor, el piragüismo era una mera escusa para investigar en el muelle. Una vez llegan allí, Don y Rusty le dan esquinazo para explorar por su lado. La chica se queda sola y es sorprendida por los hombres de Kackle que la secuestran. Defensor y Rusty acuden corriendo, pero no la ven por ningún lado. Mientras examinan el interior del edificio más cercano buscándola, Rusty se asusta al ver un murciélago y tropieza con una caja que ocultaba un pasillo secreto. Rápidamente se introducen por él y van a dar al lado del mar. Cerca en la galeta de Dame Kackle y saltan al agua para ir nadando. Los dos héroes son descubiertos y Dame Kackle le tiende una trampa. Habiendo atado a Sally a un mástil dejan la cubierta vacía y cuando el Defensor y Rusty suben los atacan. El Defensor agarra una tapa de un barril para usarla como escudo y pronto superan a sus numerosos agresores. Al verse derrotada, Dame Kackle decide saltar por la borda. Con todos los matones derrotados, Rusty descubre que los japoneses estaban encerrados en los barriles. Resuelto el misterio y como se acerca una lancha del FBI el Defensor y Rusty saltan por el otro lado y se escapan nadando.