Emma Frost

Emma está gozando de su estatus de la mejor estudiante del grupo, otras chicas le envidian, algunas intentan averiguar, cual es su secreto. Es un día normal en el colegio: todo es como siempre, salvo la expulsión de Matilda, por lo que Frost está muy contenta.

Hay un grupo des estudiantes frente al cuadro "El Beso" de Gustav Klimt. Mr. Kendall está explicando el contexto de está esta obra de arte. En la entrada aparece Emma y, para la gran sorpresa del profesor, replica todos sus pensamientos en voz alta. Pero como en otras ocasiones, tras hacer este truco mental, siente mucha debilidad. Más tarde, el profesor y la alumna están charlando en la cantina del museo. Ian ofrece a su mejor estudiante a unirse al programa en la que tendrá que ser la tutora para sus compañeros. Emma está encantada.

El padre de los Frost tiene una discusión con su hija Cordelia, mientras que Adrienne, como normalmente, no para de hablar por teléfono. Emma, que siempre parecía la más tímida de todos, alza la voz y dice que ha aprobado el test de las ciencias excelentemente. Winston, sin duda, está muy malhumorado y le responde de forma brusca, constatando que sus notas perfectas no son el mérito suyo.

Hace tiempo Emma Frost se ha vuelto la chica más popular del grupo, ayuda a sus compañeras a prepararse para un test. En este instante, en las puertas aparece Mr. Kendall, que procura hacer que la chica lista se queda en la aula para charlar. Debido a que la aula de ciencias está justo en frente del despacho de la directora, Cruikshank les está observando silenciosamente. Ian sigue siendo encantado por la inteligencia de Emma y le viene a hablar sobre su posible futura carrera de profesora. La chica está entusiasmada sobre el asunto, comenta que el hecho de hablar frente a la audiencia le hace sentir más segura y tranquila. La alumna no solo escucha las frases de su profesor, sino también sus pensamientos que no verbaliza. Entre estos, hay un comentario bastante improperio respeto a su físico.

Emma viene al gabinete de su padre para decirle sobre sus ideas de ser profesora. Winston está furioso, porque esto no coincide con los planes que tiene acerca de su hija. Lo que Mr. Frost no ha podido esperar, es que Emma se vuelve enfadada también y le cuenta que tiene un vínculo emocional con un profesor suyo.

Los hermanos Christian y Emma tienen un paseo en caballos por una zona boscosa en los alrededores de su mansión. Ya que de toda la familia estos dos parecen tener más confianza y amistad, el chico le dice que no ha sido la mejor decisión de pelearse con el padre. Según Christian, mejor hubiera sido, si su hermana no contase a él sobre su decisión de ser profesora, pero la chica no está de acuerdo en absoluto.

Pasado tres semanas, Emma regresa a casa tras acabar las clases en el cole. Es un día lluvioso, está tronando y es muy oscuro. El chofer Bryce dice que el motor del coche se ha muerto y necesita ir caminando hacia Snow Valley para usar teléfono ahí. Frost se queda esperando dentro de la limusina, cuando ve que se está acercando el coche de Ian. Le ofrece llevarla a casa en lugar de esperar, y Emma acepta su ayuda. Mientras profesor Kendall conduce, Emma imita estar durmiendo, en realidad lee sus pensamientos. Cuando Ian le toca para despertarla, le da un beso, pero él enseguida lo rechaza, diciendo que es su profesor y no quiere nada más con ella.

El siguiente día Emma ya elabora en su mente el plan de cómo va a pedirle disculpas a Kendall, pero al entrar en la aula no ve al objeto de su enamoramiento, sino a una mujer de mediana edad que se presenta como Mrs. Hancock. Más tarde, la directora explica, que ésta va a sustituir a Kendall, porque a aquel le ha despedido el día anterior, debido a una queja de uno de los padres. Emma ya sabe que ha sido Winston que lo ha hecho y está muy frustrada.

Emma, fastidiada, irrumpe en el despacho de su padre. Winston, viendo como lo sucedido afecta a su hija, comprende que está totalmente enamorada. Mr. Frost explica, que ha sido su plan, dejarla en la limusina sola y crear condiciones para que estos dos se quedan solos en el coche de Ian. Winston necesitaba un buen motivo para despedir al profesor que incitaba a Emma a trabajar en otro sitio, que no sea su empresa. Y lo ha conseguido.