Coronel Ramirez

El Coronel Ramirez dirigía el Ejército de la Liberación del Pueblo que se oponía a las fuerzas del Coronel McCloskey. Los dos bandos querían hacerse con el control de Potega, una pequeña población situada en un paso estratégico que estaba fuertemente protegida por el Exterminador de Demonios. Finalmente los dos mandos decidieron unir fuerzas y vendieron su alma a Mefisto por medio del Holandés Errante para obtener el armamento necesario para poder hacer frente a su enemigo común. Equipados con poderosas armaduras de combate tendieron una trampa a Payne gracias a la ayuda de Judan Miranda, el alcalde del pueblo, y bombardearon su cabaña cuando Payne se encontraba con el Padre Perone. El cura murió en el ataque, pero Payne logró escapar. Tras una encarnizada persecución atraparon a Payne en el interior de la iglesia del pueblo. El Holandés Errante rodeó el edificio sagrado con un foso de fuego infernal que conducía directamente a los dominios de Mefisto. El Coronel Ramirez y el Coronel McCloskey descendieron a la iglesia pensando que Payne estaría muerto en su interior, pero el hombre se había ocultado en la cripta y los atacó por sorpresa. Ramirez cayó por el borde del pozo y se precipitó hacia las profundidades infernales y desde entonces no se ha vuelto a saber nada más de él.