Valeria

Valeria era nieta de Boris, un gitano de Latveria, que más tarde se convertiría en el fiel criado del Doctor Muerte. Durante su infancia mutua, fue la mejor amiga de Victor Von Muerte. Con el tiempo, esa amistad se convirtió para ambos en amor. Valeria amaba profundamente a Victor, y, tras la muerte de los padres de éste, le ayudó en sus investigaciones científicas y místicas, a pesar de su reticencia hacia ellas, especialmente las últimas.

Cuando la fama científica de Victor alcanzó a los Estados Unidos, diversas universidades le ofrecieron becas para estudiar en ellas. Atada a Latveria por diversos motivos, Valeria se negó a viajar a Estados Unidos, y le presentó a Victor un ultimatum, o las universidades o ella. Muerte eligió la primera opción, y Valeria se alejó durante años de él.

Años después, cuando Muerte ya gobernaba Latveria con puño de hierro, el alquimista conocido como Diablo descubrió su antigua relación con Valeria. Diablo la secuestró, coaccionando a Muerte para formar una alianza. Aunque finalmente Muerte derrotó a Diablo y liberó a Valeria, ésta decidió no volver a ver jamás a Muerte {M/SH2}.

Sin embargo, Muerte no permitió a Valeria abandonar Latveria, y continuaría en su castillo de Doomstad. Cuando Muerte raptó a Bruce Banner para utilizar a Hulk como arma de destrucción masiva, Valeria traicionó a Muerte para impedir una masacre en un país limítrofe con Latveria. Viendo Muerte esta traiciín, y comprendiendo Valeria que el hombre que había amado ya no existía, sus caminos volvieron a separarse {H2 144}.

Durante años, Valeria se ocultó de Muerte en los Estados Unidos, sabiendo del desprecio que su antiguo amado sentía por dicho país. Se ganó la vida en Cassamonte, Georgia, trabajando como vidente. Sin embargo, un día Muerte logró encontrarla de nuevo. Aparentemente, Muerte pretendía renunciar a su pasado despótico e intentar reanudar su relación con Valeria. Sin embargo, cuando Valeria aceptó la oferta que Muerte le hacía, entró en acción un hechizo que le arrebató la carne y piel de los huesos, transformándola para crear una nueva armadura a Muerte. Muerte había hecho un trato con los Haazareth (unos poderosos demonios) para que el sacrificio de Valeria le proporcionase poder místico {FF3 67}. Sin embargo, se ha visto a los Haazareth devorando en el Infierno partes del cuerpo de Valeria, no sólo los huesos {FF3 69}. Es probable que Muerte también entregase el alma de Valeria a los demonios como parte de su trato y ese fuese algún tipo de tortura infernal. De ser así, Valeria aún se encontraría sufriendo los intensos castigos del Infierno.