All-New Ghost Rider

Robbie Reyes está arreglando los bajos de un bólido y no oye a su jefe llamarlo hasta que le pega un buen grito. No hace falta que el coche esté listo hasta el viernes, así que se lo puede tomar con más calma. Es día de paga, así que le da el suelo, que Robbie cuenta y encuentra a faltar 23 dólares, así que su jefe se disculpa y se los paga. Al salir del taller va a buscar a su hermano paralítico al Patrick Wellman donde un grupo de de macarras lo sacan de la silla y lo tiran al suelo. Robbie intenta pelearse con ellos, pero uno saca una pistola, por lo que no puede defenderse y le pegan una paliza y roban la silla de ruedas de su hermano pequeño. Gabe, el hermano, no parece preocupado y considera a su hermano mayor un héroe. Tras la cena y acostar a su hermano, Robbie sale a hurtadillas de la casa y regresa al taller para sacar el deportivo que ha estado reparando. Con el coche planea participar en una carrera ilegal y ganar el dinero suficiente para salir del suburbio donde viven. Como no tiene dinero, apuesta el coche en ella. La carrera va bien y él va en primer puesto cuando de pronto aparece un helicóptero. Robbie cree que es la policía e intenta escapar, pero se mete en un callejón sin salida. Pero no son las fuerzas de seguridad, si no un grupo de mercenarios paramilitares que disparan contra el chico y agarran unas bolsas llenas de pastillas del maletero del coche. Tras ello se marchan dejando el cuerpo acribillando y agonizante sobre la calzada. Algo ocurre y un fuego infernal lo envuelve transformando a Robbie por primera vez en el Motorista Fantasma. El coche también se pone a arder y Robbie sube a él.