Mastín Negro

El Mastín Negro era un enorme perro guardián que protegía el Templo de Tarim situado en la ciudad estado de Makkalet. Cuando Conan cayó por un pozo-trampa mientras intentaba escapar del hechicero de la corte Kharam-Akkad se encontró en los sótanos del templo en los dominios del Mastín Negro. El enorme can saltó sobre el bárbaro desde las penumbras de la cámara subterránea sin darle siquiera tiempo a emplear su espada. Los dos rodaron por el suelo y solo el poderoso brazo de Conan evitó que pudiera hundir sus feroces fauces en su rostro. Tras liberarse momentáneamente de su presa, Conan logró agarrar una cadena caída con la que rodeó el cuello del Mastín Negro concediéndole el tiempo necesario para usar su espada y hundirla en el torso del animal.