Loco de atar
W:WX 6
El Doctor Rottwell analiza al Paciente X a través de un micrófono mientras sigue encerrado en su celta acolchada y con una camisa de fuerza. Al describir como es su vida, en la que ha luchado en múltiples guerras a lo largo de todo el siglo y tiene amigos que vuelan y se teleportan y que ha estado en la luna y ha visto el futuro, ambos coinciden en que está loco. Más tarde, el Paciente X es llevado a la sala con el resto de los enfermos mentales con la Viuda, el Mordedor o los Enanos. Al acercarse a las escaleras que conducen al Pabellón de los Incurables, los guardias le advierten que se aleje de allí. Uno de los internados le dice que está preparando una fuga. Esa misma noche pasa a buscarlo por su celda, pero el Paciente X prefiere no moverse del lugar. Al día siguiente encuentra a su compañero todavía en el manicomio y al intentar hablar con él descubre que tiene una gran cicatriz en le cráneo y que se ha quedado completamente ido, sin siquiera poder hablar. Pronto celebran una fiesta de disfraces en honor a Wendell, quien ha sido declarado sano y se va a marchar del manicomio. Mientras el Doctor Rottwell habla con el Paciente X éste manifiesta lo ansioso que está de quitarse de encima las ansias de matar. Wendell asegura que no está bien, pero pese a todo el Doctor Rottwell lo deja marchar. En medio de la noche el paciente regresa con una bolsa llena de cerebros. El doctor se queda con el saco y lo conduce al Pabellón de los Incurables haciéndole entrar con los ojos cerrados. Al abrirlos, Wendell se pone a chillar.
