Stark, Morgan

Morgan Stark vio como su padre levantaba junto a su tío una empresa convirtiéndose en hombres de negocios, en un momento dado el padre de Morgan vendió sus acciones al padre de Tony Stark y poco después Industrias Stark se convirtió en una empresa de éxito, con lo que Morgan creció con la sensación que su tío le había arrebatado la empresa a su padre y le había condenado a una vida insignificante, mientras que su primo tenía Tony tenía todas las facilidades y llegado el momento, heredaba Industrias Stark y conseguía un éxito que Morgan creía suyo.

En un momendo dado, se dio la noticia que Tony Stark había muerto, en ese momento se presentó ante Morgan un hombre misterioso que le dio las claves para conseguir el control de Industrias Stark, implantando pruebas que acusaban a James Rhodes, segundo al mano de Tony que era quien debía dirigir la empresa, del asesinato de Tony. Con Rhodes fuera de juego, Morgan pasó a dirigir Industrias Stark aunque fuera fugazmente, ya que su misterioso aliado, una vez Morgan hubiera saboreado las mieles del éxito, pretendía traicionarle y quedarse la empresa para sí.

Sin embargo no fue necesario que Morgan fuera traicionado ya que la reaparición de Tony Stark, que lógicamente no había muerto, precipitó los acontecimientos, disfrazado como Iron Man, Tony obligó a Morgan a revelar el paradero de su misterioro aliado que había asesinado a James Rhodes y después de acabar con él, le arrebató a Morgan el control de Industrias Stark. La última vez que se vio a Morgan Stark, este malvivía en Centroamérica con su mujer y su hijo Arno, hundido en el alcohol y maltratando a su familia y culpando a Tony Stark de su desgracia.