X-Men: Gold vol 2

Madison no encuentra a la Señora Abeja, su muñeco favorito. Sarah le asegura que no lo ha visto y Kitty le pregunta si ha mirado debajo de la cama.

Sarah no encuentra el collar de su abuela. Madison le pregunta por qué lo ha traído su saben que hay un fantasma en el campamento que les roba los objetos.

Kitty está haciendo su maleta para el campamento de verano al que se ha apuntado. Tormenta entra para despedirse y la chica se disculpa por haberse apuntado sin haber preguntado a nadie. Ororo la tranquiliza y le responde que serían egoístas si le privaran de algo así. Kitty está preocupada por tener dudas de si encaja en la escuela, pero Ororo de nuevo le comenta la suerte que tiene de poder dudar y elegir, no como ella que se vio forzada a aceptar su situación.

Kitty tiene miedo a ser diferente al resto, pero nada más bajar del autobús que la lleva al campamento de verano, su amiga Madison salta encima suyo feliz de verla de nuevo. Sarah se les une y las dos chicas conducen a Kitty hasta la cabaña. Tras el primer día de campamento, Kitty se lo pasa bien y todas sus amigas regresan exhaustas, pero ella solo piensa en la caminada de la mañana siguiente. Kitty ha perdido el móvil, así que decide salir a buscarlo cuando el resto de chicas duermen. Pletórica de energía como está se va directa al bosque sin percatarse de unas extrañas luces de colores que aparecen poco después. Mientras se está entrenando trepando a un árbol topa con un grupo de chicos, los ayudantes de los monitores, a los que descubre robando en una de las cabañas. El grupo lleva las cosas a una cabaña abandonada y después de un rato se marchan. Kitty entra en fase y encuentra allí cosas que perdió ella y sus amigas años atrás. Al principio se enfada, pero de pronto tiene una idea. A la mañana siguiente, las chicas de su cuarto encuentran los objetos perdidos tiempo atrás. Al día siguiente, todos están felices menos el grupo de ladronzuelos. Kitty decide darles un susto con una sábana y usando harina para parecer un fantasma. Al atravesar la pared, los chicos se asustan y salen corriendo. Al día siguiente los chavales aseguran haber visto no a un fantasma, sino a un mutante amenazador. El relato la conmociona y sale corriendo. Madison va tras ella pensando que ha sido la impresión de escuchar hablar sobre mutantes. Su amiga empieza a hablar mal de los mutantes y Kitty se enfada y se marcha. Con lágrimas en los ojos se adentra en el bosque y se topa de bruces con un chico que también va al campamento. El chico la acusa de ser una intolerante y una engreída sin darle la oportunidad de desmentirlo. En mitad de la discusión aparecen unas luces de colores que distraen a Kitty y el chico se esfuma. Unos días más tarde, a Kitty la consideran simpatizante de los mutantes y la repudian. La chica sufre un episodio de abuso y huye al bosque. Mientras está en un árbol llorando escucha a unos chicos que están buscando a un mutante. Entonces se topa con el mismo chico de antes y lo oculta para evitar que los otros lo encuentren deduciendo que es mutante. El chico le confiesa que así es, puede crear lo qué el llama fuegos fatuos, pero no es capaz de controlar sus poderes. Kitty le enseña a concentrarse y mientras lo hace lo besa. Asher se asusta. Lleva el pelo largo para ocultar sus orejas puntiagudas. Le da miedo tener descendencia mutante y se marcha corriendo. Al día siguiente es la última noche en el campamento y sus amigas se disculpan por su comportamiento. No quieren terminar el campamento sin que Kitty todavía las considere sus amigas. Esa noche, mientras Kitty está sentada en un árbol, aparece un fuego fatuo sobre sus manos. De regreso, Kitty ha decidido quedarse en la Patrulla-X para luchar por un mundo en el que los mutantes no sean temidos.