Conan The Barbarian vol 1

Conan y Red Sonja se enfrentan al sacerdote alado de Set, pero sus espadas lo atraviesan sin causarle daño alguno. El engendro los golpea apartándolos lo suficiente para poder lanzarse sobre Karanthes y usurparle la página del Libro de Skelos. Sin que puedan hacer nada la criatura se aleja volando llevando consigo la preciada página. Conan decide ayudar a Red Sonja a recuperar la página y Karanthes les entrega una misteriosa gema sobre la que ha realizado un encantamiento. Rápidamente los guerreros se ponen en camino para perseguir a la bestia alada cuando se encuentran con Bêlit. Tras un nuevo cruce de palabras entre las dos mujeres, Conan pone paz y los tres juntos reanudan la persecución.

Tras varias horas de marcha siguiendo la dirección que ha tomado el sacerdote alado, el trío de guerreros descubre un extraño palacio en medio de las tierras áridas de Argos. Red Sonja asegura que ya ha pasado previamente por este lugar y no existía esa construcción. El grupo se acerca a sus puertas creyendo que su presa puede haberse dirigido hacia allí y les sale al paso Bulgar con una docena de guerreros quien les exige que les entreguen las armas. Conan y sus compañeros se niegan, así que uno de los soldados, de nombre Dalzan, intenta arrebatarle el arma a Red Sonja, pero la mujer lo tumba de su caballo de una patada. Finalmente acceden a llevarlos al interior aunque sea armados y quedan sorprendidos al saber que son la Legión Negra de Valusia y van a ver a Kull, el rey largamente muerto. Bulgar les dice que la ciudad ha sido transportada y no sabe donde se encuentran, ni siquiera reconoce el nombre de Argos. Gonar consejero y hechicero del rey Kull acusa a los tres guerreros de haber sido enviados por Thulsa Doom, el eterno enemigo de Kull y aconseja al rey matarlos. Rápidamente Conan saca su arma y Brule, guerrero de Kull, agarra su lanza pronto a defender al rey, pero Kull detiene la lucha antes de que empiece. Si alguien va a luchar aquí es él mismo, no necesita a nadie que pelee por él, y desenfunda para enfrentarse a Conan. Los dos guerreros luchan intensamente, dándose cuenta del poder y la destreza de su adversario, pero Conan logra abrirse paso entre las defensas del rey y golpea su corona. Kull admira el golpe que lo ha dejado medio aturdido y asegura que incluso habría sacado de lugar la gema de fuego de su corona. Entonces Conan se percata de las palabras de Karanthes al entregarle la gema que le dijo que encontraría su uso a su debido momento. Conan lanza la gema a Kull quien la reconoce y se la coloca de nuevo en la corona pese a las advertencias de Gonar. Al hacerlo se descubre el disfraz del supuesto shamán que resultar ser el sacerdote de Set al que estaban persiguiendo. Aclarado el malentendido, Kull y Conan salen en persecución del sacerdote que intenta escapar escaleras arriba. Conan y Kull lo tienen acorralado en la almena del palacio, el sacerdote asegura que ahora quiere la página para sí mismo y codicia el poder que esconde. De pronto se manifiesta la imagen de Thoth-Amon quien se da cuenta de la traición de su hombre y lo abandona a su suerte. El sacerdote intenta saltar transformándose en la criatura alada, pero antes de que complete su transformación, Conan arrebata un arco a uno de los guardias y alcanza al sacerdote cuando todavía es vulnerable. El mago cae herido de muerte, pero mientras lo hace prende fuego a la página del Libro de Skelos. Con su muerte el castillo empieza a desvanecerse, así que los tres guerreros se apresuran a salir para ponerse a salvo.

Los tres guerreros regresan al templo de Ibis para informar a Karanthes del destino de la página del Libro de Skelos. El sacerdote está decepcionado del fracaso de la misión, pero al menos la página no está en poder de los stygios. Cuando Red Sonja reclama su recompensa, Karanthes le dice que ha fracasado en su misión, pero si quiere puede robar para el lo que queda del libro que se encuentra en posesión de Thoth-Amon. Los guerreros miran al sacerdote sin contestarle y se marchan abandonando el templo. A la salida Red Sonja se separa y sigue su propio camino, mientras que Bêlit y Conan siguen el suyo.