Captain America: Sam Wilson

El Capitán América y la Capitana Marvel detienen un ataque chitauri completamente imprevisto a una estación exploradora. La situación sirve como ejemplo a Danvers de la necesidad de usar los poderes de Ulysses para poder contarrestar amenazas de estas características. Pero a Sam no le convencen sus argumentos.

El Capitán América es el único Vengador que ha respondido a la llamada de ayuda de Iron Man, quien se está enfrentando a un grupo de ninjas ciborgs. Stark no deja de hablarle de Ulysses e intenta alista a Sam a su bando. En cierto momento incluso le ofrece ayuda económica para financiar su Línea de Ayuda, pero ello ofende a Sam quien ya estaba decidido a apoyar su causa por mucho que Tony Stark no le caiga bien.

Mientras la Ameripolicía está causando polémica con sus actuaciones en los barrios más marginales. La línea de ayuda del Capitán América recibe muchas llamadas en referencia a este problema. La persona que está tras la Ameripolicía es Paul Keane, un supermillonario petrolero. Keane tiene el apoyo del Senador Tom Herald de Texas, quien incluso ha llegado a aprobar una ley que obliga a las fuerzas federales a cooperar con ellos. El Halcón quiere que Sam se involucre, pero necesitan pruebas para poder actuar. Al Capitán América no le apetece meterse de lleno en otro campo de minas político y menos ahora con la división que hay entre los héroes que están a favor de utilizar los poderes de Ulysses y los que no. Con la ayuda de Dennis, Sam graba un mensaje para subirlo a la red en el que se declara en contra de discriminar un futuro en favor de otro. Tras la grabación ve que Halcón y Misty están viendo en directo la implicación de Rabia en un conflicto entre un grupo de vecinos y Ameripolicía. La fuerza privada de vigilancia está deteniendo a dos hombres de color y una multitud se ha congregado en contra de ello. La situación se caldea y Rabia termina lanzándose contra los polis. Esto empuja a Sam a ponerse el traje y dirigirse hacia allí con Ala Roja y Halcón.

El USAgente dirige el comando del ejército de los Estados Unidos que tiene como misión detener una célula terrorista. A pesar de que están usando a mujeres y niños como escudos humanos, el USAgente decide entrar a la fuerza en el edificio y él y su grupo detienen a todos los hombres armados que allí se encuentran. Uno de los hombres le informa que tiene una llamada del senado de los Estados Unidos, pero el USAgente se niega a cogerla y le pide que les diga que está ocupado.