¡Por Crom!

Aunque el mundo de los comics Marvel debiera esperar a los años 70 para poder degustar por vez primera las evoluciones de nuestro cimmerio preferido, los orígenes del mismo se deben buscar varias décadas antes en el medio literario. Surgido de la pluma del escritor tejano Robert E. Howard, se dio a conocer al mundo gracias a la novela corta The Phoenix on the Sword publicada en 1932 en las páginas de la publicación Weird Tales.

Robert Ervin Howard, un joven escritor solitario e inestable originario de Cross Plains (Texas) plasmo en sus escritos los mundos perdidos habitados por monstruos, bárbaros y dioses de toda índole que abarrotaban sus sueños y su imaginación por igual. Estas historias se sucedían en un periodo histórico ficticio localizado unos 12.000 años antes de nuestra época, entre el hundimiento de Atlantis y la aparición de los primeros registros históricos, bautizado como Era Hyboria.

Howard se suicidaría en 1936, condenando al olvido al personaje que se convertiría en su más famosa creación. Las décadas se sucedieron y a mediados de los 60, las impactantes portadas dibujadas por Frank Frazetta reavivarían el interés de los adictos al cómic por explorar el universo creado por el malogrado escritor. Marvel daría cabecera propia al cimmerio en octubre del año 1970, adjudicando los lápices de la colección a Barry Windsor Smith. Tanto Smith como su sucesor Sal Buscema en colaboración con el guionista Roy Thomas, produjeron las mejores historias del bárbaro hasta la fecha. Una vez creado el precedente, el resto de los personajes de Howard (Red Sonja, Rey Kull, Solomon Kane o Bran Mak Morn) se asomarían a las viñetas a no mucho tardar en la década dorada para los cómics de Espada y Brujería.