Tiempomoto

Tras haber ganado cierta ventaja sobre los Guardianes Temporales en su eterna lucha por convertirse en los seres supremos en el fin de los tiempos, los Huracanes Temporales disfrazados como los Guardianes Temporales, manipularon a Inmortus para eliminar todas aquellas realidades que pusieran en peligro su prominencia.

Así, maquinaron para convertir a Inmortus en un receptáculo de poder inerte que quedó atrapado en el Limbo, a la espera de recibir la energía de los nexos entre realidades que serían eliminados de las realidades a destruir, una vez tuvieran en su poder toda esta energía, los Huracanes Temporales podrían rehacer la realidad a su voluntad. Sin embargo, Inmortus no era una presa fácil de contener, había vivido en el Limbo desde tiempos inmemoriales y fue capaz de generar una imagen astral para intentar abortar los planes de los enemigos de sus amos. Los Huracanes Temporales por su parte, lograron localizar cuatro realidades clave que amenazaban su poder, y maquinaron para eliminar los nexos de cada una de ellas.

La primera realidad era la de la Tierra-772, y el nexo a destruir era Franklin Richards, en esta realidad Spiderman se unió a los 4 Fantásticos (desde entonces conocidos como 5 Fantásticos) y, junto a sus compañeros, marcharon a la Zona Negativa para hacerse con la Vara de Control Cósmico propiedad de Annihilus, a fin de salvar la vida de Sue que amenazaba con morir durante el embarazo, y con ella su hijo no nato, Franklin. Los Huracanes Temporales convencieron al Doctor Muerte de esta realidad para que emboscara a los héroes antes que pudieran abandonar la Zona Negativa y así impedir que salvaran la vida de Sue y la de Franklin. Sin embargo Inmortus, disfrazado como el misterioso Susurrante, le mostró al latveriano que la muerte de Franklin sumiría a Reed Richards en un estado de locura que terminaría con la destrucción de la Tierra-772, deseando evitar este futuro, el Doctor Muerte ayudó a los héroes escapar mientras él combatía a Annihilus, en una batalla que terminó con ambos cayendo hacia una muere segura. Pero el latveriano no murió ya que Inmortus lo sacó de la corriente temporal para usarlo como peón.

A continuación los Huracanes Temporales marcharon a otra de las realidades clave, la Tierra-90110. Era esta una realidad donde la Visión había tomado de forma pacífica la Tierra, controlando todas las computadoras y se había convertido en la Ultra Visión, la humanidad se había expandido por todo el Universo usando como punta de lanza a los Vengadores Cósmicos. Los Huracanes Temporales maquinaron para que el Korvac del Siglo XXXI viajara a este momento temporal dispuesto a hacerse con el control de la Tierra. Pero para lograrlo, Korvac tenía que eliminar a la Ultra Visión que era justo lo que querían los Huracanes. Usando a los Guardianes de la Galaxia (héroes de su propio tiempo a los que había lavado el cerebro), Korvac logró controlar un satélite y, cuando la Ultra Visión envió a sus Vengadores Cósmicos, Korvac y sus aliados los sorprendieron y capturaron para a continuación lavarles el cerebro.

Desde el satélite, Korvac tuvo acceso al ciber espacio donde comenzó una batalla entre el villano del siglo XXXI y la Ultra Visión, en la que el futurista llevaba las de ganar. Entonces Inmortus (disfrazado como el Susurrante) guió los pasos de John Furia, líder del comando enviado desde la Tierra para recuperar el satélite, para que usara ultrasonidos para liberar a los héroes del control de Korvac. Una vez liberados, los Guardianes de la Galaxia y los Vengadores Cósmicos aunaron fuerzas para derrotar a Korvac, pero era demasiado tarde para salvar a la Ultra Visión que había sido destruída. Pese a no haber podido frustrar los planes de los Huracanes Temporales, Inmortus sacó a uno de los Vengadores Cósmicos, Irondroid, para usarlo como peón.

