Morbius

Las paradojas de la vida hacen que lleven a Slaughter al mismo hospital en el que trabaja Morbius. Para mantener las apariencias se ve obligado a curar a la misma persona a quien unas horas antes intentó matar. Butler acompaña a un pandillero que ha matado a trece personas. Tiene varias heridas de bala y quieren interrogarlo, pero los médicos no pueden hacer nada para salvarle la vida y muere sin dar ninguna información. Uno de los médicos comenta que se producen tantas muertes relacionadas con las bandas que muchas veces los médicos militares vienen a hacer prácticas a este hospital para adquirir experiencia en heridas de bala. La reciente escalada de muertes se debe a la presencia de una nueva droga en las calles llamada Jazz. En varias ocasiones Slaughter murmura el nombre de Morbius y Butler se pregunta de que le suena ese nombre. Uno de los médicos recuerda que era un famoso científico que se convirtió en vampiro. Pero Morbius se desentiende de la conversación y se aleja. Todo el estrés causa que el vampirismo le resurja y para paliarlo agarra una bolsa de sangre para transfusiones. Mientras la está bebiendo una enfermera casi lo descubre.

Morbius agarra a su confidente Nicholson quien le explica que el Jazz es un metacilato de anfetamina, paracida a la MDM pero peor. Los consumidores de MDM no son demasiado peligrosos, pero el Jazz hace que se libere todos los monos rabiosos de sus cabezas y convierte a la gente en hostil y violenta. Tras informarle de donde se suministra, Morbius sale volando hacia allí.

Jamal, el camello de Jazz, le dice a Zippo que tiene apostado en la puerta que no esnife nada y esté alerta, pero en cuanto se queda solo, el topo se toma una pastilla ya que lo "hace más astuto". De pronto escucha unos ruidos y el tipo se dirige pistola en mano hacia el callejón. Allí lo ataca Morbius y lo desangra. Jamal y sus hombres descubren a Morbius y lo atacan, pero cuando Morbius se lanza contra ellos empieza a tener alucinaciones y sus reflejos le fallan. La droga de la sangre que ha bebido lo afecta completamente. Desorientado y débil logra alzar el vuelo y alejarse.

Morbius logra llegar hasta su casa y se encierra en la cámara hiperbórica y empieza a tener horribles pesadillas.

Morbius se ve transportado a sus propia pesadilla en la que su hambre adquiere la forma de un gigantesco monstruo que lo engulle. La boca es la del mismísimo Pesadilla que disfruta del exquisito bocado.

El Doctor Extraño se despierta en mitad de la noche. Sabe que lo que acaba de soñar no es un sueño ordinario, si no un guantelete arrojado.