Estela Plateada

Norrin Radd era miembro de una raza de humanoides de gran longevidad, llamados zennlavianos, que habían conseguido una virtual utopía. Enfermedades, pobreza, guerra y otras enfermedades sociales habían sido eliminadas desde hacía generaciones. Todos, incluida Shalla Bal, la mujer que amaba Norrin, vivían en un cierto hedonismo, aunque Norrin opinaba que la cultura se había estancado. Un día se aproximó a Zenn-la una vasta nave que amenazaba que amenazaba el planeta entero. Norrin se embarcó en una nave para alcanzar al intruso e intentar encontrar una solución pacífica al conflicto. Allí descubrió que la inmensa nave pertenecía a Galactus. Para salvar Zenn-la Norrin pactó con el poderoso ser cósmico, a cambio de convertirse en su heraldo y encontrar mundos apropiados para saciar el hambre de Galactus, éste dejaría en paz Zenn-la. Así, el Devorador de Mundos utilizó su poder para convertir a Norrin en un ser capaz de satisfacer sus necesidades. Reestructuró el cuerpo de Norrin y lo cubrió de un material plateado, flexible, que resistiera los rigores del viaje espacial. Después le proporcionó un ingenio para viajar, parecido a las tablas de surf terrestres, recubierto de la misma substancia, y le dotó de una fracción de su propio poder para que pudiera cumplir su misión. Galactus le llamó Estela Plateada y le envió en busca de un planeta que le alimentase {SS 1}.

Estela Plateada cumplió eficientemente su trato, tomándose todo el tiempo posible para deleitarse de las maravillas del Universo. Con el tiempo, fue cada vez más difícil encontrar planetas que fueran ricos energéticamente, pero desprovistos de seres civilizados que lo habitasen, y Estela empezó a tener remordimientos. Entonces Galactus borró sutilmente de la mente de su heraldo el recuerdo de sus orígenes humanoides. Galactus necesitaba alimento cuando Estela se acercó al Sistema Solar. Consciente de su proximidad, Uatu el Vigilante, camufló la Tierra, pero no pudo engañar a los sentidos del heraldo de Galactus que llegó hasta el planeta. Entonces Uatu avisó a los 4 Fantásticos del peligro. Mientras Galactus aterrizaba en Nueva York y el cuarteto se enfrentaba a él, Estela conoció a Alicia Masters a través de quien comprendió que no podía dejar morir a la humanidad. Aunque se rebeló contra su amo, Estela no pudo hacer nada frente al poder de Galactus. Sin embargo, Uatu había enviado a la Antorcha Humana a por el Nulificador Supremo, gracias al cual Galactus decidió dejar en paz la Tierra. Aún así castigó a su heraldo emprisionándolo en el planeta creando una barrera que le impedía salir al espacio {FF 48~ 50}.

Durante su exilio Estela permaneció en soledad y meditación, eventualmente recuperando sus recuerdos perdidos. Durante este periodo se enfrentó a enemigos como el Doctor Muerte, que llegó incluso a conseguir robar su poder cósmico o Mefisto, que se sintió atraído por la pureza de su alma e intentó arrebatársela en más de una ocasión. Durante este periodo se unió a Hulk, Namor y el Doctor Extraño en la formación de los Defensores hasta la disolución de la formación original. Siempre teniendo como objetivo recuperar la libertad del espacio abierto, en cierta ocasión consiguió huir de su prisión para descubrir que Zenn-la había sido devastada por Galactus como castigo por su traición y Shalla Bal capturada por Mefisto. Estela consiguió liberar a su amada y dotarla del poder cósmico necesario para restablecer su planeta natal, aunque él volvió a quedar encerrado en la Tierra. Finalmente fue gracias a la Cosa que consiguió atravesar la barrera creada por Galactus al descubrir que ésta afectaba solamente su tabla. Tras liberarse se reconcilió con su antiguo amo y éste retiró para siempre la barrera terrestre {FF 57~ 61, 155~ 157; SS 3; SS2 1}.

De nuevo volando por los confines del espacio conoció a Nova, la nueva heraldo de Galactus con quien inició una relación sentimental al ser rechazado por Shalla Bal, ya que esta última se había convertido en emperatriz de Zenn-La y los deberes para con su planeta requerían todo su tiempo y energías. Más tarde, cuando los Primigenios del Universo se aliaron contra Galactus, Estela recibió la ayuda de Mantis, la Madonna Celestial, juntos se enfrentaron al complot de los Primigenios que les llevó a apoderarse de las Gemas del Infinito {SS3 1, 3}.

Cuando Thanos resucitó se convirtió en un peligroso oponente para Estela, hasta que consiguió reunir las seis Gemas del Infinito y proclamarse amo del universo durante la crisis conocida como el Guantelete del Infinito. Estela vio como sus poderes eran insuficientes para combatir al Titán Loco y fue gracias a la reaparición de Adam Warlock que Thanos pudo ser derrotado. Más tarde, al descubrir que el nuevo heraldo de Galactus era el demente Morg, Estela se aliaría al resto de los antiguos heraldos para hacerle frente. Morg fue derrotado, no sin que antes consiguiera matar a Nova con su hacha. Poco después descubrió la existencia de un poderoso ser llamado Tirano. Estela se alió con Ganímedes, Legado y la Sota de Corazones para hacerle frente {SS3 34, 46; IG 1}.

Algún tiempo después Estela captó una sonda telepática de ayuda procedente de otro extremo del universo. Cuando cruzó el agujero dimensional creado por la misma descubrió que esa región del espacio se encontraba bajo la tiranía del Uni-Lord, un poderoso ser destructor de mundos y ladrón de almas que se nutría de las oraciones de toda la población de su sector. El viaje dejó agotado a Estela y el Uni-Lord absorbió su alma. Mientras, su cuerpo fue dividido y repartido entre diversos habitantes de ese nuevo universo. Al poco tiempo, los poseedores de las distintas partes se convirtieron en alter-egos de Estela Plateada y se lanzaron contra Uni-Lord. A su vez el alma de Estela lo atacaba desde el interior mediante una lucha de voluntades. Finalmente el poderoso ser fue destruido y Estela regresó a la Vía Láctea.

Con una parte de sus recuerdos y memoria perdidos Estela regresó a la Tierra en busca de respuestas sobre su pasado. Allí encontró de nuevo a Alicia Masters quien le ayudó a recuperar sus sentimientos, llegándose a enamorar de ella. Estela descubrió entonces la existencia del Otro, una poderosa y maligna entidad a la que se enfrentó con la ayuda de Scrier. Descubrió también la verdad sobre su pasado, que Zenn-La llevaba destruido décadas, arrasado por el Otro, y que el Zenn-La que se había visto desde entonces era una ilusión creada por Galactus para tranquilizarle.

Tras derrotar al Otro, Estela acabó separándose de Alicia Masters, y alejándose de la Tierra. Aunque poco después tuvo que regresar para enfrentarse al tecnohechicero Yandroth, que le maldijo a teleportarse junto a los otros tres Defensores originales cada vez que había un peligro que amenazara el planeta. Frustrados por la falta de libertad, e influenciados por Yandroth, acabaron convirtiéndose en el Orden y trataron de conquistar la Tierra, hasta que el resto de Defensores pudieron salvarlos de la influencia de Yandroth y restaurarles a la normalidad. Actualmente continua surcando el espacio, y afrontando las amenazas que se encuentre allá donde vaya.