Franklin Storm

El doctor Franklin Storm participó junto a su mujer en el proyecto educativo y de investigación del edificio Baxter durante largos años. Sin embargo, Mary le abandonaría por una investigación exclusiva de la ciudad perdida de Atlantis, dejando a su cargo a sus hijos Sue y Johnny, a la sazón de 5 y 3 años, respectivamente {ULTFF 24-FB}.

Varios años después, conocerá al joven genio Reed Richards, que presentará a sus hijos durante su primera visita al edificio Baxter {ULTFF 1}. Centrado en temas de teletransportación utilizando la dimensión bautizada como Zona-N, deberá sin embargo llevar a cabo la desagradable responsabilidad de expulsar del edificio a un profesor (Arthur Erwin Topovic), por realizar experimentos biológicos inmorales {ULTFF 2}.

Estaría desesperado cuando la primera prueba de teletransportación saliese desastrosamente mal, transformando genéticamente a Reed, su amigo Ben, sus hijos y Victor Van Damme, además de desperdigarles a todos por el mundo {ULTFF 3~ 6}. Después de que estos 4 Fantásticos resolviesen sus problemas contra un enloquecido profesor Topovic, el doctor Storm meditó junto a Reed sobre como encontrar a Víctor Van Damme {ULTFF 7}. Tras un ataque a distancia del edificio por parte de este, recomendó a Reed que no actuase, para dejar paso al ejército {ULTFF 10}.

Se mostró altamente preocupado por sus hijos por la propuesta de Reed de viajar a la Zona-N para obtener más información para revertir el accidente {ULTFF 13~ 14}, e inmediatamente después a este vieja, fue capturado junto al resto del personal científico del edificio Baxter por Rhona Burchill (una genio celosa de Reed), y liberado poco después por los Cuatro Fantásticos, tras lo cual demostró su orgullo hacia la heroicidad de sus hijos {ULTFF 19~ 20}.

Sin embargo, el doctor Storm se sentiría preocupado ante nuevas aventuras superheroicas de los Cuatro Fantásticos, y recomendaría a Reed centrarse en sus estudios {ULTFF 21}. No obstante, esto quedaría eclipsado por el breve regreso de su esposa, que buscaba la colaboración de los 4F para descubrir los secretos de Atlantis {ULTFF 23~ 26}.

Saldría brevemente del entorno del edificio Baxter para asistir a una presentación de la Asis, una nave especial con un revolucionario motor impulsado por la energía de punto cero {ULTSEC 1}. Sería intervenido poco después de forma un tanto especial, con Reed y la Cosa destruyendo, miniaturizados, las células cancerosas de su estómago {ULTFF@ 1}, y pondría en cuarentena al edificio Baxter durante la breve incursión de las versiones zombis de los Cuatro Fantásticos {ULTFF 30~ 32}.

Ya recuperado, estudiaría junto a Sue la fisiología de Devoracielos, la moto orgánica alienígena de Semilla 19 {ULTFF 33~ 34}. Raptado por el alquimista Diablo y transportado junto a otros al siglo XV, {ULTFF 39~ 41}, debería permanecer en una cuarentena prudencial durante un tiempo {ULTFF 42~ 43}.

Tras ayudar a purgar una inyección de fórmula Oz en la novia de Spiderman {ULTSM 104~ 105} Franklin continuaría advirtiendo a Reed acerca de su obsesión con respecto al Cubo Cósmico {ULTFF 39, 47}, algo en lo que demostró tener razón a tenor de la invasión de fuerzas alienígenas en busca del Cubo posteriormente {ULTFF 50~ 53}.

En cierto momento, Franklin se enfrentó a su hijo por la vida disoluta que llevaba, en comparación con su hermana, mas responsable y trabajadora. Esto se aplicaba también a la vida superheróica, sus responsabilidades y obligaciones ya que Johnny veía sus poderes como una manera de divertirse y ganar fama no asumiendo responsabilidades.

La agria discusión entre padre e hijo se vio interrumpida cuando Magneto lanzó su ataque contra Nueva York, provocando que una enorme ola de decenas de metros golpease la ciudad provocando miles de muertos. La ola alcanzó el Edificio Baxter soprendiendo a Franklin y a su hijo, siendo que el joven Storm fue incapaz de usar sus poderes para escapar y ayudar a su padre, siendo ambos sumergidos por las aguas.

Con su último aliento, Franklin decidió sacrificarse y empujó a su hijo hacia la superficie poniéndolo a salvo, mientras él se hundía irremediablemente hacia la muerte sin que Johnny pudiera hacer nada.