Padre Thompson

El Padre Thompson era un misionero que prestaba su servicio en una isla del Pacífico, la cual fue ocupada por los japoneses durante el curso de la Segunda Guerra Mundial. El líder de los japoneses, el Mayor Nagasha, instaló un campo de prisioneros y el Padre Thompson, debido a que dominaba ambos idiomas, el japonés y el inglés, se convirtió en intérprete, el sacerdote fingió colaborar con los japoneses logrando el compromiso del Mayor Nagasha que no hubiera derramamiento de sangre inútil en la isla a cambio de la cooperación de los prisioneros, pero secretamente esperaba la ocasión para ayudar a los aliados.

La ocasión pareció presentarse cuando los Leathernecks fueron capturados por los japoneses e internados en el campo de prisioneros donde se encontraba el Padre Thompson, el cual se ofreció a actuar como intérprete. Sin embargo en la intimidad, el sacerdote se ofreció para ayudar a los comandos aliados a escapar, aunque los Leathernecks desconfiaban de Thompson ya que este al parecer había colaborado con los japoneses largo tiempo. Sin embargo, el sacerdote no faltó a su palabra y fingió que los aliados le atacaban para atraer a los guardas japoneses e incluso llegó a disparar contra uno de los guardas de las torres que amenazaba con dispararlos. Una vez reducida la guarnición del campo, el Padre Thompson acompañó a los Leathernecks en dirección a la playa pero por el camino fueron disparados por francotiradores ocultos en los árboles resultando el clérigo herido en un hombro pese a lo que pudo continuar hacia la playa.

Allí les esperaba el Mayor Nagasha que tras conocer el intento de huida había supuesto que intentarían huir a bordo de uno de los botes de la playa. Parapetados en una posición superior, los japoneses parecían dominar la situación pero entonces el Padre Thompson urdió un plan, acudiendo ante los japoneses empuñando una bandera blanca y clamando que había sido tomado como rehén por los comandos, pidió entrevistarse con Nagasha, el cual, desconociendo la participación del clérigo en la huida, salió de su escondite momento que aprovechó Thompson para reducirle y encañonarle con una pistola, obligándole a ordenar la rendición de sus soldados y permitiendo a los Leathernecks y al Padre Thompson escapar en dirección a Australia donde no se han vuelto a tener noticias del clérigo