Cadavus, Franz

Franz Cadavus era uno de los miembros de los Exiliados, un ejército de soldados reunidos y entrenados por el Cráneo Rojo para que le sirvieran como tropas de asalto, en una imitación del ejército alemán durante el nazismo. Los miembros principales del grupo, fueron en su día seguidores del Cráneo Rojo durante el régimen nazi y que huyeron de la derrota tras la caída de su líder y la derrota de Hitler, huyendo a la Isla de los Exiliados en el mar de los Sargazos, . Entre los jefes de campo fieles a Cráneo Rojo se encontraban Franz Cadavus, alemán que se encontraba confinado en una silla de ruedas dotada con armamento láser. Las circunstancias exactas en que Cadavus se unió a Cráneo Rojo así como las que le confinaron en una silla de ruedas son desconocidas.

Acabada la guerra, es probable aunque no está confirmado, que Cadavus al igual que el resto de sus compañeros, formara parte del ejército de criminales extranjeros reunidos por el Doctor Extraño en sus planes de conquistar el planeta, plan que fue abortado gracias a la intervención de Iron Man.

Finalmente, el Cráneo Rojo llegó a la Isla de los Exiliados, y envió a sus hombres a asesinar al Capitán América, el cual había robado un instrumento que Cráneo necesitaba para activar el robot conocido como el cuarto Durmiente. Pese a que no pudieron evitar que el robot fuera activado, el Capi, ayudado por SHIELD, logró destruir al Durmiente aunque al hacerlo, Cadavus y el resto descubrieron en Sharon Carter, la novia del Capi, un punto débil que explotar contra su enemigo.

A continuación, agentes de los Exiliados recibieron la orden de capturar a Sharon, con la intención de atraer al Capi hasta la Isla de los Exiliados, mientras tanto, Cadavus apoyó a su líder cuando uno de sus compañeros, el General Jun Ching, intentó disputarle el liderazgo del grupo. Cuando el Capi llegó a la isla, logró liberar a Sharon y huir con ella pero no antes que Cráneo Rojo le colocara una cinta nuclear en la nuca, que podía hacer detonar en cualquier momento.

El nazi amenazó con hacerlo detonar si el Capi no regresaba a la isla y se enfrentaba a los líderes de los Exiliados. Rogers no rechazó el desafío, marchó a la Isla donde combatió a sus enemigos, entre ellos a Cadavus que fue el primero en atacarlo con su mortal silla. Pese a que en u principio Rogers estaba confiado al combatir a un enemigo de tan avanada edad, pronto comprendió que armado con su mortal silla Franz era un rival temible, que con sus rayos laser y sus chorros de presión le mantenían desequilibrado, por fortuna, el resto de los Exiliados también querían asesinar al Capi y Cadavus hubo de ceder su sitio a uno de sus compañeros. El héroe por su parte, poco a poco fue recuperando terreno hasta que en un momento dado arrojó a Franz Cadavus contra Baldini derrotándolos a ambos, paralelamente, los científicos de SHIELD lograron anular el efecto del explosivo lo que les permitió invadir la isla en ayuda del Capi, obligando a Cadavus y al resto de villanos a escapar.

Poco después, los Exiliados oyeron hablar de la extraña prosperidad alcanzada por una isla del Mediterráneo, sospechando que podría tratarse del desaparecido Cubo Cósmico por lo que marcharon a recuperarlo, trabajo por el que esperaban ser recompensados. Sin embargo el nazi se negó, llegando incluso a usar el poder del Cubo para exiliar a otra dimensión temporalmente a uno de los compañeros de Cadavus lo que hizo comprender a los Exiliados que era inútil enfrentarse a su líder. Seguidamente, Cráneo Rojo usó el Cubo para intercambiar cuerpos con su archi enemigo y a continuación envió al Capi (que ocupaba su cuerpo) a la Isla, donde se encontró a los Exiliados que buscaron vengarse de su ex líder por su traición.

El Capi hubo de combatir a los Exiliados que pensaban que se trataba de su odiado ex líder, Cadavus abrió fuego salvajemente con los rayos láser de su silla pero el Capi logró esquivarlos y tras arrojar un puñado de arena a Franz cegándolo momentáneamente, de una certera patada lo arrojo contra Chang, sin embargo, el número de enemigos era tan grande que hubiera acabado derrotado pero fue ayudado por Sam Wilson que había sufrido un accidente de avión acabando abandonado en la isla solo para descubrir que los Exiliados esclavizaban a sus trabajadores.

Wilson y el Capi unieron fuerzas para derrotar a Cadavus y al resto de los Exiliados y sublevar a los prisioneros que se revelaron contra sus captores, en medio de la batalla, Cadavus usó los rayos lanzados desde su silla para acorrarlar a los dos héroes, pero entonces una lluvia de piedras lanzadas por los trabajadores en búsqueda de su libertad obligo a los Exiliados a huir.

De nuevo junto al Cráneo Rojo, los Exiliados lanzaron un ataque contra la nación europea de Latveria, aprovechando que su monarca, el Doctor Muerte, estaba ausente del país. Tras ocupar Latveria, los Exiliados usaron a los propios Muertebots contra su creador cuando este retornó a su patria para recuperar el poder, finalmente Muerte cayó derrotado víctima de un gas sedante siendo exhibido como trofeo ante la población. Sin embargo no estuvo mucho tiempo preso, escapó de su encierro y derrotó a los Exiliados que tuvieron que huir del país de vuelta a su Isla.

Recientemente Pecado, la hija de Cráneo Rojo, entró en contacto con la Serpiente, una criatura asgardiana, siendo poseída por Skadi y lanzando un ataque a nivel global, que tuvo en los Estados Unidos a su principal víctima. Comprendiendo que si lograba acabar con Pecado se pondría fin a la lucha, el Capi y SHIELD pusieron todos los medios a su alcance para localizar a la hija de Cráneo Rojo, recibiendo informes que se ocultaba en el Castillo de Helsingborg, en Suecia.

El Capitán América marchó a Europa junto a Maria Hill, Victoria Hand y Sharon Carter, solo para descubrir que se trataba de una trampa ya que Pecado había recurrido a los antiguos aliados de su padre, los Exiliados, para emboscar al Capi. Franz Cadavus, junto a sus compañeros y el Hombre Supremo, lucharon contra el aventurero de la estrella y sus aliadas y sin duda hubieran acabado con ellos de no producirse la intervención de la agente Daisy Johnson, que usó su poder para provocar temblores para derribar el Castillo sobre los agentes nazis, provocando su muerte.