Ba'al

Cuenta la leyenda que en la antigüedad, cerca de Jerusalén se encontraba la Tierra de Gehenna, un lugar de maldad donde la gente de alma negra y condenada cometía atrocidades horribles y paganas. Su jefe era un hombre/demonio llamado Ba'al, cuyo nombre significaba "Amo y Señor". Ba'al conducía a esos seres despreciables en perversos rituales como la ingestión de sangre humana. Se dice que el Señor se disgustó tanto con lo que veía que envió a un feroz guerrero conocido como La Mano de Dios. El enviado del Señor, armado con el derecho divino y un acero irrompible, logró esfumar la maldad de Ba'al. Pero hasta en la muerte, el demonio, consiguió que su maldad le sobreviviera. Lo que pasaba por ser su alma brotó de él y entró en una brillante gema que sus acólitos habían preparado. Pero La Mano de Dios regresó y se enfrentó a los secuaces del demonio para derrotarlos a todos y destruir la joya en mil pedazos. La maldad de Ba'al quedó atrapada en los fragmentos que La Mano de Dios dispersó a los cuatro vientos.

Diversos fragmentos de la joya fueron encontrados en el siglo veinte en expediciones arqueológicas yendo a parar a diversos museos y colecciones privadas. Ba'al, reencarnado en un nuevo cuerpo, se dedicó durante años a localizar los fragmentos y reunirlos para armar la Joya de Gehenna. El demonio reunió a un culto satánico compuesto por fervorosos acólitos a quienes prometió la inmortalidad del vampirismo.

Sabiendo que uno de los dos últimos fragmentos se encontraba en un museo de San Francisco mandó a sus secuaces robarlo, sin embargo, Burt Corrigan se le había adelantado substituyendo el cristal por una réplica. Tras descubrir el engaño, Ba'al mandó capturar a Corrigan durante el juicio al que tenía que asistir. En lugar de Burt, los secuaces de Ba'al encontraron a Parche, Jessica Drew y Archie Corrigan. Durante la querella apareció Burt montado a caballo y se inició una persecución en la que Ba'al consiguió recuperar su fragmento perdido. Tras ello emprendió el vuelo hacia Madripur, donde sabía que se encontraba el último pedazo de la Joya de Gehenna. Aunque fueron atacados en pleno vuelo por Parche y Jessica Drew, Ba'al consiguió llegar a Madripur. Allí fue a ver al Príncipe Baran, quien había obtenido la joya a través de su edecán Johann. Ba'al ofreció al Príncipe la inmortalidad a cambio de la gema, pero cuando éste duró la cogió por sus propios medios matando a Johann, quien se había tragado el fragmento. Pero cuando obtuvo la plenitud de sus poderes se enfrentó a Lobezno, a quien identificó como un nuevo Mano de Dios. Pese a sus poderes demoníacos murió luchando contra el mutante aunque debido a su condición de demonio, realmente no murió sino que su esencia abandonó temporalmente este plano de la realidad.

Buscando regresar a la Tierra, Ba'al maquinó para capturar a Craig y Emma Blaze, esperando atraer a Johnny Blaze a la dimensión donde se encontraba confinado en un intento que Blaze lo liberara. Como Johnny viajó entre dimensiones para liberar a sus hijos, esto provocó que las barreras místicas que separaban los diferentes planos se debilitaran permitiendo a Ba'al escapar de su encierro marchando a la Tierra donde se enfrentó a Johnny el cual, gracias a la ayuda del espiritu de un Wendigo benevolente, logró rechazar a Ba'ar de vuelta a su dimensión tras lo cual no han vuelto a tenerse noticias suyas.