La Isla Rugiente
PWJ 30
Frank recobra el conocimiento en el interior de la Isla Rugiente, se encuentra delante del Straker, el ha proyectado y dirige el juggernaut rodante. Cree que la sociedad en la que vivimos degenerará en un estado de guerra continuo y solo ciudades móviles como la suya sobrevivirán. Frank se hace pasar por un motorista en busca de emociones fuertes y lo fuerzan a tomar spin para probar que vale para la Isla Rugiente. Entonces le dan una ruta para entregar droga y una moto especial modificada que corre un 20% más que cualquier moto de carreras. Para asegurarse que no se larga le colocan una pulsera con explosivo que puede ser detonada a distancia.
Frank recorre Brooklyn buscando al Motorista Fantasma, para hacer correr la voz decide hablar con los mensajeros de lugar, así que cruza unas palabras con Dan Ketch sin saber que en realidad está hablando con el propio Motorista Fantasma. También se encuentra con Microchip, quien se ha hecho pasar por uno de los clientes de la Isla Rugiente. Microship le entrega un disco para desbaratar los sistemas informáticos del vehículo.
De regreso a la Isla Rugiente Frank se encuentra con el Motorista Fantasma, aunque reacio a ayudarlo porque ha estado entregando droga, Frank le explica que era un mal necesario para infiltrarse en la organización. A regañadientes el Motorista decide ayudarlo. Frank regresa a la Isla Rugiente y coloca el disco, pero se olvida de darle al enter. Entonces lo ponen de nuevo a prueba y Frank se da cuenta que es una trampa para matarlo por saber demasiado. Al salir de la Isla Rugiente se refugia debajo de un puente donde Microchip logra sacarle el brazalete explosivo. Justo a tiempo, porque el Motorista llega y creen que Frank es el Motorista Fantasma y activan el detonador. El Motorista destruye la Isla Rugiente, pero Straker logra escapar y promete recostruirla.
