Watchwraith

Los robots de aspecto humanoide conocidos como los Watchwraiths fueron creados por los Fantasmas del Espacio por la rama masculina que veneraba la tecnología, no por las hembras que eran brujas y hechiceras. Los robots actuaban como asesinos, centinelas y vigilantes de las bases de los Fantasmas permaneciendo en un estado inerte mientras la seguridad de la base no sea amenazada, o sean activados por sus amos Fantasma.

Cuando hace décadas los Fantasmas se establecieron en la Tierra creando bases ocultas, colocaron a sus centinelas robot. Una de estas bases fue instalada en una mina abandonada a las afueras de Clairton, en un almacén de armamento y tecnología. El robot fue despertado de su estado de animación suspendida por dos niños que jugaban en el exterior de la mina, el robot, sin ninguna misión se dedicó a proteger la base de sus amos, y para ello debía acabar con el cercano pueblo de Clairton. Sin embargo, el pueblo estaba protegido por Rom, el Caballero del Espacio y enemigo ancestral de los Fantasmas, ambos comenzaron una cruenta batalla en la que Rom, ayudado por los ciudadanos de Clairton logró derrotar al Watchwraith.

Más tarde Rom se encontró con una partida de robots que protegían en un Castillo en Gales que antaño fue hogar y prisión de Morgana LeFay, pero logró derrotarlos abortando la operación que los Fantasmas llevaban a cabo allí.

El final de los Watchwraith coincidió con el de sus amos, los Fantamas del Espacio machos, estos concertaron una reunión nocturna en el edificio de las Naciones Unidas con las Fantasmas del Espacio hembras para discutir el curso de acción a seguir en el proceso de invasión de la Tierra, los Fantasmas del Espacio macho iban acompañados de sus robots pero ni ellos pudieron protegerles cuando las hembras decidieron acabar con sus contrapartidas masculinas. En una cruenta batalla, tanto los Fantasmas del Espacio machos como los Watchwraiths fueron destruidos