Adrienne Frost

Adrienne era la propietaria de su propia compañía. La gente solía subestimarla, pero era una persona cruel y caprichosa. En una ocasión asesinó a su marido, Steven, simplemente porque se había atrevido a contrariarla en un tema sin importancia.

Emma Frost, propietaria de Empresas Frost, tuvo que recurrir a su hermana Adrienne, con la que no se hablaba desde hacía años, al necesitar un aval para una arriesgada operación en el mercado bursátil. Adrienne accedió, pero solamente con la condición de que Emma la nombrara co-directora de la Academia Massachusetts, hogar de Generación-X.

Adrienne convenció a su hermana para que reabriera la escuela al público, con el fin de que produjera el efectivo suficiente para cubrir sus cuantiosos gastos. De esta forma, al tener que convivir con compañeros humanos, los miembros de Generación-X se vieron obligados a vestir uniformes escolares para ocultar sus verdaderas identidades. Al principio, Adrienne se mostró amigable con los muchachos, diseñando nuevos trajes para el equipo, pero pronto se desvelaron sus verdaderas intenciones, cuando atrapó sus mentes en una recreación psíquica de la muerte de los Infernales. Adrienne buscaba con ello torturar a su hermana obligándola a observar de nuevo la muerte de sus estudiantes. Afortunadamente, el grupo logró romper la ilusión. Adrienne desveló que se había convertido en la nueva Reina Blanca antes de teleportarse lejos de la Academia.

Se desconoce si creó la ilusión con su propio poder psíquico o mediante tecnología. El adoptar el nombre de Reina Blanca no fue más que una treta para robar más de un millón de dólares al Club Fuego Infernal de Londres.

Adrienne regresó a América y obligó a Emma a readmitirla en la escuela, amenazándola con hacer pública la verdadera naturaleza de la Academia. Secretamente, ya había instigado incidentes antimutantes en la escuela, con lo que la amenaza parecía incluso más real. Después, reveló a los preocupados padres el hecho de que la Academia era una escuela para mutantes, y colocó una bomba que provocó la muerte de Sincro. Emma se enfrentó a su hermana y la mató de un disparo.