Anciano

Poco se sabe del hombre conocido como el Anciano, mas que era el mago mas sabio y poderoso de la Tierra. Con su hogar situado en un templo en el Himalaya, el Anciano acogía puntualmente a individuos escogidos en los que veía potencial mágico y tenían la honorabilidad y decencia necesaria para ser sus pupilos. Sin embargo, no dice demasiado su capacidad para juzgar a la gente el que escogiera como pupilo al Barón Mordo, que si bien era un alumno aplicado y hábil en las artes mágicas, albergaba en su interior un odio y una envidia enormes.

Tiempo mas tarde, al hogar del Anciano llegó un latveriano, Victor Von Muerte, solicitando convertirse en pupilo del mago para poder liberar el alma de su madre del reino de Mefisto, el Anciano encontró en el interior de Muerte la decencia y nobleza que buscaba y lo admitió como pupilo junto a Mordo, enseñándole las artes místicas que el latveriano aprendió con facilidad. Tuvo ocasión de percatarse cuando sus dos pupilos comenzaron una disputa, en la que Muerte engañó a Mordo usando un sustituto mecánico que resultó inmune a los hechizos de Mordo, y después le colocó un pequeño dispositivo explosivo en el cráneo que explotaría si volvía a ser atacado. Para alguien como el Anciano que había dedicado la vida a la magia y la contemplación, el uso de tecnología resultaba sorprendente.

En la última fase de aprendizaje de Muerte, el Anciano le encargó que atendiera a un visitante americano, un cirujano que había llegado al templo solicitando ayuda para sanar sus manos heridas en un accidente. La idea del hechicero era que Muerte le explicara que sus verdaderas heridas estaban en el corazón y el alma y le ayudara a sanarlas, pero en lugar de eso Muerte le amputó las manos y las sustituyó por réplicas robóticas que multiplicaron su eficiencia.

Pese a haber fallado en su última prueba, el Anciano todavía pensaba que Victor era el candidato ideal para sustituirle, por lo que le entregó la Capa de Levitación y el Ojo de Agamotto, instrumentos que debían ayudarle en su labor. Muerte añadió su propia parafernalia a su particular "fin de curso", ya que para consternación de su maestro se fabricó una armadura metálica de combate.

De esta guisa ambos, el Anciano y Von Muerte, marcharon al reino de Mefisto para liberar el alma de Cinthia Von Muerte. Allí se les apareció Mefisto que envió contra ellos sus hordas de demonios que entretuvieron al latveriano mientras el propio Mefisto luchaba contra el Anciano. En el fragor de la batalla, Muerte no vio como uno de los demonios iba a atacarle por la espalda, pero el Anciano si se dio cuenta y le salvó la vida pero al hacerlo descuidó su guardia permitiendo a Mefisto atestarle un golpe mortal, desafortunadamente para el demonio, el alma del Anciano demostró estar echa de luz pura y esto le permitió rescatar a Cinthia y sacarla del infierno de donde escapó junto a Muerte. El Anciano pasó a vivir en el plano astral mientras su puesto en la Tierra como mayor hechicero pasaba a ocuparlo Victor.