X-23 vol 3

Laura intenta controlar al dragón que se está llevando volando a Valeria y Franklin sobre las calles de la ciudad sin demasiado éxito cuando aparece Infernal volando gracias a su telequinesia y se enfrenta al dragón al que propina un fuerte golpe que lo deja fuera de combate. La bestia se precipita sin control hacia el suelo y con ella también los niños. Usando sus poderes de nuevo logra coger a todo el mundo antes de que lleguen al suelo. Laura le pide que le entregue a los chicos y cuando lo hace de pronto se abre un portal que absorbe a la chica y los dos niños. En otro punto de la ciudad Reed intenta llamar a Laura para ver como van las cosas, pero no le responde. Susan le quita importancia y le dice que todo está bien en casa y que se relaje.

Cuando Laura recupera el conocimiento se encuentra en lo que parece una especie de vertedero, montañas y montañas de cosas se extienden en todas direcciones. Junto a ella se encuentra Julian, pero no hay ni rastro de Franklin y Valeria, así que la chica se pone en marcha para encontrarlos. Durante la marcha Julian le explica como se sintió al desaparecer ella sin una palabra, la conversación se vuelve íntima y Julián está a punto de besarla cuando se produce una explosión en un punto cercano al lugar en el que se encuentran. Allí está el dragón con el que han luchado, pero al llegar encuentran a los dos hermanos encerrados en una especie de cápsulas individuales en forma de burbujas de cristal. De pronto son atacados por una especie de robot gigante. Mientras Julián intenta romper el cristal de las cápsulas sin éxito, Laura raja al robot para descubrir que dentro hay un hombre anciano. Que no es otro que el Coleccionista, uno de los Primigenios del Universo obsesionado con reunir objetos de toda índole. Al ver las garras de X-23 reconoce que son de adamantium e intenta atacar de nuevo a Laura al saber que es el clon de Lobezno, pero Laura desvía su disparo que impacta en las dos cápsulas y las manda de alguna forma al espacio. El Coleccionista detiene la lucha y advierte a su adversaria que los dos chicos se van a quedar pronto sin aire.