Fex

Fex era uno los Devoradores de Mundos que habitaban en Ano Athox, un Universo en el que estaban atrapados y que estaba a punto de colapsarse que se mantenía en pie únicamente gracias al poder y voluntad de Uthana Thot, su rey. Cuando Thor decidió transportar el Reino de Asgard hasta la Tierra, en el continuum espacial quedó un hueco donde antaño estuvo el Reino Dorado, generando una grieta que permitió a los Devoradores de Mundos abandonar su moribundo Universo a través de un puente cuántico hasta el Arbol del Mundo.

Junto al hijho de Uthana Thot, Lord Thane, Fex fue enviado a través de la grieta para asegurarse que esta llevaba a un nuevo planeta que pudieran conquistar y el hijo de Uthana Thoth se encontró en uno de los Nueve Reinos, Alfheim, donde se enfrentaron a los desprevenidos elfos de hielo diezmando su raza. Viendo que el nuevo mundo era habitable, Lord Thane contactó con su padre y este y el resto de Devoradores de Mundos abandonaron Ano Athox atravesando la grieta y llegando a los Nueve Mundos.

Fex acompañó a las huestes de Devoradores de Mundos que invadieron Nivadellir pero los enanos, prevenidos por sus profetas, habían abandonado el reino buscando en refugio en Asgard previniendo a Thor y a los Asgardianos del mal que se avecinaba. Mientras Thor y los asgardianos se preparaban para la llegadad de los Devoradores de Mundos, Balder y Tyr marcharon a Svartalfheim para hacer frente a Fex y los suyos y detenerlos todo el tiempo que pudieran para ganar tiempo para sus camaradas, pese a que los asgadianos acabaron con la vida del propio Lord Thane, finalmente cayeron ante la abrumadora fuerza de Fex y los suyos.

El último objetivo de los Devoradores de Mundos era la propia Asgard, allí hubieron de hacer frente primero a un Odín, resucitado y a continuación a Thor, el cual usó el poder del Coloso Sangre contra los invasores. El gigante animado por Thor esgrimió la Espada del Crepúsculo, y con ella hirió a Yggdrasil con su espada. El árbol místico purgó su herida expulsando a todo ser que fuera ajeno a los Nueve Mundos, entre ellos Fex y el resto de Devoradores de Mundos. Estro provocó que los invasores fueran desterrados a otra esfera de la existencia regida por las reglas de los dioses de Asgard. Así, Fex y los suyos quedaron recluidos en un Limbo condenados a luchar contra Tyr y Balder