Magneto

Eric Magnus Lensherr sufrió las persecuciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Su familia fue exterminada en los campos de concentración alemanes, en donde despertaron inconscientemente sus poderes mutantes, capaces de manipular el metal y los campos magnéticos. Huyó junto a su amada, Magda, con la que tuvo una hija. Cuando reveló accidentalmente sus poderes mutantes, una muchedumbre enfurecida provocó la muerte de su hija. Cuando utilizó sus poderes para vengarse de los asesinos de su hija, Magda le abandonó, sin revelarle que estaba embarazada de los gemelos Pietro y Wanda.

Eric se haría amigo de otro mutante, el telépata Charles Xavier. Sin embargo, las terribles experiencias sufridas y otros actos racistas presenciaron hicieron que sus ideas sobre los mutantes tuviesen un sentido contrapuesto. Mientras que Xavier fundó la Patrulla-X para promulgar la integración entre humanos y mutantes, Erik estaba decidido a sojuzgar a la humanidad. Para ello intentó sabotear una base de misiles estadounidenses bajo el alias de Magneto.

Después de intentarlo en solitario, Magneto creó la Hermandad de Mutantes Diabólicos, con la que intentaría en vano conseguir sus propósitos. Durante uno de sus intentos, fue devuelto a la infancia por Alpha, el mutante supremo, y recobró su juventud con la tecnología Shi'ar. Durante años, Magneto modificó su ideología, en ocasiones acercándose más al sueño de Xavier y otras volviéndose radicalmente agresivo. Durante un tiempo gobernó la nación mutante de Genosha, pero pronto volvió a enfrentarse a la humanidad.

Meses antes de que Rayo Negro soltase las nieblas terrígenas a la atmósfera, provocando la mutación del mundo entero, el gobierno de los E.E.U.U. desató un ataque masivo de Centinelas contra Magneto. Los Centinelas estaban hechos de una aleación que Magneto era incapaz de controlar. Pero éste atrajo a los Centinelas a la Tierra Salvaje, en donde les venció, ayudado por el aire local, rico en hierro. Con sus restos construyó Ciudad Centinela. Allí, una vez comenzó la mutación del mundo, creó una utopía para mutantes. Cuando recibió la visita de su antiguo compañero de la Hermandad de Mutantes, el Sapo, le convirtió en su segundo y le mostró todos los entresijos de Ciudad Centinela, en contraprestación por como le había tratado años atrás.

Sin embargo, cuando Galactus destruyó el embrión Celestial que ocupaba el núcleo de la Tierra, la consiguiente despolarización hizo que Magneto perdiera sus poderes, mientras que fue el Sapo quien los obtuvo. En venganza por como le había tratado Magneto en los comienzos de la Hermandad de Mutantes, el Sapo se autonombró Rey Mortimer, y convirtió a Magneto en su bufón. El Capitán quiso liberar a Magneto durante la búsqueda de poder de Mar-Vell, pero necesitaban la ayuda del Sapo para la misma, y no podían atacarle.

Cuando la Dama de Hierro fue llamada por Cable a la Tierra Salvaje, fue capturada por el Sapo. Los Vengadores de Hierro y el Caballero Negro fueron enviados a Ciudad Centinela para rescatar a Magneto y detener los abusos del Sapo. El Sapo atacó y controló a los Vengadores de Hierro, se enfrentó al Caballero Negro casi destruyéndolo, pero, en el último momento, Cable mostró a la Dama de Hierro como repolarizar la Tierra. Al hacerlo, Magneto recuperó sus poderes, perdiéndolos el Sapo. Al instante, Magneto restauró Ciudad Centinela, impidió un intento de suicidio del Sapo y voló a Nueva York junto a los Vengadores de Hierro para enfrentarse al Hombre Absorbente.

Magneto acogería allí durante un tiempo a la nueva Patrulla-X, y luego devolvió a Ciudad Centinela su antiguo esplendor como hogar de mutantes. Más tarde, Magneto sería invitado a la boda real del Rey Britania y Medusa.