A continuación, los Huracanes Temporales viajaron a la Tierra-9250, una Tierra dominada por los vampiros liderados por Lobezno, una Tierra donde a diferencia de otras, Lobezno no fue detenido por el Castigador y los vampiros se hicieron con el control de la Tierra. Los Huracanes Temporales tenían que eliminar a Jean Grey, el nexo de esta realidad, para ello esperaban que o bien la Reina Duende y S’ym durante los sucesos de Inferno, o posteriormente Dormannu, que se alió con la Reina Duende para lanzar su ataque a la Tierra les hicieran el trabajo. Pero no contaron con la intervención de Mister Siniestro que pactó con los vampiros darles su ayuda para repeler a Dormannu y sus demonios a cambio que abandonaran la Tierra. Jean Grey se enfrentó a la Reina Duende, pero los planes de los Huracanes Temporales se vieron frustrados cuando esta invocó la Fuerza Fénix para acabar con su enemigo, tras esto, cumpliendo su palabra, los vampiros abandonaron la Tierra y los falsos Guardianes Temporales no lograron su objetivo y uno de ellos desapareció al verse afectado por una línea temporal que provocaría su extinción, si cumplió su objetivo Inmortus, que además sacó a Lobezno de esta línea temporal para usarlo como peón.

Los Huracanes Temporales supervivientes marcharon a la última realidad crítica, la realidad que albergaba la Tierra-9260 para eliminar a Odín, el nexo entre realidades de esta dimensión. Era esta realidad una dimensión donde Set había logrado conquistar Asgard, capturando a Odín y derrotando a los asgardianos. Decidido a salvar a Odin, Inmortus envió a sus peones a la Tierra-9260 para que liberaran a Thor y le ayudaran a salvar a su padre.

Desde su base en la Ciudadela del Fín del Tiempo, los Huracanes Temporales vieron como un segundo de ellos desaparecía y el superviviente, viendo peligrar su misión, envió un Protectoroide para detener a los esbirros del Susurrante.

Sin embargo, las fuerzas unidas de Thor, Lobezno, Iron Man y el Doctor Muerte de distintas realidades fueron capaces de prevalecer, derrotando a Set y sus aliados y liberando a Odín. Habiendo fracasado en su último objetivo, el tercero de los Huracanes Temporales desapareció, lo que permitió a Inmortus liberarse y, usando la energía acumulada, se convirtió en una ola temporal que barrería todas las realidades intentando reescribir el multiverso a su voluntad.

Si bien la institución encargada de regular el correcto funcionamiento de la corriente temporal, la Agencia de Variación Temporal, no había considerado graves los acontecimientos hasta ese momento, la ola temporal era algo que no podían ignorar y decidieron detener a Inmortus. Pero los miembros de la Agencia no eran conocidos precisamente por su inventiva y decidieron enviar contra Inmortus a aquellos que este había usado como peones. Así, Thor, el Doctor Muerte, Lobezno e Irondroid fueron enviados al Limbo para asaltar la base de Inmortus, solamente para ser detenidos por un ejército formado por Fantasmas Espaciales, Espectros, robots Tempus y otros agentes de Inmortus.

Entonces la Agencia de Variación Temporal contactó con el Vigilante conocido como Uatu para pedirle consejo. Uatu les aconsejó que acabaran con la amenaza de Inmortus marchando a la Tierra-6311, donde encontraría a Nathan Richards antes de convertirse en Kang, Inmortus, Rama Tut o cualquiera de sus contrapartidas. Allí debían inyectarle un Simbionte Saturnyne (bautizado así en honor a la Majestrix Saturnyne) y que impediría al cuerpo de Richards almacenar cualquier tipo de energía cronal, ahora y en el futuro. El problema era como inyectarle a Richards el compuesto, si bien Uatu y la Agencia de Variación Temporal coincidían en que lo mejor era enviar a los 4 Fantásticos (tanto por su capacidad como su parentesco con Nathan), no se ponían de acuerdo a que realidad debía pertenecer el cuarteto de héroes. El Vigilante prefería enviar una versión sin poderes (los de la Tierra-8212) pero la Agencia prefirió enviar un par de versiones mas poderosas. Como Uatu temía, cuando Nathan vio a cuatro desconocidos de gran poder, reaccionó violentamente y acabó con ellos. Finalmente la Agencia decidió hacer caso al Vigilante y envió a sus elegidos, los cuales lograron convencer a Nathan para que se dejara inyectar el simbionte. La reacción en cadena se produjo poco después, en el momento en que su yo pasado recibió el simbionte que le impedía almacenar energía cronal, Inmortus no pudo mantener los poderes obtenidos de los nexos entre realidades y la ola temporal desapareció.

Con la desaparición de Inmortus los Huracanes Temporales reaparecieron y parecía que la amenaza volvía a comenzar, pero entonces aparecieron los verdaderos Guardianes Temporales, que desenmascararon a los villanos y los derrotaron, recuperando el control sobre la corriente temporal.