X-Men: Gold vol 2

Tras descubrirse que Rachel Summers no murió a manos de Martillo Estelar como ella le hizo creer, los habitantes de su hogar lo han rechazado y se ha convertido en un exiliado. Deshonrado y lleno de rabia, Martillo Estelar jura vengarse.

Los alumnos del Instituto Xavier se sorprenden a ver una cigüeña con un mensaje atado al cuello para Kitty. La carta ha sido escrita por Meggan, quien invita a sus amigos a conocer a su hija recién nacida. Debido al coste del combustible y que no van de misión, Kitty decide hacer el viaje en avión comercial ordinario.

Kitty, Kurt y Rachel viajan hasta el Faro Braddock, que ha sido recientemente reconstruido por Meggan y Brian. Allí les presentan a Maggie, la niña de ambos. A pesar de contar tan solo con tres meses de edad, la niña ya puede hablar y tiene un nivel intelectual muy elevado. A Meggan le preocupa, ya que ella no aprendió a leer hasta que fue adulta y teme perderse la infancia de su hija y parecer estúpida a sus ojos. Sus amigas le hacen ver que una hija así le va a dar la oportunidad de conocerla mejor antes de lo que la mayoría de la gente puede hacerlo. Mientras pasan el día juntos son atacados por Martillo Estelar, que quiere vengarse por la muerte de sus congéneres a manos de Fénix. Rachel a penas lo recuerda y le cuesta darse cuenta de quien es. Martillo Estelar planea desterrar en dimensiones alternativas a todos los héroes de la Tierra. Pero mientras son lanzados a otra dimensión, los mutantes le roban el aparato teleportador. Maggie lo manipula para localizar una dimensión donde los d'bari todavía están intactos, lo que permite Martillo Estelar encontrar la paz y la esperanza para los supervivientes de su pueblo. De regreso al faro, terminan de pasar el día juntos y Meggan propone que Kitty, Rachel y Kurt sean los padrinos de Maggie.

Rosie O'Ready está paseando con su día Ellie. La niña le muestra los dibujos que ha hecho de Tormenta. Está entusiasmada con la Patrulla-X y en particular con Ororo, de quien conoce todas las peripecias. Al ver por internet que se están peleando con Fin Fang Foom a solo cinco manzanas, convence a su tía para que vaya a ver. Cuando llegan la pelea ya ha terminado y el dragón ha sido derrotado. Un hombre habla en contra de los mutantes, pero la niña sale en su defensa, así que el hombre termina alejándose entre comentarios genófobos. Rosie cree que deben haber regresado a la Mansión-X para celebrarlo y consigue convencer a su tía para ir hasta allí.

Cuando Rosie y su tía llegan al Instituto Xavier, les abre la puerta Camaleón. Ha ocurrido algo en el Museo de Historia Natural relacionado con el Hombre Topo y la Patrulla-X ha ido a ayudar. Aunque el Camaleón intenta decir que él también es miembro de la Patrulla-X, Rosie insiste en ir para conocer a Tormenta.

Una vez más llegan tarde y el Hombre Topo ha desaparecido. Lo único que quedan son un montón de tiranoides desperdigados por todo el museo completamente fuera de combate. El guardia del museo considera a los mutantes escoria, así que esta vez es tía Ellie quien sale en defensa de los ídolos de su sobrina. Por una pantalla ven como se enfrentan a Gigantus en el Muelle 86, así que salen corriendo hacia allí.

Al llegar al Muelle 86, Gigantus yace inconsciente sobre una gran embarcación. A lo lejos la Patrulla-X sube a bordo del Jet-X demasiado lejos para que puedan verlos con claridad. No queda más remedio que ir a la estación de tren para que Rosie pueda regresar a casa.

Al llegar a la estación descubren con alivio que a pesar de todo lo ocurrido en la ciudad no han cancelado el tren y solo sale con media hora de retraso. Ellie se da cuenta de por qué su sobrina adora a la Patrulla-X. A pesar de la animadversión que existe hacia los mutantes, siguen haciendo el bien. Casualmente ven a Tormenta y los gritos de sorpresa de las dos logran que la mutante se gire hacia ellos. La niña le expresa su admiración y le entrega los dibujos que ha hecho para ella. Antes de marcharse se hacen una foto juntas.

Ya por la noche, cuando Tormenta regresa a casa, Coloso la sorprende poniendo una fotografía en un tablón de la pared. Al preguntarle que es, le responde que un recordatorio de lo que están consiguiendo. Unir a la gente de persona a persona.