Wolverine: Weapon X

El Sanatorio Dunwich servía como cantera para crear asesinos que usaba el gobierno, jefes mafiosos y hombres de negocios sin escrúpulos. Pero había un paciente que era demasiado violento e impredecible para trabajar como asesino. Para contener a Rottwell se creó el Pabellón de los Incurables, pero el loco logró hacerse con su control y su locura afectó a todo el edificio. Causó un disturbio y dominó a los médicos y enfermeras. Los más afortunados murieron la primera noche. Al Doctor Swinson, terminaron cortándole las extremidades y convirtiéndolo en un torso humano obligado a limpiar los pasillos con la lengua.

Lobezno mata a un asesino en serie que se dedica a descuartizar y diseccionar a sus víctimas. Está trabajando en el caso con Melita Garner, es el tercer asesino en serie del año y los tres tienen en común que pasaron algún tiempo en un albergue para vagabundos, así que Logan decide investigar allí. Mientras pasa una noche en ese albergue aparece el Doctor Rottwell con una versión móvil de su Máquina del Cerebro de Dios y varios de los guardias del sanatorio. Usando el aparato hace dormir a Logan y se lo llevan preso.

Mediante su máquina de cerebros, el Doctor Rottwell intenta forzar al Paciente X ha matar a una enfermera dentro de un sueño inducido, pero el trauma de esa acción que va contra sus principios hace que finalmente Lobezno recobre conciencia de quien es. Tras desatarse, se levanta enfurecido, pero el Doctor Rottwell activa la máquina y lo hace dormir. Cuando se despierta lo están llevando de camino al Pabellón de los Incurables atado y amordazado. Temporalmente lo deja en el pasillo para preparar el laboratorio y así conoce al Doctor Marshall Swinson, el verdadero director del hospital quien le cuenta como el paciente Rottwell se hizo con el control del lugar. Al salir y ver al doctor ocioso, Rottwell le ordena que no se detenga y siga con la limpieza, así que Swinson se pone a lamer el suelo. Ya en la camilla de operaciones, el Doctor Rottwell intenta sin éxito abrir el cráneo de Lobezno, pero todas las sierras se rompen, así que le conecta varios electrodos y lo enchufa a la máquina. Como le falta potencia, mata a uno de los celadores y añade su cerebro al aparato. Como consecuencia de la irrupción psiquica de la Máquina del Cerebro de Dios, Lobezno logra enviar una llamada de auxilio mental a Melita. Fuera la familia mafiosa de Frankie ha venido a buscarlo y se preparan a entrar armados en el sanatorio. El Doctor Rottwell mira asombrado los gráficos que salen de analizar la mente de Lobezno y se pone a llorar ante la maravilla que está contemplando, un cerebro que ha sufrido manipulaciones como ninguno que haya visto antes.