Fatima

El pequeño Reino de Zahmahn estaba gobernado por mujeres. La Reina Fatima regía el lugar con mano de hierro. Habituada a tener esclavos a su servicio, el capitán de la guardia era el título que disfrutaba su amante principal, pero pese al título no dejaba de ser un mero esclavo. Cuando Yulek, el hombre que ostentaba por ese entonces el cargo de capitán de la guardia, fue muerto por Conan, la Reina Fatima decidió dejar con vida al bárbaro y otorgarle el nuevo título de capitán de la guardia. Conan, sin darse cuenta de las connotaciones de ese rol lo aceptó, pero en unas pocas semanas se dio cuenta de su condición cuando intentó salir de palacio. La Reina Fatima sorprendió a Yaila, su esclava principal, pidiendo a Conan que escaparan juntos. Por este motivo ordenó encadenarlos en las catacumbas como sacrificios al Morador en la Oscuridad. Conan logró escapar y las húmedas profundidades de palacio. La Reina Fatima ordenó entonces a su lacayo eunuco que lo matara, pero el joven bárbaro se deshizo de su agresor con facilidad y agarró a Fatima en volandas. La Reina imploró piedad y le prometió que le daría su reino si así lo quería y se convertiría en su esclava. Conan decidió que sus palabras no eran más que mentiras y la arrojó al foso donde sirvió de comida al Morador en la Oscuridad.