Liberadoras

Con el objetivo de tender una trampa maestra a los Vengadores, la Encantadora se disfrazó como Valquiria y reunió al grupo de superhéroinas integrado por la Avispa, la Bruja Escarlata, Medusa y la Viuda Negra. Bajo el nombre de las Liberadoras e influenciadas por la magia de la Encantadora, se fueron hasta la Mansión de los Vengadores para enfrentarse a sus compañeros por haberlas discriminado al estar siempre en inferioridad numérica frente a los varones como miembro de sus filas. Al no encontrarlos los siguieron hasta Rutlant en Vermont, donde se encontraban luchando contra los Amos del Mal. Las Liberadoras los ayudaron a enfrentarse a los supervillanos, pero terminada la batalla se volvieron contra ellos y los derrotaron. Tras trasladarlos a la Universidad de Miskatonic y conseguir el Aparato de Tiempo-Paralelo del Doctor T.W. Erwin, la Encantadora se descubrió ante sus compañeras y les lanzó un conjuro para destruirlas, pero la Bruja Escarlata lo contrarrestó con sus poderes mutantes haciendo que se volviera contra su lanzadora que desapareció. Aunque el grupo se disolvió, la Bruja Escarlata prometió que uno de estos días las Liberadoras regresarían {A 83}.

Años más tarde, Hulka volvió a reunir a un grupo de superheroinas retomando el nombre de Liberadoras. Su objetivo inicial fue perseguir a Hulk Rojo, a quien había jurado derrotar después de ser humillada por él en el Helitransporte de SHIELD. Hulka llamó a varias superheroínas pero únicamente Thundra y Valquiria acudieron a su llamada. Después de que Maria Hill los pusiera al corriente de la información que tenían sobre Hulk Rojo usaron satélites espía de SHIELD para rastrear la radiación gamma y dar con su situación. Las tres mujeres se enfrentaron a Hulk Rojo, pero éste las superaba en poder. Cuando las cosas parecía que estaban perdidas otras seis heroínas con las que Hulka había contactado acudieron en su auxilio. La fuerza combinada de todas pudo con Hulk Rojo, al que tumbaron y encadenaron. O eso creían ellas, porque después de esperar varias horas para ver si revertía a su forma humana, Hulk Rojo se levantó de improviso y se marchó llevándose consigo a Thundra {HULK 7~ 9}.

Varios terremotos asolaron el país de Marinmer. Darqon Par, su presidente, no permitía que la ayuda humanitaria llegara hasta sus ciudadanos, y la comunidad internacional no hacía nada por evitarlo debido a los intereses que habían en la región. Después de una charla con Emilee Freeman, Hulka decidió reunir de nuevo a las Liberadoras para hacer algo al respecto. Las mujeres decidieron ayudarla y viajaron a bordo de la nave de Jazinda hasta Marinmer. Los rusos, por su parte habían enviado a la Guardia de Invierno, para dar soporte al presidente Par, por lo que se produjo un choque entre los dos grupos. Pero al darse cuenta de la gravedad de la situación, finalmente la Guardia de Invierno decidió ayudar a las Liberadoras. El presidente invitó a Hulka con la escusa de que quería hacer un trato con ella, pero le tendió una trampa. Gracias a la precaución que tomó con Jazinda y la intromisión de la Mujer Invisible, destronaron a Par del poder y simularon su muerte ante las cámaras forzando un cambio político en el país {S-H4 34~ 36}.