Sub-Mariner

Atlantis sigue en pie sobre las olas, sede de un decadente imperio en guerra contra los Lemurianos. Las naves de guerra enemigas surcan los cielos hacia la torre de palacio en una misión de guerra y devastación. Una nave lemuriana atraviesa los muros de palacio y el emperador Kamuu y su esposa lemuriana Zartra les hacen frente. Mientras contienen a los invasores el filósofo Ocar les advierte que los lemurianos han dispuesto una extraña máquina cuya finalidad es horadar el casco de la ciudad. Si lo logra Atlantis caerá. Así que el emperador no tiene más remedio que usar las Cabezas de las Serpientes. Bajo tierra contrapesos se mueven y el azufre herviente empieza a ascender ara ser escupido por las cabezas de las sertientes situadas en lo alto de la ciudad. Los invasores son destruidos. Cuando preguntan al emperador que van a hacer con los prisioneros que han sobrevivido, éste ordena arrojarlos por el espigón para que los tiburones los devoren, pero el científico ZApal advierte que el espigón y todas las costas han desaparecido engullidas por las llamas. Atlantis ha sido salvada solo para ser condenada.